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Francia en la edad moderna


Enviado por   •  21 de Junio de 2016  •  Informes  •  2.063 Palabras (9 Páginas)  •  319 Visitas

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    Francia en la Edad Moderna, hasta la                              

              Revolución de 1789

                            Introducción:

Luego de la Guerra de los Cien Años entre Francia y Gran Bretaña ocurrida en el siglo XV, el poder de la monarquía francesa se vio consolidado por la presencia de un ejército permanente, además en los siglos posteriores, durante la Edad moderna se fue configurando progresivamente la centralización del poder real y el control por parte de este, sobre la nobleza y el clero, lo que causará diversas reacciones en contra de este absolutismo.

Durante los siglos XVI, XVII Y XVIII Francia se va a enfrentar a diversos sucesos que marcarán su historia para siempre, guerras de religión en el siglo XVI, la Fronda en el siglo XVII que se tratará de un gran período de disturbios políticos de revueltas populares y de conflictos con la nobleza, que enfrentará la monarquía francesa, y una grave crisis económica en el siglo XVIII en donde los campos son particularmente afectados. A este desastre agrícola se añadirán profundos problemas financieros, políticos y sociales, que desencadenarán la llamada “Revolución Francesa” que dará fin a el Antiguo Régimen, provocando la caída de la monarquía y la proclamación de la República.

A continuación desarrollaremos en profundidad los acontecimientos más importantes ocurridos durante la Edad Moderna francesa, hasta la revolución de 1789.

                                          Desarrollo

Es preciso analizar, la situación de Francia en el siglo XV para ubicarnos temporalmente y poder entender lo que sucedía en los aspectos políticos, sociales y económicos de los siglos que le precedieron. En dicho periodo Francia era más relevante en la esfera política que en su desarrollo económico, y a mediados de este siglo se encontraba resurgiendo del largo malestar europeo de la Baja Edad Media, y de las grandes consecuencias que, la Guerra de los Cien Años con Inglaterra había producido, dejando ruinas en  grandes extensiones del país. Así pues, el siglo XV deja a la monarquía francesa impuestos y ejércitos permanentes, pero no una nueva administración civil de entorno nacional.

Es así, que durante los siglos posteriores el poder se centraliza en el rey, comenzando con Francisco I y luego con Enrique II. Tras la muerte de este último, se dará inicio a un largo conflicto religioso, que deteriorará a Francia en diversos aspectos durante la segunda mitad del siglo XVI, tratándose de una serie de enfrentamientos sangrientos que resultan de diferencias políticas y sociales, entre católicos y calvinistas también llamados hugonotes o protestantes.

En esta guerra tanto católicos, como hugonotes dependían de los vasallos, que podían reunir fuerzas en torno suyo y presionar sobre los reyes. Al protestantismo se unió la población que sufría la opresión eclesial y nobiliaria. Pero al mismo tiempo una parte de la nobleza, ya sea por estrategia o convicción se une también a la Reforma que postulaban estos.

En La Noche de San Bartolomé, son asesinados millares de protestantes. Aunque derrotados, los hugonotes reciben algunas concesiones de Enrique III que, por eso, se torna sospechoso ante los ojos de los católicos. Y es asesinado en manos de la Santa Liga.

En el siglo XVII asume Enrique IV, este rey hugonote aceptó convertirse al catolicismo y desde entonces fue reconocido por los nobles católicos y protestantes de Francia, fue fundador de la dinastía de los Borbones, comenzó con el, una etapa de reconciliación entre los distintos participantes religiosos a través del edicto de Nantes que permitía la libertad de culto a los hugonotes, aunque con algunas limitaciones. Este pacto también le permitió a estos el control político y militar de algunas ciudades.

Con Enrique IV, se tomaron medidas para lograr la recuperación de la agricultura y el comercio de exportación y la monarquía recuperó su prestigio entre la sociedad. Fue así que este rey logró despertar el sentimiento nacional, y así sobreponerse a la nobleza y terminar con la guerra.

Tras la muerte de Enrique IV quedará un gran vacío, como su hijo el heredero del trono Luis XIII tiene apenas 9 años, varios clanes políticos esperan tomar las riendas del poder, hasta que llega a imponerse una personalidad fuerte, a la altura del monarca fallecido: la figura del hábil ministro, el cardenal Richelieu, que fue quien luchó contra el poder de la nobleza para fortalecer aún más a la monarquía en Francia. A su vez también limitó la libertad de culto impuesta por el gobierno anterior, especialmente en cuanto al poder militar que tenían los hugonotes.

En lo que respecta a su política exterior Richelieu se orientó contra la dinastía de los Habsburgo, y por ello Francia intervino en la Guerra de los Treinta Años de la que participaba la mayor parte de Europa, para ello necesitó poner en pie un gran ejército y una poderosa marina, y exigió que todos los estamentos contribuyeran con los gastos que demandaba esta costosa guerra, sin excluir a los grupos privilegiados, también comenzó con la petición de préstamos, con la venta de oficios y un fuerte aumento de la presión fiscal sobre las clases trabajadoras y humildes. Richelieu, muere antes del fin de la guerra, pero antes de morir, recomendó al rey a su sucesor el cardenal Mazarino, Luis XIII no tardaría por su parte en desocupar el trono, pues su muerte se produjo algunos meses después de la de su ministro Richelieu.  

Es entonces, cuando su hijo el futuro Rey Luis XIV también llamado “Rey Sol” es coronado a la edad de 5 años, pero será Mazarino quien gobernará Francia hasta su mayoría de edad, es durante ese periodo, que al finalizar la guerra mediante el tratado de Westfalia ocurre la llamada Fronda que nació, en principio, a causa del descontento general que trajo consigo la culminación de la guerra y que se fundamentaba en la gran  crisis económica por los gastos y aumentos para respaldarla. A partir de ese momento, se convirtió en una lucha y una puja por el poder y el control, sin llegar a una guerra declarada. Por consiguiente, los nobles que trataban por última vez de restaurar su independencia de la Corona, obtuvieron el apoyo de las clases urbanas y de los pobres.

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