Globalizacion

Globalización: Un fenómeno sin frenos

Klaus Bodemer nos marca que el termino globalización es utilizado en distintos sentidos e interpretaciones, aunque pueden mencionarse elementos comunes a todas las versiones. La globalización no es un fenómeno nuevo, sino la intensificación de las transacciones transversales que hasta ahora se incluían en la llamada internacionalización. Desde la conquista, podemos observar este fenómeno como la creciente prueba de una unificación mundial. El núcleo globalizador es tecnológico y económico, abarcando las áreas de finanzas, comercio, producción, servicios e información. Un tercer elemento común a las versiones de la globalización consiste en la convicción de que cualquier intento de desacoplarse de este proceso está condenado al fracaso.

Hace más de un siglo y medio, Marx provocó a la clase alta con esta celebre frase : «Un fantasma recorre Europa: el comunismo». Hoy es otra la frase que está en boca de los lideres políticos, gerentes de empresas, trabajadores y científicos: «Un fantasma recorre el mundo: la globalización»

Para este concepto tan polémico que hoy en día no tiene una acepción concreta, tampoco existe una opinión predominante en la sociedad, algunos cuantos a favor y otros en contra.

“Los que están a favor, ven la globalización como el sinónimo de avance y de desarrollo. Aquellos empresarios que se han asentando en grandes urbes, y están creando empresas trasnacionales que dejan millones en derrama económica y que crean miles de empleos para algunos países subdesarrollados”. (Neu Zürcher Zeitung, 4/2/97)

Estas empresas que mantienen la economía fluyendo. Los defensores de la globalización afirman que ella crea oportunidades para un desarrollo social y ecológicamente sostenible, sobre todo para las regiones hasta ahora menos desarrolladas.

Una nueva era, un mundo mejor.

Pero también tenemos aquellos que están en contra, que ven este fenómeno como el padre de todos los males en el mundo. La pobreza, la contaminación, la desigualdad y la injusticia.

Al hablar de globalización, imaginamos tecnología y grandes empresas, pero este concepto no es tan inocente como lo proponen las grandes potencias mundiales.

Tras este concepto se desencadenan muchos factores que acompañan a la creación de “la aldea mundial”.

Varios estudios han concluido que la globalización ha beneficiado tanto a los países pobres como a los países ricos. Pero tales estudios tradicionalmente no se interesan en los índices de desarrollo integral, sino en cifras sobre actividad comercial global e ingresos totales.

Los que toman las decisiones no son políticos responsables a los electores. Son más bien los que administran las bancas de capital, naturalmente con su interés principal en realizar ganancias sobre sus amplias inversiones. Es decir, no son representativos del pueblo y tampoco son responsables al pueblo, ni son fácilmente accesibles por el publico; supone sólo que siempre se encontraran, escondidos en las pequeñas salas de juntas de las distintas capitales del mundo empresarial.

Actualmente vivimos en un gran mercado , donde somos mercancía, viviendo bajo la condición de obtener un “beneficio”. Este mundo se rige ahora bajo la economía y las ventas. Las empresas trasnacionales son parte de la base de esta nueva era , pero el desarrollo de actividades trasnacionales no es algo nuevo, ya que después de la Segunda Guerra Mundial el comercio internacional se incremento junto con el desarrollo de empresas multinacionales que tuvieron su auge en los años cincuenta y sesenta. Lo nuevo aquí es la tecnología que permite a las empresas una mayor alcance y mayores ventas.

La tecnología también nos permite conectarnos a todas partes del mundo, creando una interdependencia y en cierta en forma una “unión” que podía pensarse imposible en la antigüedad. Como consecuencia de la acelerada evolución tecnológica y del rol preponderante que le cabe a la informática y a la comunicación , el mercado de los servicios de telecomunicaciones se ha convertido en el más dinámica de la actualidad.

Desde que despertamos utilizamos marcas; en nuestro cepillo de dientes, la ropa, la comida, etc.… y los proveedores de esto son las empresas extranjeras o nacionales. El consumismo es tan alto que las empresas han tenido que expandirse para satisfacer la demanda de la sociedad. Pero los dueños de estas empresas son aquellos que tienen en capital necesario para generar mas productos y así obtener mas beneficios de los que ya tenían. Los empresarios buscan de manera estratégica gastar lo mínimo en la producción del producto, en países subdesarrollados obtienen la mano de obra mas barata y concesiones por parte del gobierno del país.

Aquel que tiene los medios obtiene toda la retribución. Por un lado estas empresas generan miles de empleos en los lugares donde se asientan pero por el otro estas se aprovechan de los obreros, tratándolos de manera déspota y infringiendo en sus derechos humanos. En México tenemos un claro ejemplo de esto, las maquilas, en donde miles de mujeres trabajan largas jornadas, siendo privadas de necesidades tan básicas como ir al baño, con un salario bajo y sin prestaciones algunas.

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