ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Industrializacion

hamilk8 de Julio de 2014

7.317 Palabras (30 Páginas)319 Visitas

Página 1 de 30

Si se habla del origen del capitalismo en un país determinado hay que considerar, en primer lugar, la formación de la industria, entendida como una organización espacial en la que se agrupa bajo el mando de un empresario capitalista- que invierte en capital constante (maquinaria, equipo, materias primas, planta física, etc.) y en capital variable (fuerza de trabajo)- a un conjunto de trabajadores despojados de medios de producción y que por ende venden su fuerza de trabajo con la finalidad de producir plusvalía para valorizar un capital. Desde el punto de vista técnico, la industria es un sistema articulado de máquinas y herramientas cuya fusión aumenta la productividad del trabajo y somete a los obreros a los ritmos y movimientos de los instrumentos mecánicos con la finalidad de acrecentar la producción de plusvalía69. El desarrollo de la industria -o la incursión del capitalismo en el terreno de la producción es un indicador de que el modo de producción capitalista se hace hegemónico dentro de una formación social concreta. El cambio que genera la industrialización es trascendental, puesto que, a partir de este momento en la historia humana, la producción determina al consumo. «La industrialización capitalista sólo puede tener lugar, en un cierto sentido, cuando la producción determina la cantidad y la forma del consumo, es decir, cuando el mercado es función de la capacidad productiva en vez de que la capacidad productiva sea función del mercado»70. Por esta razón es indispensable estudiar las condiciones históricas bajo las cuales surge la industria en la sociedad colombiana. La industria en Colombia se gestó durante un largo período que se inició desde fines del siglo XIX, pero sólo se consolidó en las décadas de 1920 y 1930. Aunque es indudable el papel central del café en el proceso de industrialización, no se debe desconocer que eso fue posible merced a una serie de antecedentes, especialmente en el departamento de Antioquia, de acumulación de capital dinero por unos cuantos negociantes, lo que luego posibilitaría el despegue industrial. En Antioquia se destacó el rol de la minería, del comercio y de la ganadería en la acumulación de capital por parte de una variada gama de sectores que configurarían luego a la naciente burguesía industrial71. En nuestro caso, igual que en la situación clásica de Inglaterra, los «capitanes de industria» no cayeron del cielo, sino que se configuraron durante un amplio proceso histórico, antecedido por el desarrollo de diversas actividades. En Antioquia, por ejemplo, desde la segunda mitad del siglo XIX distintos capitales se acumularon en la minería, en el comercio, en la ganadería, en la compra de tierras sin que existieran empresarios dedicados a una sola actividad ya que predominaba la diversificación de inversiones, característica que siguió prevaleciendo cuando ya estaba definitivamente consolidada la industria. Sin embargo, antes del café los intentos de crear industrias y manufacturas no tuvieron éxito por variadas circunstancias: inexistencia de un mercado interior unificado, ya que incluso los mercados locales eran muy estrechos; pésimas condiciones de comunicación al no existir un sistema adecuado de transporte que integrara internamente a las distintas regiones del país; predominio de haciendas precapitalistas con relaciones semiserviles de trabajo; inestabilidad política por las continuas guerras civiles que asolaban el territorio colombiano, lo que afectaba seriamente cualquier actividad productiva. Teniendo en cuenta estos aspectos, la industrialización en el sentido estricto del término sólo toma cuerpo en los treinta primeros años del siglo XX, en cuatro epicentros regionales alrededor de las principales ciudades Medellín, Bogotá, Barranquilla y Cali que desde entonces se convirtieron en los ejes del desarrollo capitalista72. El café fue clave en el proceso de industrialización porque amplió y consolidó un mercado interno nacional; ayudó a formar grandes capitales en diversos sectores de la esfera económica; y, a través de las actividades de beneficio del grano, se posibilitó la creación de un mercado de fuerza de trabajo libre y asalariada en las ciudades73 , puesto que en los primeros años del siglo XX los obreros asalariados de las trilladoras de café eran la mayoría de la fuerza de trabajo empleada en el sector manufacturero nacional. Así, en 1918, el 48 por ciento de las 2164 obreras empleadas en las fábricas y talleres de Medellín laboraba en las trilladoras de café; en 1922, en Manizales, de las 467 obreras existentes, el 57 por ciento, es decir 269, trabajaban en las trilladoras; en 1925, en Cali el 41 por ciento de los trabajadores empleados en los establecimientos industriales y talleres vinculados a las trilladoras de café74. Rápidamente las mujeres ingresaron a trabajar las grandes fábricas que se establecieron en las