Ideas Y Doctrinas

Introducción.

Jaime torres Bodet fue un personaje preocupado por la educación del país, logró una gran trascendencia en el devenir literario y cultural, al llegar a ocupar el puesto de secretario de la educación pública realizó muchas aportaciones por mejorar la situación en que se encontraba nuestro pueblo en lo que respecta a la educación.

La historia es el estudio que define la patria y es por tanto de suma importancia para la formación de cualquier individuo. Al instruir historia se procura aludir la paz de forma verdadera, por lo que se requiere que ésta proteja la patria, y que esta relate la verdad evitando el propagandismo personal, la difusión de lo exótico y lo mendaz.

Es por tanto que el tema incumbe en la educación. La idea primordial de Bodet es que la historia se enseñase con un sentido de etica y que esta fuse superior.

A continuación presentaré alguna de las ideas que el secretario en ese entonces mencionó en un discurso dado en el año 1944 donde resalta como debe ser enseñada la historia y la importancia que esta tiene; así como también alguna de sus ideologías acerca de un determinismo totalitario. En este discurso también expone alguna de las ideas del filósofo Benedetto Croce acerca de la historia y las características que deben poseer los historiadores.

Jaime Torres Bodet tiene la opinión de que el aprendizaje histórico debe ser incitador y guiado a la educación en las democracias, además tiene que tener una equilibrada coordinación de los elementos que enriquecen y hacen compleja a la humanidad.

 Determinismo totalitario.

No todo en la historia se ha realizado con tales características, ya que se ve claramente el contraste que presentaron diferentes filósofos como los son Spengler, o Rosenberg y los técnicos del racismo, que basan la historia sobre una ecuación biológico-geográfica. Por el camino del simplismo llegan los geopolíticos a proclamar nación que no es digna de ser martillo es el yunque obligado de las demás.

 Sentido ético superior.

Algunas interpretaciones políticas de la historia sirven a un interés de partido, y hay quienes opinan que toda civilización determina lo que quiere que sea su propia historia. Aunque si se adoptara esta idea, el propósito de discutir las ventajas de la historia no se emplearía ya que cada persona pudiese poner su propio testimonio en la historia.

El filósofo francés Bayle escribe orgullosamente que el historiador tendrá que colocarse en la situación de alguien fuerte, a quien la pasión no lo conmueve. Insensible a todo lo demás, y que solo cuidaría la verdad y a ella hasta sacrificará el amor a la Patria.

Esto quiere decir que el historiador debe de relatar los sucesos tales como ocurran, sin darles crédito a los personajes que no lo tuvieron.

La historia sin duda nos ayuda a comprender el presente de nuestro país, y al mismo tiempo a concebir el futuro indiscutible de nuestra nación. Y de aquí nace la importancia del conocimiento sereno y sincero de lo que fue, aunque en lo escrito por los historiadores que pretenden la objetividad estará aunque sea disimuladamente la doctrina económica y filosófica de quien la escribe. La sinceridad defiende la acción de los lectores.

La ideología de este personaje es que la historia se imparta con un sentido ético y superior, pues esta tiene un valor autentico del paso, gracias a esto se puede predecir o entender lo que se viene en el futuro.

 Peligro de la sistematización excesiva.

Es necesario mantener la guardia frente a los riesgos de una absorción abusiva del pensamiento por las fórmulas y los métodos de la historia, y el sentido histórico debe estar conformado por las condiciones plásticas de la vida, al separarse esta función la sociedad se sentiría debilitada y defraudada.

Debemos precavernos contra tomar el criterio y la imparcialidad de la información como ausencia de todo interés político del historiado. Coce afirma que “la profundidad de la visión histórica lleva sobreentendido el interés ético y político”. Esto nos incita a revisar la posición de quien pretende que se prive la historia de nuestro pueblo de lo que tiene de más genuino: el esfuerzo por alcanzar la verdad de sus libertades.

Cronce indica que para narrar la historia es necesario elevar las pasiones y alejar las ideas y juicios preconcebidos, se convierte con facilidad en otra: se ha de narrar fuera de toda participación en las luchas de la vida. Esto se encuentra en contraste con la naturaleza misma de la historiografía.

El cancelar el odio en la redacción de los libros de texto gratuito y que se emprenda una campaña para arrancar las hojas negativas de los libros, es preocupante porque se confundirán los juicios con los prejuicios y no se enseñaría historia, se colocarían a los héroes de México con una equivocada posición de protagonista sin contenido y de seres que pelearon contra fantasmas.

 Una historia que defienda la patria.

Se ambiciona con una era de paz durable, de unidad sólida y constructivista, aunque sabemos que nada de halla más lejano que el artificial apaciguamiento, y no es ocultando los errores como se supera, sino considerándolos sin rencores y procurando enmendarlos con dignidad.

A través de ascensiones, de caídas, de derrotas y de victorias se busca inalcanzablemente la independencia en nuestro país.

 Visión completa y escenario universal.

Dos de los aspectos que Jaime Torres Bodet consideraba indispensable, la primera es que ningún ensayo en esta materia seria fecundado si desprendiéramos de nuestro juicio el análisis reflexivo de los juicios que no son nuestro y si, suponiéndonos poseedores de una verdad firme sobre el pasado. La segunda observación se apoya en no enfocar los acontecimientos de nuestro pueblo en un escenario aislado, cerrado y sin contacto con las realidades del continente y también del mundo. Ya que ningún país vive solo y los problemas son desvinculados de otras problemáticas que, en su origen o repercusiones, afecten y mueven toda la humanidad.

Conclusión.

La historia siempre tendrá relevancia en cualquier ciudadano ya que es la que nos permite comprender nuestros presente, en otras palabras, es conociendo el pasado de nuestra patria como llegamos a la verdadera comprensión de lo que sucede ahora, y probablemente así podamos concebir nuestro futuro.

Es justamente el párrafo anterior que me lleva a reflexionar el compromiso que se tiene al asumir el papel de ser maestro, ya que tenemos que dominar los temas que han dejado huella en nuestro país, para posteriormente brindarles las herramientas a nuestros alumnos para que perciban el presente y futuro.

Soy consciente de que la historia no es cien por ciento objetiva, porque los que hacen o relatan la historia no pueden dejar a un lado su doctrina económica y fisiológica. Aunque sería agradable a mi punto de vista que la historia fuese en su totalidad sincera, que de esta manera se enseñase a cualquier individuo y que no se pretenda cambiar la historia por héroes con hazañas falsas, pues el hecho de no desear ensuciar la imagen de algún personaje relevante, no significa imaginar hechos que no realizó, esto sería una confusión de juicios con prejuicios.

Otra de mis conclusiones acerca de este discurso es el hecho de que no se puede crear una historia que esté encerrada, o que no trascienda, nunca se da por sí sola. Es necesario compararlas o compartirlas para enriquecer el conocimiento.

Por ultimo terminaré concluyendo acerca de la labor del historiador, este debe amar su trabajo, puesto que es de esta manera que podrá conocerla, comprender y reconocer el valor que tiene, pues de esto dependerá lo que suceda más adelante.

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