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La Prehistoria

marianaodre30 de Octubre de 2012

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION

UNIDAD EDUCATIVA COLEGIO “MARIA DE SANTA ANA”

2do AÑO DE EDUCACION MEDIA SECCION “U”

ASIGNATURA: HISTORIA UNIVERSAL

DOCENTE: EDWARD ROJAS.

INTRODUCCION

Si bien se reconocen diversos antecedentes del positivismo, asociado fundamentalmente a lo empírico, será en la segunda mitad del siglo XIX que el mismo se consolida como un método científico pero también como una concepción filosófica del mundo. El positivismo puede definirse, en términos generales, como una postura filosófica de oposición al idealismo y rechazo de la metafísica, basada en la creencia en los hechos o realidades concretas accesibles a través de los sentidos. Acompaña el proceso de secularización y también el industrialismo, y sustenta nociones fundamentales del orden social del momento, como las de orden y progreso.

Como método científico, el positivismo establece un conjunto de premisas o reglas básicas:

La observación es la base de todo conocimiento. Y lo que puede conocerse no es la esencia de las cosas, sino las relaciones o conexiones entre los fenómenos observados. Esto lleva al estudio de los fenómenos, de lo que es, renunciando a descubrir su origen o destino último (renuncia metafísica).

Esta observación es objetiva, es decir, independiente del sujeto que conoce. La neutralidad y la objetividad serán aspiraciones o pretensiones centrales del positivismo.

El conocimiento de las relaciones debe llevar a la formulación de leyes que den cuenta de las relaciones constantes que existen entre los fenómenos observados.

La inducción se establece como el método privilegiado por el positivismo: partir de la observación sistemática y reiterada, y a través de la comparación y clasificación, llegar a conclusiones generales que permitan establecer leyes. Esto implica, también, que la mera acumulación de datos no es suficiente, sino que se requiere que los mismos sean interpretados.

Como método científico, el positivismo tuvo un enorme potencial, en la medida en que permitió profundizar la producción de conocimientos sobre la naturaleza, posibilitando su manipulación y uso. El énfasis puesto en la observación de lo real y la renuncia al idealismo y a los juicios de valor, además, fueron funcionales a un orden social ya establecido, que no estaba interesado en reflexionar sobre sí mismo sino en conocer mejor su funcionamiento, obteniendo con esto recursos o herramientas de todo tipo que contribuyeran a su consolidación.

Mientras, al referirse a el materialismo histórico o concepción materialista de la historia es un marco teórico para explicar desarrollos y cambios en la historia humana a partir de factores prácticos, tecnológicos o materiales, en especial el modo de producción y las limitaciones que éste impone al resto de los aspectos organizativos (aspecto económico, jurídico, ideológico, político, cultural, etc.). Para el materialismo histórico las condiciones materiales objetivas son los factores principales de cambio social, jurídico y político, y es en los factores materiales de ese tipo donde deben buscarse las causas últimas de los cambios.

Aunque históricamente el materialismo histórico se popularizó en el seno del marxismo, donde sigue siendo un tema principal, el concepto es anterior a éste y está presente en antropología, teoría de la historia o sociología, haciendo que el materialismo histórico englobe a toda una serie de elaboraciones teóricas no necesariamente marxistas.

En la investigación presentada a continuación, no sólo haré referencia a estas dos corrientes histórica, sino también a referir las concepciones que tuvieron diferentes estudiosos de las fuentes históricas, estudiaré de manera breve la intervención histórica de las escuelas francesas, la división y clasificación de las fuentes de la historia y otros….

CONCEPCIONES DE LA HISTORIA PLANTEADAS POR EL POSITIVISMO Y EL MATERIALISMO

El positivismo introduce la necesidad de dotar a la Historia de un método científico y técnico objetivo. A esta corriente pertenecen los auténticos creadores de la Historia moderna, y es la responsable de que entre en las universidades, y de que se creen academias de historia en toda Europa y América. Pero el positivismo pretenderá desmarcarse de las corrientes políticas e ideológicas, y ser neutral, con lo que dejan que la Historia sea utilizada por la clase dominante.

Es en Alemania donde surgen los primeros historiadores positivistas, un poco como reacción a los idealistas. Son, ideológicamente, nacionalistas, pero predicarán el objetivismo y la neutralidad. Presentan la erudición como instrumento de trabajo fundamental, y lo convierten en la esencia de la Historia. En última instancia, el positivismo tenderá a formular leyes. Los documentos y la arqueología se convirtieron en el objeto de estudio, tratados científicamente. La Historia se hace con documentos, y el historiador no debe interpretarlos, sólo ordenarlos para comprender los hechos.