ciudades, como fue el caso de «Bavaria» en Bogotá. Hasta mediados de la década de 1910, tres elementos influyeron en la escogencia de los lugares donde deberían localizarse las primeras fábricas: la cercanía a las fuentes de energía hidráulica, la proximidad a los mercados de la fuerza de trabajo y de productos, y los privilegios fiscales otorgados por los municipios. El crecimiento urbano, la ampliación del mercado interior, el aumento de la fuerza de trabajo libre en disponibilidad de ser empleada, la posibilidad de contar con energía eléctrica y las mejoras en los transportes, llevaron después de 1910, a los empresarios capitalistas a replantear la localización de las fábricas75. Un primer problema que encontró la naciente industria colombiana, y en especial la de Antioquia, fue la falta de materias primas nacionales para su abastecimiento, de ahí que se viera obligada a importarlas. El caso de la industria textil es bien elocuente al respecto, porque el algodón, materia prima esencial para su funcionamiento, no pudo ser suministrado en forma satisfactoria en la década de 1920. A pesar de que la sustitución de importaciones sólo tomó cuerpo y se impuso, a fuerza de circunstancias, tras la gran depresión en los años treinta, antes ya se habían hecho los primeros esfuerzos de abastecimiento interno. Un ejemplo es el de la fábrica de gaseosas, cuyos envases de vidrio empezaron a ser producidos en el país, así fuera en una pequeña escala del 10 por ciento. Luego ese proceso se amplió y en 1922 la mitad de las materias primas que consumía la fábrica de gaseosas Posada Tobón eran producidas internamente en la economía colombiana76. En cuanto al desarrollo técnico, la naciente industria colombiana era comparativamente atrasada, aunque el sector textil antioqueño, dominado por grandes empresas, desde un comienzo incorporó tecnología avanzada y renovó constantemente sus equipos durante las décadas de 1910 y 1920. Pero no todo el sector textil se había modernizado tecnológicamente, puesto que algunas empresas subsistían más por el tipo de artículos que generaban que por los métodos y técnicas implementados. Como novedad técnica, las fábricas fundadas entre 1902 y 1909 empezaron a emplear la energía eléctrica, y aunque se siguieron utilizando los motores a vapor en algunas de las nacientes fábricas se combinaron con los motores eléctricos. Este hecho estaba relacionado con el interés de diversos capitalistas colombianos en el desarrollo de la energía eléctrica en las ciudades, para lo cual desde fines del siglo XIX fundaron empresas de energía para dotarlas de bombillos, pero también para asegurar el abastecimiento de energía para sus propias empresas. No fue sorprendente que los fundadores de la primera fábrica de cementos del país, Cementos Samper, hubieran creado cinco años antes la Compañía de Energía Eléctrica de Bogotá, y que, obteniendo concesiones de la Asamblea de Cundinamarca y del Consejo de Bogotá, utilizaran el rió Bogotá para montar la planta hidroeléctrica de El Charquito con 400 kilovatios de potencia. Un caso similar ocurrió en la Costa Atlántica, donde Evaristo Obregón, promotor de la empresa de energía Eléctrica de Barranquilla, creó en 1910 la empresa de Tejidos Obregón. De la misma forma, algunos de los fundadores de la Compañía Antioqueña de Instalaciones Eléctricas de Medellín, dueña de la planta de Santa Elena, eran los mismos capitalistas que luego fundarían empresas como la Fábrica Textil de Bello, la Cervecería Antioqueña y Coltejer75. La Importación de maquinaria extranjera se hizo primero en Antioquia, por los fundadores de la Fábrica Textil de Bello, ganaderos, comerciantes y cafeteros, con lo cual se inició propiamente hablando la industria moderna, que transforma materias primas mediante la utilización a gran escala de maquinas. Muchas de las primeras fábricas fueron abastecidas con máquinas traídas del exterior, razón por la cual sus propietarios viajaron a países como Francia, Estados Unidos e Inglaterra, tanto para comprar los equipos como para conocer los métodos más sofisticados de organización técnica y de trabajo. En este sentido se destacan casos como los de Bavaria, fundada por el capitalista alemán Leo 5. Koop, que trajo desde su país natal a los técnicos especializados en la preparación de la cerveza; o la fábrica Fósforos Olano que se construyo a partir de la visita de su fundador a una fábrica de fósforos de Marsella, Francia, de donde copió escondidas la técnica del proceso de fabricación; Pedro Nel Ospina seleccionó en Inglaterra la maquinaria necesaria para el funcionamiento de la fábrica Textil de Bello, la cual se averió al ser a lomo de mula hasta Medellín, donde fue arreglada y adaptada por mecánicos nacionales79. Pese a las dificultades del transporte, las nacientes industrias fueron incorporando maquinaria moderna traída desde el exterior. Las primeras fábricas en Colombia, tanto

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (46 Kb)
Leer 29 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com