LA ÉPOCA DE VARGAS 1930-1945
Daniel MartinezDocumentos de Investigación11 de Agosto de 2021
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LA ÉPOCA DE VARGAS: 1930/1945
Por Mónica Hirst
Este trabajo tiene como objeto realizar un breve análisis de la actuación política de Getúlio Vargas durante su primer periodo de gobierno. Se trata de un estudio sucinto que intenta sistematizar los hechos principales y señalar los momentos más relevantes de lo que se acordó en llamar la "era Vargas". Pretendemos poner el acento en las variables que definirán las transformaciones políticas, económicas y sociales durante los quince años en que Vargas permaneció en el poder, destacando la especificidad de la acción de su gobierno.
Consideramos importante subrayar el carácter limitado de este estudio frente a la dimensión que adquirió la trayectoria política de Vargas en la historia contemporánea brasilera. Solo nos proponemos examinar el periodo 1930/1945, en el cual Vargas ejerció el poder en forma continua, manteniéndose en un régimen cerrado y autoritario.
No analizaremos aquí su actuación posterior a 1945, cuando se altera profundamente el rumbo de su carrera política. El segundo gobierno de Vargas, de 1951 a 1954, se inserta en un contexto político bastante diferente al anterior. Vargas es entonces electo democráticamente, contando con un fuerte apoyo popular, y conduce su gobierno dentro de los parámetros constitucionales. En 1954, presintiendo que una vez más el golpe lo alejaría del poder, se suicida dejando al pueblo una carta testamento, su ultimo gesto político.
LOS ANTECEDENTES
La trayectoria política de Getúlio Vargas se inicia durante el periodo de la Republica Vieja, en los marcos regionales que definen el juego del poder del Brasil en esa época. La primera Republica (1889-1930) se definía, políticamente, por un sistema que fortalecía la estructura de poder regional-oligárquico, donde los estados económicamente más fuertes y demográficamente más expresivos garantizaban para si el control político y económico del país. De hecho, se trataba de un modelo estratificado, en el cual San Pablo y Minas Gerais, por ser regiones de producción cafetera -polo dinámico de la economía nacional- se aseguraban una posición hegemónica sobre los demás estados.
La actuación de Vargas en Río Grande do Sul, su estado de origen se desarrolla en el contexto especifico de la política local, que desde el inicio de la republica venían presentando rasgos bastante diferenciados con relación a los otros estados brasileños. Río Grande do Sul tenía, en el juego político nacional, perjudicada su participación por la intensidad de los conflictos políticos locales, que se traducían básicamente el antagonismo entre el Partido Republicano y el Partido Federalista.
La vida política de Río Grande era dirigida por el Partido Republicano. Auxiliado por determinaciones especificas de la constitución estadual, que permitía la legislación por decreto y la continua reelección del gobernante del estado, este partido se venia manteniendo en el poder; primero, con Julio de Castilho y después, con Borges de Madeiros. Este ultimo controlaba el estado desde 1906, a través de sucesivas reelecciones, apoyado en una estructura local centralizada, legitimada en la propia constitución estadual, de fuerte influencia positivista.
Los principios básicos autocráticos que definían la vida política de Río Grande do Sul se expresaba a través del castillismo, que tenia en el Partido Republicano el vehículo de sus ideales. Como miembro de este partido, Vargas dio los primeros pasos de su carrera política y fue elegido tres veces diputado estadual, entre 1909 y 1921. Participo, en el ejercicio de su tercer mandato, en la Comisión de Presupuesto y se destaco como líder en la mayoría. A partir de 1923, Vargas vio ampliada su actuación política: paso a ocupar una banca en la Cámara Federal, en la cual asumió el liderazgo de la bancada gaucha, y en 1926 fue invitado a ocupar la cartera de hacienda en el gobierno de Washington Luis.
En Río Grande do Sul, la oposición federalista a la dominación del Partido Republicano agudizaba el tradicional conflicto, que las fuerzas riograndeses intentaron solucionar en 1923 con el Pacto de Piedras Altas. Se firmo entonces un acuerdo que implicaba una reforma constitucional más favorable al relevo de las fuerzas políticas en la dirección del estado. En la practica, la aproximación entre las fuerzas federalistas y republicanas se expreso en la disputa estadual de 1928, cuando Vargas fue elegido presidente de Río Grande do Sul, dando principio a un proceso de conciliación que luego permitió la formación de un Frente Unido Gaucho. El nuevo jefe estadual, a través de los arreglos políticos utilizados en la composición de su ministerio y con la creación de un acceso más sistemático al círculo de poder para los diferentes grupos que componían la élite política riograndense, restringía la expresión de antiguas divergencias y se fortalecía se representatividad.
