La Carta De Jamaica
ossinho27 de Abril de 2012
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La Carta de Jamaica es un texto escrito por Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815 en Kingston, en respuesta a una misiva de Henry Cullen donde expone las razones que provocaron la caída de la Segunda República en el contexto de la independencia de Venezuela.
[editar]Contexto histórico
Al llegar Bolívar a Kingston en 1815, contaba con 32 años. Para este momento llevaba apenas 3 años de plena responsabilidad en la lucha de la independencia a partir de la declaración del Manifiesto de Cartagena el 15 de diciembre de 1812 una intensa actividad militar.
Primero, en 1813, con la Campaña Admirable, que lo llevó vertiginosamente en pocos meses a Caracas el 6 de agosto de 1813 para intentar la refundación de la República, empresa que termina en 1814, en fracaso frente a las huestes de José Tomás Boves. Luego de este fracaso regresa a la Nueva Granada, para intentar repetir la hazaña de la Campaña Admirable, acción que es rechazada por sus partidarios. Sintiéndose incomprendido en Cartagena de Indias, decide tomar el 9 de mayo de 1815 el camino del destierro hacia Jamaica, animado por la idea de llegar al mundo inglés y convencerlo de su cooperación con el ideal de la independencia Hispanoamericana. En Kingston vivirá desde mayo hasta diciembre de 1815, tiempo que dedicó a la meditación y cavilación acerca del porvenir del continente Americano ante la situación sobre el destino de México, Centroamérica, la Nueva Granada, Venezuela, Argentina, Chile y Perú.
[editar]Contexto ideológico
Alrededor de 1800, Bolívar estudió la política y las ideas de la época de Revolución en Francia. Bolívar como muchos de los criollos no era ajeno de las teorías sobre el derecho natural y el contrato social y estas ideas eran pilares en su manejo político y su defensa de la libertad y la igualdad, claras premisas ilustradas. En la carta de Jamaica se ve claramente la influencia de la ilustración y sus grandes pensadores, Bolívar incluye conceptos de Montesquieu cuando habla de "despotismo oriental" para definir al Imperio español. Bolívar tenía en Montesquieu a su autor favorito, para Bolívar El espíritu de las leyes era una obra a la que Bolívar recurría siempre como ayuda bibliográfica a la hora de definir posturas y discertaciones sobre el futuro y presente de los pueblos coloniales sudamericanos.
Bolívar tuvo que diseñar su propia teoría de la liberación nacional y, como hemos señalado, esta fue una contribución a las ideas de la ilustración, no una imitación de ellas.
John Lynch
Aunque la Carta estaba originalmente dirigida a Henry Cullen, está claro que su objetivo fundamental era llamar la atención de la nación liberal más poderosa del siglo XIX, Gran Bretaña, a fin de que se decidiera a involucrarse en la independencia americana. No obstante, cuando los británicos finalmente accedieron al llamado de Bolívar, este prefirió la ayuda de Haití.
El 6 de setiembre de 1815, en Kingston, donde se hallaba asilado, Bolívar escribe la célebre Carta de Jamaica, dirigida a «un caballero de esta Isla», que resultó ser, según meticulosas investigaciones, Henry Cullen.
En esta profética carta, Bolívar analiza la situación de Venezuela y atisba el futuro de toda América con una fidelidad asombrosa, producto de sus claros conceptos sociológicos, por lo que ha sido llamado «el primer sociólogo americano de su tiempo».
ANTECEDENTES DE LA CARTA DE JAMAICA
Era necesario en aquellos momentos, abrir perspectivas al movimiento de independencia; levantar el ánimo de los vacilantes y pesimistas del campo patriota, y al mismo tiempo, neutralizar en los posibles aliados extranjeros los efectos de la propaganda realista, disipar la mala impresión reinante en el exterior, explicar la justeza de la causa patriota; el origen de la guerra de independencia; las contradicciones entre las colonias y la metrópoli y las condiciones sociales y políticas favorablesque constituían la base histórica del movimiento de independencia.
