LEY DE LAS XII TABLAS
Enviado por palomac10 • 26 de Septiembre de 2014 • 373 Palabras (2 Páginas) • 327 Visitas
LEY DE LAS XII TABLAS
La ley de las XII tablas o la ley igualdad romana era texto con gran valor para el pueblo romano ya que este regulaba la convivencia y decía como debía comportarse o actuar el pueblo romano. Se dice que este por su contenido pertenecía más al derecho privado que al derecho público. Este fue el primer código que establecía reglamentación sobre censura.
Este antiguo código se plasmó en 12 tablas de madera pero por los años estas se deterioraron y se plasmaron en planchas de bronce, hoy en día las antiguas tablas de madera han sido desconocidas por el humano físicamente ya que no queda indicio alguno de ellas, algunos autores piensan que nunca llegaron a existir pero no obstante dejaron una gran marca permanente para la historia del derecho.
IV TABLA.
Esta cuarta tabla establece el derecho de familia y de sucesiones.
Regulan normas relativas a la tutela de menores de edad no sujetos a patria potestad al haber fallecido su padre. Por igual contenían normas relativas a la curatela a fin de administrar los bienes de aquellas personas pródigas, enfermos mentales o discapacitados. También había normas para tutelar a las mujeres solteras una vez fallecido el padre, de ellas se harían cargo familiares próximos.
En esta tabla por primera vez se limita legalmente el poder absoluto del paterfamilias sobre su familia.
En relación con la mujer, se estableció el divorcio a favor de la mujer, la mujer se divorciaba ausentándose durante tres días del domicilio conyugal con ese propósito.
En relación con los hijos, el paterfamilias perdía la patria potestad de sus hijos si los explotaba comercialmente en tres ocasiones, ya que el hijo quedaba emancipado.
En materia de sucesiones, se da preferencia a la sucesión testada en relación con la intestada.
Si la sucesión era intestada la ley establecía como primeros herederos a los herederos sui, de derecho propio, esto es los hijos y la mujer como una hija más. Si no había herederos sui, heredaba el agnado más próximo al fallecido; aquellos parientes que estuvieron sujetos con el fallecido a la potestad de un ascendiente común.
Si tampoco existían herederos agnados, heredaban los gentiles, aquellas personas con el mismo gentilicio o apellido que derivaban de la misma gens que el fallecido.
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