La autora es investigadora del Centro de Investigación y Documentación de Historia Contemporánea de la Fundacao Getúlio Vargas, Río de Janeiro.
CRISIS Y REVOLUCIÓN
A partir de la década del 20, el sistema político de la Vieja Republica comenzó a enfrentar una serie de crisis que desestabilizaron progresivamente el pacto oligárquico sobre el cual se sustentaba. Las revueltas lideradas por una juventud radical -los movimientos tenentistas-, la creciente insatisfacción de las clases medias urbanas frente al carácter excluyente del juego político oligárquico, los conflictos entre las oligarquías estaduales y las escisiones en el interior de las mismas, provocadas por diputas electorales, contribuían a una creciente vulnerabilidad del orden político vigente. También se agudizaba la grave situación internacional que venia afectando directamente las exportaciones del café brasilero. Todos estos hechos pasaron a determinar los contornos de un proceso de redefinición de la vida política brasilera. Se rompía el pacto oligárquico entre San Pablo y Minas Gerais, y Río Grande do Sul ascendía al circulo de los principales participantes de las articulaciones políticas nacionales. Se intensificaban, por otro lado, las disidencias oligárquicas locales, profundizando incompatibilidades políticas. En este contexto que se funda, en San Pablo, el Partido Democrático.
En 1929, en la medida en que se achicaba el camino de las negociaciones para la elección del candidato presidencial, se establecía un nuevo parámetro de alianzas entre los estados, explícito en la constitución de la Alianza liberal.
En torno a la candidatura de Vargas se unieron los estados de Minas Gerais, Río Grande do Sul y Paraíba, en oposición al candidato paulista Julio Prestes. La Alianza Liberal intentaba, al buscar el apoyo de las clases medias descontentas, de los tenientes revoltosos y de las oposiciones estaduales, incorporar en su plataforma una propuesta para ampliar la participación política sin traspasar, sin embargo, los limites concretos del orden liberal, de base agrario-exportadora, que definían la vida económica y política del país. El programa de la Alianza defendía la implantación de una nueva legislación electoral, la reorganización de la justicia y la educación, la elaboración de una legislación social, el incentivo al desarrollo económico y la adopción de medidas proteccionistas del cultivo cafetero. Las elecciones se registraron el 1º de marzo de 1930 y sus resultados indicaron la victoria del candidato paulista, como muchos opositores ya preveían. Además de la derrota de Vargas, a diversos candidatos aliancistas a la Cámara no se le reconocieron sus mandatos.
Entre tanto ya se registraban una serie de vinculaciones entre miembros de la oposición, con el objeto de preparar una salida revolucionaria que tendría como brazo militar al tenentista. Entre los principales articuladores estaban Osvaldo Aranha, Joao Neves de Fontoura, Flores da Cunha y Lindolfo Collor; entre los tenientes se destacaban Siquiera Campos, Juárez Távoda y Joao Alberto.
En el mes de julio, el asesinato de Joao Pessoa, gobernador del estado de Paraíba y ex-candidato a la vicepresidencia en la formula de Vargas, provoco manifestaciones de protesta en varios puntos del país. Frente a la intervención federal en Paríba, se desencadeno el proceso revolucionario que en los momentos finales de su preparación contó con el liderazgo personal de Vargas. El movimiento se inició el 3 de octubre en Río Grande do Sul, y ya el día 24 de ese mes se constituía la Junta Gubernamental que depuso al presidente Washington Luis y el 3 de noviembre impuso a Getulio Vargas como jefe de estado.
GOBIERNO PROVISIONAL
La actuación de Vargas durante el Gobierno Provisional se caracterizó por el esfuerzo permanente para conciliar, a nivel regional y nacional, conflictos y disputas políticas provocadas por antagonismos declarados entre las oligarquías estaduales y los grupos tenentistas. A estos últimos les interesaba el control de los estados, ya sea asumiendo sus gobiernos o ejerciendo influencia directa con la elección de los interventores. La sustitución inmediata de los presidentes estaduales tenían como objetivo someter a las oligarquías regionales al poder central del Gobierno Provisional.
La preocupación por crear un espacio político institucional para los revolucionarios también se manifestó en la composición del gabinete, inclusive en la creación de dos nuevas carteras (Trabajo y Educación), cuando Vargas procuro respetar las aspiraciones de los diferentes grupos que habían participado en el movimiento del 30. En este sentido, la participación de Río Grande do Sul se contempla con tres de los siete ministerios
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