La insurrección de 1810

La insurrección de 1810

En septiembre de 1808, la Real Audiencia retomo el control político de Nueva España, deshaciéndose de todo intento criollo por elaborar una reforma; gracias a esto, los problemas entre ambos bandos (peninsulares y criollos) fueron aumentando.

Pero desde mucho antes de esto, había grupos inconformes con las condiciones que los peninsulares imponían ante ellos; estos grupos estaban conformados por criollos, los hijos de españoles nacidos en América porque ni pertenecía a España ni eran totalmente americanos, por lo que eran excluidos de los beneficios de un español.

Algunos de estos comenzaron a buscar defectos y a darlos a conocer al pueblo mediante folletos y pasquines haciendo criticas hacia el poder que tenían los comerciantes y mineros españoles, así como organizaban reuniones para luchar contra el gobierno establecido.

En 1810, en Valladolid (lo que hoy conocemos como Morelia) los españoles descubrieron una conspiración en la que estaban presentes oficiales criollos y miembros de la iglesia, a quienes condenaron y encarcelaron por traición a la corona.

Al mismo tiempo, se llevaba a acabo una reunión en Santiago e Querétaro en la que participaron el corregidor Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz de Domínguez, el cura Miguel Hidalgo y Costilla y los oficiales Ignacio Allende y Juan Aldama, entre otros. Esta reunión también fue descubierta, pero gracias a una advertencia dada por parte de doña Josefa, los involucrados lograron escapar.

El inicio de este movimiento estaba previsto para anunciarse el 2 de octubre, pero al ser descubiertos tuvieron que adelantarlo al 15 de septiembre de 1810, movimiento que duraría 11 años.

Durante el reinado de la Nueva España hubo conspiraciones, grupos rebeldes, levantamientos y rebeliones violentas en las que varios grupos sociales se unieron contra la corona. También entre el Estado y la iglesia hubo disputas debido al poder. Algunas de las principales razones fueron;

• El monopolio comercial español.
• Las numerosas prohibiciones.
• Los estancos.
• Los latifundios. (Tierras de grandes extensiones con un solo dueño.
• El agobiante sistema tributario.
• La riqueza del clero.

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