ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Tierra

20 de Marzo de 2013

3.018 Palabras (13 Páginas)356 Visitas

Página 1 de 13

Tierra

Es un astro como el demás, sostenido en el espacio por las atracciones recíprocas de todos ellos. Es uno de los planetas que gravitan en torno al Sol, alrededor del cual describe una órbita eclíptica, y tiene a su vez un satélite, la Luna.

La Tierra no es perfectamente esférica, sino un elipsoide achatado, cuyo diámetro es diferente según el sitio donde se mida, siendo menor en los polos que en el ecuador. El diámetro más corto mide 12.640 Km, y corresponde al que une al polo norte y el polo sur. El diámetro ecuatorial (perpendicular en el punto medio del anterior) tiene una longitud de 12.683 Km

Se sabe que nuestro globo está formado por una corteza sólida de relieve accidentado, que no alteran la forma general del elipsoide. También está constituido por un manto rocoso, y frágil en su parte más cercana a la corteza. Esta capa influye en el movimiento de las placas continentales. Luego del manto, viene el núcleo externo, que está compuesto por hierro y níquel, este núcleo se encuentra en estado líquido. Su ancho es de 4.600 Km

Más adentro de la Tierra se encuentra el núcleo interno que está integrado por hierro y níquel; distinto que el núcleo externo, se encuentra en estado sólido. Su radio mide 1.250 Km

La Tierra está animada de dos movimientos principales: uno de rotación sobre su eje, y otro de traslación alrededor del Sol. En virtud del primero, si consideramos un lugar determinado de la superficie terrestre, unas veces estará recibiendo los rayos solares, mientras que la otra quedará sumergida en la sombra propia del planeta; esto da lugar a la sucesión de los días y las noches. También se llama día al tiempo que tarda en dar una vuelta completa sobre su eje, unidad que se divide en veinticuatro horas.

El plano en que está situada en órbita de la Tierra, o plano de la eclíptica, no coincide con el plano del ecuador terrestre, sino que forma con él un ángulo de veintitrés grados y veintisiete minutos, que se llama oblicuidad de la eclíptica. Si no existiera esa oblicuidad, es decir, si el eje de rotación de la Tierra fuera perpendicular al plano de la eclíptica, los lugares próximos al ecuador recibirían los rayos solares verticalmente, mientras que a los situados cerca de los polos llegarían muy oblicuos, lo que originaría los distintos climas, cálidos los primeros, y fríos los segundos, pero en todos ellos el día y la noche tendría la misma duración de doce horas cada uno, cualquiera que fuese la posición de la Tierra en su órbita. Más por efecto de dicha oblicuidad de la eclíptica, el eje terrestre está inclinado respecto de ella, por cuyo motivo, cuando la Tierra está en determinada posición, el hemisferio boreal recibirá los rayos con menos inclinación que el austral, los días se harán en aquél más largos que las noches, y cuanto más nos acerquemos al polo, en proximidad el día durará veinticuatro horas, es decir no será nunca noche. En el hemisferio sur sucederá lo contrario: las noches serán más largas, y las cercanías del polo estarán siempre sumergidas en la sombra.

Será pues, verano, en el hemisferio boreal e invierno en el austral. En cambio la Tierra se halla en sentido opuesto, cambiarán los papeles, recibiendo más calor la porción del sur, donde será verano, e invierno en el norte. En las posiciones intermedias, los días tendrán igual duración que las noches en todo el globo, y será primavera en un hemisferio y otoño en otro.

Composición:

Se puede considerar que la Tierra se divide en cinco partes: la primera, la atmósfera, es gaseosa; la segunda, la hidrosfera, es líquida; la tercera, cuarta y quinta, la litosfera, el manto y el núcleo son sólidas. La atmósfera es la cubierta gaseosa que rodea el cuerpo sólido del planeta. Aunque tiene un grosor de más de 1.100 Km, más o menos la mitad de su masa se concentra en los 5,6 Km más bajos. La litosfera, compuesta principalmente por la fría, rígida y rocosa corteza terrestre, se extiende a profundidades de 100 km. La hidrosfera es la capa de agua que, en forma de océanos, cubre el 70,8% de la superficie de la Tierra. El manto y el núcleo son el pesado interior de la Tierra y constituyen la mayor parte de su masa.

La hidrosfera se compone sobre todo de océanos, pero en sentido estricto comprende todas las superficies acuáticas del mundo, como mares interiores, lagos, ríos y aguas subterráneas. La profundidad media de los océanos es de 3.794 m, más de cinco veces la altura media de los continentes. La masa de los océanos es de 1.350.000.000.000.000.000 (1,35 × 1018) toneladas, o el 1/4.400 de la masa total de la Tierra.

