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LA FRONTERA HERIDA


Enviado por   •  10 de Octubre de 2011  •  994 Palabras (4 Páginas)  •  731 Visitas

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LA FRONTERA HERIDA

El 12 de junio de 1992, el agente fronterizo norteamericano Michael Elmer disparó contra el trabajador mexicano Darío Miranda en el llamado cañón de la Mariposa, en Arizona. El agente usó un arma no autorizada y mató al trabajador con dos tiros en la espalda. Enseguida trató de esconder el cuerpo de su víctima.Acusado de asesinato, asalto y obstrucción a la justicia, el agente Elmer fue perdonado primero por un tribunal del Estado de Arizona. La incredulidad con que fue recibido el primer veredicto condujo a un segundo juicio, éste ante un tribunal federal. Los 12 miembros del jurado, 11 angloamericanos y un afroamericano, perdonaron, de nueva cuenta, al agente asesino. "Estaba cumpliendo con su deber". ¿Con arma desautorizada? ¿Matando por la espalda? ¿Tratando de esconder el cadáver? El incidente ilustra la creciente histeria antimigratoria y antimexicana a lo largo de la tensa frontera común entre México y Estados Unidos -no una frontera, escribí una vez, sino una cicatriz- La herida se está abriendo de nuevo y, por el cuerpo del trabajador Darío Miranda, vuelve a sangrar.

¿En qué se funda la xenofobia antimexicana, particularmente virulenta en el Estado de California? Hace días, en visita a Los Ángeles, escuché una y otra vez los mismos argumentos. Los trabajadores mexicanos son causa principal del déficit presupuestal: reciben beneficios sociales en exceso, no contribuyen a la economía, la sangran con gastos de salud y educación. Los trabajadores mexicanos -segundo argumento- son causa del desempleo en California, le roban trabajo a los norteamericanos. Y, por último, los indocumentados son quienes introducen la droga en Estados Unidos.

Los tres argumentos son otras tantas mentiras. En orden inverso: las drogas no entran en EE UU en el paliacate de un indocumentado. Llegan en avionetas de los narcotraficantes norteamericanos, cuyos nombres todos ignoran y que jamás han sido objeto de publicidad o pesquisa, al contrario de sus contrapartes latinoamericanos.

Estados Unidos lleva años lavándose las manos (y lavando el dinero) de la droga. Toda la culpa está en la oferta. La demanda es inocente. Cualquiera puede comprar cocaína en cualquier esquina de cualquier ciudad norteamericana. ¿Quién la puso allí? ¿Un narco latino o un gringo? Es más fácil, desde luego, militarizar a Bolivia que militarizar al Bronx.

El desempleo norteamericano no lo causan nuestros trabajadores. Es parte de una larga recesión general, complicada, en California, por el cierre de fábricas de defensa y, nacionalmente, por la paradoja de la tercera revolución industrial; a mayor productividad, mayor desempleo. Estados Unidos no ha sabido adoptar políticas previsoras de reconversión industrial, reeducación y nuevo destino para los trabajadores desplazados por el fin de la guerra fría y la expansión tecnológica.

Por último, el déficit presupuestario de California es resultado, como el déficit de Estados Unidos, de 12 años de economía vudú presidida por Reagan y Bush. La drástica reducción de impuestos, al tiempo que ascienden vertiginosamente los presupuestos de defensa, no son una fórmula para lograr el equilibrio presupuestario. Clinton está pagando los errores de sus dos antecesores republicanos.

El trabajador indocumentado,

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