LA REVOLUCIÓN RUSA Y LA CONSOLIDACIÓN DEL MODELO SOVIÉTICO

4. LA REVOLUCIÓN RUSA Y LA CONSOLIDACIÓN DEL MODELO

SOVIÉTICO.

4.1. La Rusia zarista.

Una industrialización tardía.

El imperio ruso se extendía desde Finlandia hasta Vladivostok.

Rusia protagonizó un notable proceso de industrialización, la producción industrial creció en un 100%. El Crecimiento económico en su conjunto fue mucho más débil porque, el sector agrario, aumentó de una forma más lenta.

En las industrias metalúrgicas, textil, del petróleo y de transformación de alimentos el crecimiento era impresionante, la de maquinaria permanecía muy atrasada. La mayor parte del equipo industrial seguía viniendo del extranjero. Esta debilidad sería una de las causas principales de la escasez catastrófica de armamento cuando estallara la guerra.

El proceso de industrialización ruso estuvo lastrado por la escasez relativa de capital y por la ausencia de un sistema bancario desarrollado.

La inversión de capital extranjero en la construcción de los ferrocarriles y en la industria, crearon al ministro de Hacienda el gran problema de conseguir un excedente en el comercio de mercancías lo suficientemente grande como para asegurar los reembolsos necesarios. Consecuencia de ello fue la constante preocupación del Gobierno por aumentar el excedente exportable de productos agrícolas.

La política de Witte de fomentar y patrocinar deliberadamente la industrialización implicó la reducción del poder de compra de los campesinos, pero esta política, que pretendía fortalecer el poder del Estado frente a las potencias exteriores, limitó el crecimiento del mercado interior y terminó por agudizar los desequilibrios sociales.

La agricultura y los campesinos.

En primer lugar, el descontento campesino nació del hecho de que la tierra se repartió entre los terratenientes y los campesinos. En segundo lugar, los campesinos quedaron obligados a comprar su parte de tierra a plazos (derechos de redención). En tercer lugar, los campesinos no consiguieron la igualdad ante la ley, ni una auténtica libertad personal. Sus tierras les pertenecían a la institución (mir) En cuarto lugar, el rápido aumento de la población presionó sobre los medios de subsistencia.

Tras la convulsión revolucionaria de 1905, el ministro P. A. Stolypin intentó realizar una nueva reforma agraria entre 1906 y 1911. Los derechos de redención que aún subsistían fueron abolidos. La finalidad que se propuso Stolypin fue la de fomentar la aparición de una clase de campesinos propietarios que fuese próspera, eficiente y políticamente leal. Este proceso evolutivo se vio frenado y más tarde detenido por el estallido de la guerra en 1914.

La agricultura comercial  empezó a desarrollarse en algunas regiones incluso antes de la reforma. Después de ésta, se aceleró.

En definitiva, los campesinos más pobres no mejoraron su condición con la reforma de Stolypin, excepto quizás que les resultó más fácil vender sus pequeñas parcelas si querían trasladarse a otros lugares. El efecto fue aumentar el número de campesinos sin tierra y la emigración a las ciudades.

Las exportaciones y la producción agrícola crecieron de forma apreciable.

En resumen, puede decirse que el imperio ruso en 1913 estaba en trance de una rápida transformación pero que el progreso era desigual y provocaban tensiones sociales y políticas, lo cual, a su vez, causaba intranquilidad en las ciudades y hambre de tierra y motines en los pueblos.

El Gobierno se vio obligado a aceptar la existencia de una cámara legislativa electiva.

La falta de reformas democráticas y el estallido de la primera guerra mundial, con la consiguiente implicación del imperio ruso, provocaron nuevas tensiones económicas, sociales y políticas, que desembocaron en una profunda crisis del Estado ruso.

4.2. La guerra y el estallido de la revolución.

Rusia entró en la guerra con una industria de armamento débil y unas comunicaciones relativamente malas. El subdesarrollo de la industria mecánica y de maquinaria limitó las posibilidades de reorganizar la industria, y fue incapaz de evitar el deterioro de la red de transportes.

San Petersburgo estaba especialmente expuesto a sufrir las escaseces porque estaba situada lejos de las principales zonas productoras de alimentos  la escasez de alimentos, y el cansancio de la guerra, provocaron las huelgas y manifestaciones de febrero de 1917  originaron la caída del Gobierno y la abdicación del zar.

El vacío de poder lo ocupó el Gobierno provisional, Kerenski y Luov. El Gobierno provisional tomó algunas medidas socialmente progresivas.

La creciente influencia de las tendencias revolucionarias en los soviets tampoco redujo la conflictividad laboral en el seno de las empresas, que se acentuó ante acelerado crecimiento de la inflación.

El Gobierno provisional fue incapaz de controlar una situación verdaderamente caótica  y terminó por sucumbir al golpe de Estado de los bolcheviques en noviembre de 1917.

El triunfo de la insurrección bolchevique en noviembre de 1917 abrió un nuevo periodo crítico en la historia rusa. El gobierno bolchevique tuvo que afrontar unas tortuosas negociaciones con los alemanes que acabaron con la costosa paz de Brest-Litovsk. Finalmente, la crisis política interna ocasionó una cruel guerra civil, en la que una amplia y dispar coalición antibolchevique intentaron desalojar a los bolcheviques del poder.

Se conoce como “comunismo de guerra” al periodo comprendido entre el control bolchevique del Estado en 1917 y el final de la guerra civil hacia 1921.

El decreto sobre la tierra de 8 de noviembre de 1917, aprobado por el Congreso de los Soviets nacionalizó la tierra.  La tierra, y el derecho a utilizarla pertenecía a los campesinos.

El 27 de noviembre de 1917 se publicó un decreto sobre el “control obrero”, que concedió poderes a los comités de fábrica. La actuación de estos comités, sujeta a criterios locales o sectoriales, agudizó los problemas de coordinación de las diferentes empresas.

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