Las rocas de la litosfera tienen una densidad media de 2,7 veces la del agua y se componen casi por completo de 11 elementos, que juntos forman el 99,5% de su masa. El más abundante es el oxígeno (46,60% del total), seguido por el silicio (27,72%), aluminio (8,13%), hierro (5,0%), calcio (3,63%), sodio (2,83%), potasio (2,59%), magnesio (2,09%) y titanio, hidrógeno y fósforo (totalizando menos del 1%). Además, aparecen otros 11 elementos en cantidades del 0,1 al 0,02%. Estos elementos, por orden de abundancia, son: carbón, manganeso, azufre, bario, cloro, cromo, flúor, circonio, níquel, estroncio y vanadio. Los elementos están presentes en la litosfera casi por completo en forma de compuestos más que en su estado libre.

La litosfera comprende dos capas (la corteza y el manto superior) que se dividen en más o menos una docena de placas tectónicas rígidas. La corteza misma se divide en dos partes. La corteza siálica o superior, de la que forman parte los continentes, está constituida por rocas cuya composición química media es similar a la del granito y cuya densidad relativa es de 2,7. La corteza simática, o inferior, que forma la base de las cuencas oceánicas, está compuesta por rocas ígneas más oscuras y más pesadas como el gabro y el basalto, con una densidad relativa media aproximada de 3.

La litosfera también incluye el manto superior. Las rocas a estas profundidades tienen una densidad de 3,3. El manto superior está separado de la corteza por una discontinuidad sísmica, la discontinuidad de Mohozovicic, y del manto inferior por una zona débil conocida como astenosfera. Las rocas plásticas y parcialmente fundidas de la astenosfera, de 100 Km de grosor, permiten a los continentes trasladarse por la superficie terrestre y a los océanos abrirse y cerrarse.

El denso y pesado interior de la Tierra se divide en una capa gruesa, el manto, que rodea un núcleo esférico más profundo. El manto se extiende desde la base de la corteza hasta una profundidad de unos 2.900 km. Excepto en la zona conocida como astenosfera, es sólido y su densidad, que aumenta con la profundidad, oscila de 3,3 a 6. El manto superior se compone de hierro y silicato de magnesio como el olivino y la parte inferior de una mezcla de óxidos de magnesio, hierro y silicio.

La investigación sismológica ha demostrado que el núcleo tiene una capa exterior de unos 2.225 Km de grosor con una densidad relativa media de 10. Esta capa es probablemente rígida y los estudios demuestran que su superficie exterior tiene depresiones y picos, y estos últimos se forman donde surge la materia caliente. Por el contrario, el núcleo interior, cuyo radio es de unos 1.275 Km, es sólido. Se cree que ambas capas del núcleo se componen en gran parte de hierro con un pequeño porcentaje de níquel y de otros elementos. Las temperaturas del núcleo interior pueden llegar a los 6.650 °C y se considera que la densidad media es de 13.

Fluido térmico interno:

El núcleo interno irradia continuamente un calor intenso hacia afuera, a través de las diversas capas concéntricas que forman la porción sólida del planeta. Se cree que la fuente de este calor es la energía liberada por la desintegración del uranio y otros elementos radiactivos. Las corrientes de convección dentro del manto trasladan la mayor parte de su energía térmica desde la profundidad de la Tierra a la superficie y son la fuerza conductora de la deriva de los continentes. El flujo de convección proporciona las rocas calientes y fundidas al sistema mundial de cadenas montañosas oceánicas y suministra la lava que sale de los volcanes.

Edad y origen de la Tierra:

La datación radiométrica ha permitido a los científicos calcular la edad de la Tierra en 4.650 millones de años. Aunque las piedras más antiguas de la Tierra datadas de esta forma, no tienen más de 4.000 millones de años, los meteoritos, que se corresponden geológicamente con el núcleo de la Tierra, dan fechas de unos 4.500 millones de años y la cristalización del núcleo y de los cuerpos precursores de los meteoritos, se cree que ha ocurrido al mismo tiempo, unos 150 millones de años después de formarse la Tierra y el Sistema Solar.

Después de condensarse a partir del polvo cósmico y del gas mediante la atracción gravitatoria, la Tierra habría sido casi homogénea y relativamente fría. Pero la continuada contracción de estos materiales hizo que se calentara, calentamiento al que contribuyó la radiactividad de algunos de los elementos más pesados. En la etapa siguiente de su formación, cuando la Tierra se hizo más caliente, comenzó a fundirse bajo la influencia de la gravedad. Esto produjo la diferenciación entre la

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (18 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com