La evolución del Cristianismo

Exposición:

Primeramente nos encontramos ante un mapa claramente de tipología religiosa, puesto que muestra la evolución del Cristianismo latino y griego en época medieval. Generalmente, representa la expansión de los principales grupos religiosos en el continente Europeo relacionados como ya ha dicho con el cristianismo. El mapa plasma las principales zonas por las que se extendían dichos grupos religiosos a lo largo del territorio (Europa Occidental principalmente), teniendo en cuenta la fecha a la que hacen referencia. Así en el año 528 (mapa 1) la distribución de dichos grupos religiosos era muy distinta a la del año 737 (mapa 2).

Seguimos con el contexto histórico que lo asociamos a la época del Cristianismo que tuvo su origen entre los siglos V y XV. Este fenómeno se conoció en Europa gracias a la transmisión oral entre viajeros y por parte de los escritos monásticos.

Este movimiento tuvo su mayor aceptación en La Galia en el siglo V pero generalmente no era bien recibido por el Obispado dada la influencia que tuvieron los monjes en la Iglesia Oriental.

Durante la Edad Media se fueron elaborando una serie de creencias oficiales que debían ser respetadas por todos, y las autoridades religiosas apoyadas por las autoridades políticas perseguían a los que incumplían estas creencias. Pero el cristianismo medieval no era unitario. En occidente el obispo de Roma, el papa, era la máxima autoridad, y, sin embargo, en la zona oriental se vivía un cristianismo diferente, que no lo reconocía como la cabeza única de la iglesia cristiana.

A lo largo de la Edad Media se produjo la separación entre católicos, seguidores del papa de Roma, y los ortodoxos, que decían seguir las formas más antiguas del cristianismo. También apareció un nuevo tipo de religión, el Islam, que se originó en Oriente y que consiguió convertir a la gran mayoría de cristianos de África y Asia. En España convivieron enfrentadas estas dos religiones, Cristianismo e Islam, hasta que el territorio hispano pasó a ser cristiano.

El Cristianismo se vio dirigido por grandes poderes como el emperador, los reyes y el papa, que en diversas ocasiones entraron en conflicto por motivos políticos. También en esta época, incluso se creó la inquisición para combatir aquellas creencias que se oponían al catolicismo.

La desaparición del imperio romano de Occidente afectó profundamente al ejercicio del poder pontificio. La fragmentación de Occidente bajo la influencia de distintos jefes bárbaros supuso la pérdida de autonomía de los papas, que fueron nombrados y depuestos a voluntad del monarca ostrogodo. Por si fuera poco, las relaciones políticas y eclesiásticas con Oriente se van complicando.

Con la colaboración de los poderes políticos, la Iglesia va anexionando

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