LA ÉPOCA CAROLINGIA Y EL SACRO IMPERIO

LA ÉPOCA CAROLINGIA Y EL SACRO IMPERIO

Los escritores de los primeros siglos medievales no son originales en sus ideas políticas, todavía están en ellos los restos de lo que habían pensado en el antiguo mundo.

Los intentos breves de restaurar el imperio de occidente dan paso a una mayor conciencias de las nuevas monarquías, en las que no existe una clara idea de estado, pero si del poder político. Dos ideas van adquirir un nuevo relieve: el carácter sagrado de todo gobierno, y la vertebración de un poder civil y otro religioso en una única sociedad cristianizada.

Ambas ideas representan el comienzo de una forma de pensamiento que tendrá gran significado histórico en el resto de los siglos medievales. En la época carolingia se da una atmosfera diferente los elementos de la vida pública sufren una trasformación nueva a los siglos anteriores.

La sublevación de Pipino contra la dinastía merovingia supone el inicio de una nueva época en gran parte de Europa. A mediados del siglo VI los reyes comienzan a prescindir de los derechos del imperio y a ejercer cada vez más el poder personal. Deja de hablarse de respublica en las actas oficiales. No solo va desaparecer la idea del estado, sino que el poder se concibe como una prerrogativa del rey en su propio beneficio y provecho, principalmente por medio de las conquistas y tributos. El propio reino es concebido como un patrimonio personal, y las posesiones van a ser repartidas entre los herederos del rey muerto.

En estas condiciones los merovingios, podían considerar al poder real como un señorío. El poder real se lo podía interpretar como algo similar al poder domestico del amo de casa y así como este dominaba sus esclavos. El rey era visto como dueño y señor de todos los habitantes de su reino, estos eran súbditos e inclusos esclavos. La fidelidad se presentaba a la persona y no a la institución. El deber del rey también va ser dar protección a sus súbditos como un padre. Esta concepción de poder entre los merovingios era en buena medida común a todas las monarquías bárbaras.

En el año 754, en la localidad de saint Denis, cercana a parís, el papa Zacarías ungía a pipino como rey de los francos, tras la sublevación de este contra la dinastía merovingia. Con ellos se inicia una nueva época. La figura que domina los primeros decenios de este periodo es Carlomagno. Su obra y la de su sucesor Ludovico pio, se encamino principalmente a establecer una civilización y un reino cristiano. A esta obra se asoció la iglesia que también saldría beneficiada.

El imperio carolingio representa la fusión de las costumbres tribales germanas, el sistema imperial romano y un cristianismo en expansión.

Durante este periodo nos ha quedado constancia de más de un medio de centenar de guerras de conquistas, provocadas por la expansión del cristianismo. El resultado más inmediato va ser la ampliación de los territorios iniciales del reino franco con las conquistas de Carlomagno, sobre lombardos, sajones, avaros y sarracenos.

En el año 768 Carlomagno experimento la necesidad de una mejor organización. Quiso disponer de un clero de mejor calidad y una nobleza formada por funcionarios bien instruidos y más aptos para una buena gestión naciente. Para ellos llamo gente de diferentes lugares hombres letrados y capacitados. También se dio la creación de escuelas y academias para la formación de la nobleza. Con esto los libros e intercambios de ideas se multiplicaron, aumentó con ello la producción de todo tipo de escrito. Numerosos padres latinos y algunos griegos, junto a la biblia, constituyen el trasfondo de las reflexiones eclesiástica. Las escuelas van a disponer de obras como de Isidoro de Sevilla y de Marciano Capella, la gramática se

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