HOLOCAUSTO ARMENIO

TALLER DE ESCRITURA

JUNIO-DICIEMBRE 2014

PROF. ETHAN TEJEDA

EST. LINA MARCELA MÚLCUE GÓMEZ

HOLOCAUSTO ARMENIO

Armenia 1915, los jóvenes turcos se dirigen con decisión a exterminar los armenios en Efkere, un pequeño pueblo de Gesaria, por órdenes del ministro interior Mehmet Talaat, había 500 casas armenias y 300 turcas, los bombardeos no se hicieron esperar, las matanzas tampoco. Turcos entraron a las casas armenias y mataron a todos sin compasión, niños, mujeres, ancianos, las pilas de cadáveres eran cada vez más grandes, algunos lograron escapar y otros fingían estar muertos entre los cadáveres de sus familiares.

Shavarsh con tan solo 6 años, trataba de contener el llanto y la respiración, para que no se dieran cuenta que estaba vivo entre los brazos de su madre, no entendía por qué el imperio otomano tomaba esas medidas contra un pueblo por el hecho de tener religiones diferentes, sabía que a partir de ahora estaría solo, pues su abuelo, sus padres y sus hermanos ahora estaban muertos. Se detuvo un momento a pensar para que querría sobrevivir si todos los que amaba se habían ido. Para que vivir si ya no va a tener a nadie. Un niño no debería de pasar por eso, prefería morir.

Los bombardeos cesaron, ya no habían más gritos, era seguro salir, Shavarsh escapo de los brazos de su madre que lo sujetaban con fuerza, y miro a su alrededor, cientos de cadáveres mutilados, quemados, sangre por todas partes, volvió la vista hacia abajo y observo a su madre con agujeros de bala en el rostro, le arranco el pequeño collar donde llevaba una foto de su familia, y lo besó.

Tras un tiempo vacilando hacia donde debía dirigirse decidió que quería morir, pronto los turcos volverían así que se sentó en el suelo a esperar la muerte. Era fácil rendirse sin siquiera haber luchado, sintió remordimiento por hacerlo, observo la fotografía, en ella veía una salida, una fuerza que lo impulsaba a no quedarse ahí, a escapar y seguir con vida, era como si le hablara. Se levantó y con paso firme tomo rumbo hacia un pequeño refugio que los jóvenes turcos aun no atacaban, ahí encontraría algo de comida para seguir su camino hacia el Líbano, donde podría conseguir trabajo y lograr sobrevivir, por su familia, para que esta tuviera memoria y no quedara en el olvido de la muerte.

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