La Familia En Roma Antigua

IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN EL DERECHO ROMANO

La familia romana fue una institución presente en el ámbito social y jurídico, compuesta por todos los que vivían bajo la autoridad del pater familias.

La familia la componía aquellos individuos que nacidos libres, vivían bajo el mando del pater familias, conducta propia de un estatus parental natural y jurídico, político, económico, religioso, etc.

Dicho mando o conducta, suponía asumir tanto la protección como la autoridad del cabeza de familia. La familia como institución era legamente tan fuerte que era allí donde se dirimían cuestiones que hoy se tratan en juzgados. La familia era la elemento primordial, la base de la sociedad romana.

El pater familias tenía la potestad sobre los miembros de su familia, disponiendo de la vida de cualquiera de sus integrantes, podía venderlo como esclavo incluso darle muerte si lo consideraba justo, podía abandonar un hijo nacido de su esposa o reconocerlo, podía incluso adoptar hijos de otros, concertar casamientos de los hijos etc. Como jefe de familia es también el sacerdote de la religión familiar y el juez en los conflictos entre familiares, pero para esto último debía contar con el asesoramiento de un consejo familiar.

La mujer nunca podía ser cabeza de familia romana.

Es necesario, tener presente que el parentesco natural fundado en la descendencia física de la mujer se conoce como cognatio, es decir, vinculado por la procreación y el nacimiento, el cual carece de valor civil; en cambio, el parentesco civil, fundado en el reconocimiento por parte del hombre de su descendencia o en la adopción como hijos de descendencia ajena, esto se conocía como agnatio, este era el único parentesco legalmente válido.

La adoptio era el acto de adoptar a alguien, si a quien se adoptaba era parter familia se adopta a toda su familia y su patrimonio pasa al adoptante, este acto se conoce como arrogatio.

Por la adoptio, un hijo extraño pasa a ser igual que un hijo legitimo del matrimonio. Por tal razón los romanos daban mas importancia a la decisión legitimante del pater familias (agnaito) que al hecho físico del parentesco natural (cognatio).

La mujer romana, está siempre en un segundo plano y así no participa en la vida pública, en la política, en la literatura, ni puede ser cabeza de familia e incluso los nombres de oficios de la primera declinación son masculinos. La mujer no tenía derechos.

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