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La Guerra De Los Seis Dias


Enviado por   •  19 de Febrero de 2014  •  5.157 Palabras (21 Páginas)  •  283 Visitas

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ENSAYO

“LA GUERRA DE LOS SEIS DIAS”

Ningún conflicto nace por generación espontánea. El Conflicto Arabe - Israelí, a través de los años ha venido gestándose alimentándose primero, en épocas imperialistas, seguido del colonialismo y el desmembramiento consiguiente de la presencia de Inglaterra y Francia, entre otros y con intereses en la zona. Es humano y no sabemos hasta que límite puede ser lícito, tomar una postura acorde con propias convecciones. Creemos que siempre y cuando se sea respetuoso con otros razonamientos más o menos constatados. Quizá nuestra conciencia, en un personal acto de auto censura, pueda ser acallada, o al menos enmudecida en honor a la pluralidad y tolerancia.

En el conflicto que nos atañe, considero que Israel, no puede reivindicar como propio, a espaldas de todo razonamiento ético y moral, unos territorios que abandonaron hace más de veinte siglos, por diferentes y no todavía esclarecidos motivos, amparándose en afirmaciones de corte bíblico. Cuando en el reinado de Salomón , de las doce tribus de Israel, diez se exiliaron a Egipto y solo dos, la de Israel y Judá se quedaron en el territorio que aún no se llamaba Palestina, es curioso aunque constatado y positivamente esclarecedor, que desde entonces y hasta finales del siglo XIX, convivieran en aquellas tierras las tres grandes religiones monoteístas, la hebrea, la musulmana y la cristiana. Relativamente en paz, matrimoniándose entre ellos incluso, puesto que a pesar de sus diferencias religiosas, y por encima, primaban lazos de unión nacidos de ser todos semitas, árabes todos al fin y al cabo.

Nace en el 1.897 el sionismo político, de carácter expansionista y con reminiscencias de nacionalismo étnico. Se les ofrece para crear un hogar judío, Uganda, entre otras zonas. No se acepta. O Palestina o nada. Esto ocurría en el transcurso del sexto Congreso sionista. La crisis larvada desde hacía años, estalló violentamente. Jabotinski, crea en el 1.925 el Partido Revisionista que defendía posiciones radicales de derechas, incluso atacando a Weizmann y a otros líderes moderados. Culpables a todas luces y avalados por la Declaración Balfour que dio pié a la partición de Palestina, con la Sociedad de Naciones incapaz de vislumbrar el caos de enfrentamientos árabe judíos que propiciaba con la autorización a la creación de un hogar judío, que no un estado. El Conflicto había nacido. Los años siguientes nos darían la razón, al haberse sentado las bases de enfrentamientos armados, actos terroristas por ambas partes con la consiguiente muerte indiscriminada de miles y miles de muertes inocentes.

Si a finales del XIX, convivían pacíficamente en Palestina 700.000 palestinos,30.000 judíos y 3.000 cristianos- todos árabes -, la Partición dio pié a una masiva emigración del orden de los dos millones de extranjeros de religión judía procedentes de países tan diversos como Inglaterra, Alemania, Francia, Polonia, Marruecos, Etiopía y otros, mayoritariamente de Rusia.

Debemos decir que en Palestina viven en la actualidad judíos nacidos en su nueva patria, del orden del 60% y el otro 40%, son originarios de otras nacionalidades y sin raices de sangre en Palestina, con la religión como común denominador.

Existe una malévola pregunta sin respuesta en el presente y con dudas de ser esclarecida en el futuro. Por qué no hubo integración en sus países de origen, incluido el aire que pulula a su alrededor de un cierto rechazo, que contrasta con el enfermizo deseo de emigrar hacia Palestina a la que nada les une desde hace miles de años. Pienso que subyace, además, lo que se deriva y a quién interesa el actual choque de civilizaciones.

Con una claramente dominante, la Occidental, que ha hecho claramente comprensible el rechazo de la civilización oriental en consideración de enemiga y expoliada. Sin embargo daría frutos en el futuro, buscar un acercamiento tolerante como respuesta única.

Las civilizaciones al igual que cualquier poder dominante, necesita un enemigo que justifique tropelías. Entiendo que la posible culpa gira alrededor del desconocimiento de la naturaleza de las culturas.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS AL CONFLICTO

Contencioso del enfrentamiento árabe- israelí, basado sobre la actual idea imperialista de un pueblo diseminado “el judío” enfrentado al bloque árabe en bloque, con fundadas Reivindicaciones territoriales a recuperar por encima de la legalidad internacional, y contra los intereses milenarios del pueblo palestino. .Los derechos de estos últimos, probados históricamente y legitimados de soberanía territorial por el Orden Internacional, a través de reiteradas resoluciones de las diversas Comisiones de las NNUU.

Israel, en este eterno conflicto, acude a la Biblia para fijar sus fronteras, como si los hebreos de hoy, que han permanecido veinte siglos alejados de su Tierra Prometida, fuesen los legítimos herederos de quienes por derecho de conquista, las usurparon a los filisteos hace más de tres mil años. Retrocediendo a 1.897, fecha del primer Congreso Sionista, Teodoro Herzl, fue contestado por sus propios correligionarios con un rotundo NO a la propuesta británica de ofertarles, entre otros países, a Uganda, como suelo nacional judío. Palestina o nada, fue la respuesta.

En 1.904 J. Weizmann, moviéndose entre las cancillerías europeas arrancó de los ingleses la Declaración Balfour con lo que la incipiente emigración judía, fue creciendo. Los árabes pensaban ya en aquellas fechas, que la implantación de un Estado judío en la zona, significaría casi de inmediato, la repoblación del territorio con la llegada de inmigrantes que irremisiblemente les llevaría a reclamar mayor suelo a mayor suelo. Pensamiento que se materializó de inmediato.

Los árabes sostenían que los ingleses habían hecho una promesa a los judíos sobre una zona en la que no tenían derechos legales, ya que solo mantenía una tutela como potencia mandataria. Era a todas luces una medida unilateral y arbitraria. Incluso en la propia Inglaterra se oían voces, en el sentido de que los habitantes del país, los palestinos, deberían tener prioridades.

Los sionistas, que ya estaban organizados, formaron la Agencia Judía, que se convirtió de hecho, en un gobierno en embrión, que, en una verdadera labor de zapa, recogía fondos del capitalismo mundial, compraba tierras, organizaba granjas donde asentar a los emigrantes.

Ya en 1.939, tenían una organización militar clandestina, la Haganah, con una célula terrorista, la Stern, posteriormente responsable de la matanza de representantes de la ONU,

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