La Industrialización

La industrialización, también conocida como la Revolución Industrial, fue una gran transformación en la economía y en la sociedad, que fue iniciada en Gran Bretaña en las primeras décadas del siglo XIX. Fue influenciada por grandes factores demográficos, económicos y políticos que afectaron y posibilitaron el inicio de este radical cambio en la industria.

La sociedad pre revolucionaria estaba llena de desigualdad, ya que las familias de baja cuna vivían en crisis por la escasez, debido a la baja productividad y por el escaso salario. Se resaltaba la desigualdad en la sociedad. Alrededor de un 80 a un 90% de la población era campesina, lo que significa que vivían en bajas condiciones.1 Se producían manifestaciones de los campesinos, que luchaban por conseguir que bajasen los precios.

En el siglo XVIII era frecuente que las familias campesinas simultanearan el trabajo agrícola con la elaboración de productos textiles, que los comerciantes vendían en mercados lejanos.1 A esto se le llamaba protoindustrialización, y esto ayudo a aumentar los ingresos y el capital en varios países de Europa (países de Centroeuropa, Gran Bretaña, Holanda y el Mediterráneo)1

La Revolución Industrial inició en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII y el XIX. Fue causada por el crecimiento demográfico (mayor cantidad de población) lo que significaba que había una mayor demanda de productos. Se crearon nuevas técnicas agrícolas y se desarrollaron las pequeñas empresas.

Entre los mayores cambios que se produjeron están el de la máquina de hilar y tejer llamada Cartwight que permitía una mayor producción de dichos productos. También se encuentran las nuevas formas de energía, como la máquina de vapor que es aplicada en la minería y en los telares. Desaparece la industria doméstica. Aparecen complejos industriales junto a las minas de carbón. El carbón es utilizado para alimentar las máquinas a vapor y el hierro en construcciones de nuevas máquinas. Esto causaba duras condiciones de trabajo para los obreros industriales.

Luego de que la Revolución Industrial se desarrolle en Gran Bretaña se expandió a la Europa continental (Francia, Bélgica, Alemania, norte de Italia, España, etc.). Se crearon nuevos sistemas de transportes y comunicaciones a nivel internacional como el ferrocarril, la navegación a vapor y el telégrafo eléctrico.

Podemos concluir que la Revolución Industrial fue un gran cambio en las relaciones internacionales (competividad, aceleración de producción etc.) y se creó un aire de tensión con los miembros del campesinado por las malas condiciones de trabajo, pero también se pudo mejorar el comercio internacional y el intercontinental.

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