Barthold Georg Niebuhr (1776-1831) es uno de los más famosos historiadores positivistas. Sus estudios se centran en la Roma monárquica, a la que concede todo tipo de virtudes. Este será el modelo de erudición, saber muchos hechos, pero muy locales. Aunque será el ministro prusiano Stein quien impulse la publicación de los «Monumenta germaniae histórica», que será la obra cumbre del nacionalismo romántico alemán. Iniciados por la «Sociedad para el Estudio de la Historia Política Alemana Antigua» recogen la colección de fuentes de historia medieval alemana más importante.

No obstante, el historiador más relevante fue Leopold von Ranke (1795-1886) que ha sido considerado el fundador de la historiografía contemporánea. Ranke recoge la postura erudita de Niebuhr para incorporarla a un nuevo modelo metodológico que pretende que la tarea del historiador es exponer cómo ocurrieron las cosas. De esta manera deja fuera del conocimiento histórico la interpretación. Pero ni la objetividad, ni la neutralidad, ni la imparcialidad son posibles de manera absoluta. Ni el propio Ranke pudo sustraerse a seleccionar los hechos más relevantes, ni a hacer juicios de valor. Es Ranke quien afirma que la misión de la historia «no consiste tanto en reunir y acoplar hechos como en comprenderlos y explicarlos».

En Francia el positivismo encontró su representante en Jules Michelet (1798-1874). Michelet elaboró una Historia que le acerca al concepto de historia total, a pesar de la erudición. En 1830 escribirá «Introducción a la historia universal» y en 1874 «Historia de la Revolución francesa». En su «Historia de Francia» el pueblo pasará a ser el protagonista de la historia, por lo que se estudiarán los fenómenos económicos, sociales, etc.

Numa-Denis Fustel de Coulanges (1830-1889) tratará de conciliar el positivismo con el idealismo. Afirma que los hechos de la historia deben ser tratados como cualquier otra ciencia usa sus datos, aunque es cierto que de los datos históricos se desprenden, de manera natural, ideas filosóficas. Atribuye a la inteligencia del hombre la capacidad de cambiar la historia.

El positivismo se convierte, en manos de Hippolyte Taine (1828-1893), en agente del conservadurismo monárquico. Su visión de la historia se centra en el estudio del Antiguo Régimen antes de la Revolución francesa, y concluye que en él estaban las claves un cambio que se pudo producir sin revolución. Esta visión destruye por completo el mito objetivista y neutral.

Surge con el socialismo y se desarrolla con la filosofía de Marx y Engels. En el siglo XIX el proletariado toma conciencia de clase, y habrá historiadores que interpreten la historia poniéndolo en el centro de su modelo. Pero el materialismo histórico es mucho más. Aparece como una crítica radical al capitalismo y a la nueva hegemonía de la burguesía, vinculado a la lucha social, económica y política de la nueva clase obrera que surge. Es una interpretación de la historia que rompe con la tradición.

Para Karl Marx (1818-1883) el fin de la Historia no es la interpretación sino la transformación de la sociedad, ya que «la historia es la transformación de la naturaleza humana». Pero también es Friedrich Engels (1820-1895) artífice principal del materialismo histórico. Lo fundamental del materialismo histórico está en las «XI tesis sobre Feuerbach», «La ideología alemana», «El manifiesto comunista» y «El capital». En el fondo, el materialismo histórico es un método de análisis de la historia, a diferencia de otras ideologías, lo que implica que las interpretaciones estén abiertas, y no tienen por que ser dogmáticas. Además, esto implica que sólo tiene validez en la medida en que se contrastan con la realidad, por lo que algunas de la tesis de Marx y Engels han de entenderse en el marco jurídico en el que surgieron.

Pero el materialismo histórico tiene unos principios fundamentales estables. Las premisas de las que parte son los individuos reales, su actividad y sus condiciones materiales de vida, tanto las que han encontrado preparadas como las que han podido crear con su esfuerzo. Premisas comprobables por vía empírica.

Toda Historia debe partir de la situación física de los individuos y de su relación con la naturaleza; y de las transformaciones que sufre la naturaleza a través del esfuerzo humano, ya que el hombre se distingue de los animales en que es capaz de producir sus medios de subsistencia. De esta manera la producción se convierte en elemento prioritario en la historia de la humanidad. Pero la forma en que los hombres

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