ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA IMAGEN DEL CONTINENTE AFRICANO


Enviado por   •  2 de Septiembre de 2012  •  556 Palabras (3 Páginas)  •  849 Visitas

Página 1 de 3

La imagen del continente africano que se ha ido forjando Europa desde los primeros descubrimientos portugueses ha estado marcada por tópicos y lugares comunes que, contrariamente a lo que cabría suponer, el paso del tiempo y el incremento de los intercambios parecen haber consolidado. Durante más de quinientos años de azarosa relación, África no ha gozado siquiera del privilegio de haber llegado a ser el otro, un personaje cuyos rasgos constituyen la negación de los nuestros, alguien de quien se recela porque nos desmiente. A diferencia del mundo islámico, África se ha instalado en el limbo de lo desconocido. Un limbo al que, ya en este siglo, se ha accedido tanto a través del exotismo superficial de las grandes producciones cinematográficas o de las agencias de viajes como, sobre todo, a través del charity business, sea en su versión evangélica y misionera o en la modalidad tecnocrática de la cooperación internacional.Si en las últimas décadas el islam se ha convertido en el destinatario de la agresividad occidental, el continente africano ha encarnado el anhelo roussoniano de ingenuidad y de pureza. Basta echar una mirada a los términos que se han empleado para denominar a dos de las más conocidas misiones militares de las Naciones Unidas para comprender el diferente papel que la perspectiva eurocéntrica ha asignado a estas dos regiones del planeta. Mientras que la operación para restablecer la frontera kuwaití con Irak recibió el nombre de Tormenta del Desierto, un título con evidentes resonancias guerreras, el envío de cascos azules a Somalia se colocó bajo el rótulo de Devolver la Esperanza. En este caso, las fuerzas internacionales no pretendían desalojar al invasor, sino que buscaban restituir al indígena en la placidez de su mundo original. Lamentablemente, los seguidores del general Aidid vinieron a complicar las cosas al convertir una cruzada celeste en un bárbaro ajuste de cuentas. A resultas del fracaso de la operación, el mito del buen salvaje empezó a morir en Somalia. Pero como el cadáver del poema de Vallejo, siguió, sigue y, por desgracia, parece que seguirá muriendo en Ruanda, Liberia y tantos otros territorios.

Referido al continente africano, el final de la guerra fría ha dado lugar a un hecho paradójico, y es que una región que nunca logró desembarazarse de una situación marginal en los momentos más críticos del enfrentamiento bipolar haya pasado a constituir uno de los desafíos más centrales del nuevo, orden internacional que se intuía tras el colapso de la Unión. Soviética. La multiplicación de focos de violencia de uno a otro lado del continente hace pensar que más allá de las razones estrictamente locales de cada conflicto, tiene por fuerza que existir una causa general, una explicación única que gravitaría sobre las matanzas interétnicas como un sucedáneo de lógica en medio de tanta sinrazón. Y, en efecto, quizá exista ese motivo último, y es muy probable, incluso, que esté relacionado con el colonialismo. Lo que, con toda seguridad, no ayudará a la causa de la paz en África es que Europa se subrogue en la responsabilidad de los tiranos y de sus hordas sanguinarias, que después de cada nueva matanza se considere que los verdugos capaces de exhibir con orgullo sus inverosímiles trofeos de muerte -cabezas cortadas o miembros mutilados- son a su vez víctimas de la colonización y no autores sin excusa de sus actos.

...

Descargar como  txt (3.4 Kb)  
Leer 2 páginas más »
txt