El Libertador, una vez más en el exilio, vivía entonces los peores momentos de su azarosa vida política. Sin embargo, no perdió ni un momento la voluntad de continuar la lucha, ni la seguridad en el triunfo definitivo. Desde mayo había llegado a Kingston, capital de la isla de Jamaica, en donde se dedicó activamente a buscar auxilios, principalmente con el gobierno inglés, para continuar la lucha en Tierra Firme. El Libertador estaba convencido de la necesidad de la ayuda exterior para alcanzar la independencia. Lo mismo que lo estuvieron Miranda y Miguel José Sanz, la guerra no podía librarse sin armas, sin pertrechos, sin dinero para atender a los gastos del conflicto. Y tales elementos había que buscarlos en el exterior, pues las condiciones de atraso económico en que se encontraba Venezuela, no permitían ni siquiera pensar en obtenerlos dentro del país. Para continuar la guerra no había otra alternativa que recurrir a la ayuda de los países extranjeros. La posición de El Libertador en relación con este aspecto aparece claramente expresada en este párrafo de una carta suya escrita en Jamaica a Sir Ricardo Weliesley, alto funcionario del gobierno inglés:
"Si me hubiese quedado un solo rayo de esperanza de que la América pudiese triunfar por sí sola,ninguno habría ambicionado más que yo el honor de servir a mi país, sin degradarlo a la humillación de solicitar una protección extraña. Esta es la causa de mi separación de la Costa Firme. Vengo a procurar auxilios: iré en su busca a esa soberbia capital; si fuese preciso marcharé hasta el polo, y si todos son insensibles a la voz de la humanidad, habré llenado mi deber, aunque inútilmente y volveré a morir combatiendo en mi patria".
Los auxilios que buscaba El Libertador eran armas, municiones y dinero para continuar la guerra. En aquellos mismos días había escrito a su amigo Maxwell Hyslop, comerciante inglés de Kingston exponiéndole las necesidades de los patriotas, las cuales estimaba así:
"... veinte o treinta mil fusiles; un millón de libras esterlinas; quince o veinte buques de guerra;municiones, algunos agentes y los voluntarios militares que quieran seguir las banderas americanas: he aquí cuanto se necesita para dar la libertad a la mitad del mundo y poner el universo en equilibrio".
"La Costa Firme se salvaría con seis u ocho mil fusiles, municiones correspondientes y quinientos mil duros para pagar los primeros meses de la campaña".
Por último, la idea de El Libertador en relación con esta ayuda era que no seria gratuita y las naciones que contribuyeran a la independencia, obtendrían, a cambio, los beneficios del comercio con los nuevos países, que durante siglos había sido monopolio de España.
ANALISIS DE LA CARTA DE JAMAICA
(ALBERTO ARIAS AMARO)
De los escritos dejados por El Libertador durante su exilio en Jamaica, ninguno tan importante ni de tanta trascendencia como su carta de fecha 6 de septiembre de 1815, conocida con el nombre de CARTA DE JAMAICA. Este documento aparece en las obras de El Libertador bajo el título de"Contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla"; y aunque durante muchos años se creyó que el destinatario había sido un personaje imaginado por Bolívar, una meticulosa investigación ha dejado aclarado que el destinatario fue el Sr. Henry Cullen, vecino del puerto de Falmouth, al norte de Jamaica.
Muchos elogios se han escrito para El Libertador en torno a la Carta de Jamaica, basándose unos en la claridad del análisis de los acontecimientos a que se refiere; a la certeza de las ideas sociales que expone; al conocimiento profundo de la realidad hispanoamericana que revela o a la facultad de prever el futuro de nuestros países. Se ha insistido tanto en este último aspecto, que a veces se olvidan otros no menos importantes o quedan opacados por la fascinación que produce el acierto con que El Libertador predijo entonces el futuro de los países de Hispanoamérica. Esto ha dado origen al nombre de "Carta Profética", como también se conoce el documento.
Los aspectos más importantes de que trata la Carta de Jamaica, son los siguientes:
1. Presenta un panorama general de la guerra de independencia a fines de 1815. Los realistas dominaban la mayor parte de sus antiguas colonias (Venezuela, Nueva Granada, Quito, Perú, Cuba, Puerto Rico). En Chile y México la situación no se había decidido; y sólo en el Río de La Plata habían triunfado los independientes.
A pesar de este balance negativo, El Libertador expresa su seguridad y confianza en el triunfo definitivo de la causa patriota. Dice al respecto:
"Porque los sucesos hayan sido parciales y alternados, no debemos desconfiar de la fortuna. En unas partes triunfan los independientes, mientras que los tiranos en lugares diferentes obtienen sus ventajas, y ¿cuál es el resultado final? ¿No está el Nuevo Mundo entero conmovido y armado para su defensa?
El suceso coronará nuestros esfuerzos porque el destino de América se ha fijado irrevocablemente."
El Libertador considera la revolución de independencia como un hecho irrevocable, que no podía volver atrás, y que a pesar de los fracasos sufridos, terminaría con la victoria definitiva de la causa independiente.
2. En la Carta de Jamaica, El Libertador critica duramente el sistema colonial y señala la incapacidad de España para seguir manteniendo su dominación en América.
En sus críticas al sistema colonial, El Libertador señala como aspectos negativos la conducta de los españoles con la población americana,
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