Ensayo López Portillo

El presidente de la República simboliza y protege la unidad nacional y al momento de estar en ese cargo y haber jurado el cumplimiento de la Constitución y de las Leyes, se obliga a garantizar los derechos y libertades de todos los ciudadanos.

El origen etimológico del término presidente se encuentra en el latín pues es fruto de la suma del prefijo prae-, que significa “delante”, y del verbo sedere, que es sinónimo de “estar sentado”. Es decir, presidente literalmente podría traducirse como “estar sentado al frente”.

Regularmente al escuchar la palabra “presidente” lo relacionamos con una persona que dirige una empresa, una reunión, o como la persona elegida para tener el máximo cargo ejecutivo de un país.

Ahora bien para ir envolviéndonos un poco en el tema, las facultades y obligaciones que tiene en nuestro caso el Presidente de la República Mexicana vienen establecidas en el artículo 89 de la Constitución Política Mexicana.

Se comenzó a utilizar el puesto de “presidente” en nuestro País, después de la Independencia de México, cuyo movimiento revolucionario se realizó con el objetivo de la liberación Española, se comenzó con el puesto de “emperador de México” y el primer personaje ilustre histórico fue Agustín de Iturbide, con el tiempo se creó el puesto de “presidente de la República Mexicana”.

Después de haberse dado el conflicto de la Revolución Mexicana el 20 de noviembre de 1910, que fuera encabezado por Porfirio Díaz, México luchó por evolucionar políticamente. El periodo conocido como “el porfiriato” fue cuando Porfirio Díaz estuvo en el poder por 34 años de forma dictatorial.

Durante el gobierno de Porfirio Díaz se creó un nuevo partido político que sin saberlo en aquel entonces cobraría importancia con el paso de los años y gobernaría durante mucho tiempo en México, el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Cabe destacar que no todos los políticos pueden aspirar a obtener el puesto de “Presidente de la República”. La Constitución Mexicana indica en su artículo 82° los requisitos que debe tener aquella persona que desea lanzarse como candidato para obtener el puesto de presidente.

El artículo 83 de la Constitución determina la duración del cargo y el principio de no reelección; fundamenta el sistema presidencial, una de sus características es que el presidente cuenta con un periodo fijo, sólo removible mediante juicio político, lo cual da independencia y estabilidad al Poder Ejecutivo, pues no queda sometido a las variaciones de integración en el Congreso.

En la Constitución de 1824 el presidente duraba cuatro años en su cargo. En 1830, Guadalupe Victoria promovió que el periodo fuera ampliado a seis años. En 1836 las Siete Leyes Constitucionales, cambiaron el periodo presidencial a ocho años.

Con la Constitución de 1857 se volvió al periodo

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