La necesidad de mandar según Nicolás Maquiavelo
kenyee calte reboullApuntes7 de Junio de 2021
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INTRODUCCIÓN
La intención de este ensayo es explicar la necesidad que tiene el hombre de mandar desde el punto de vista de dos grandes autores, como son Nicolás Maquiavelo y Thomas Hobbes. Para poder entrar en contexto, primeramente conoceremos un poco sobre estos autores.
Nicolás Maquiavelo (Niccolo Macchiavelli) nació en Florencia el 3 de mayo de 1469 y murió en la misma ciudad en 1527. Thomas Hobbes nació en Inglaterra en 1588 y murió en el 1679. Ambos fueron exponentes muy polémicos en su época, pues se les acusaba de profesar una filosofía cínica, más adelante explicaré el porqué de ello.
Nicolás Maquiavelo fue escritor, jurista, diplomático y político; a los 25 años fue nombrado Secretario de Gobierno Dei Dieci. Maquiavelo estuvo ligado desde muy joven a la administración política de Florencia y participó como arquitecto de la política exterior de la república. Su amplia experiencia en las cortes europeas como representante de la cancillería florentina, su contacto con príncipes y su observación de las decisiones gubernamentales, le ofrecieron una visión excepcional sobre el carácter de los hombres de Estado y los alcances de sus actos políticos.
Por otro lado Thomas Hobbes escribió su libro en 1649-1650, inmediatamente después de la guerra civil inglesa. Hobbes presentaba un argumento simple y desafiante: sostiene en su obra que las bases y los límites de la obediencia política residen en la capacidad del Estado para protegernos. Si efectivamente somos protegidos, entonces estamos obligados a obedecer; si el Estado falla en su obligación de protección, entonces dejamos de tener el deber de obedecer.
En seguida, se mencionará el porqué de la necesidad de mandar de acuerdo a los autores mencionados.
DESARROLLO
Maquiavelo tenía el supuesto de que la naturaleza humana era esencialmente egoísta. Hace observar que los hombres son por lo general malos y que el gobernante prudente debe basar su política en ese supuesto, el gobierno que quiera tener éxito deberá cerciorarse de la seguridad de la propiedad y la vida que son los deseos universales de la naturaleza humana. El gobernante prudente puede matar pero no debe saquear. Este aspecto del pensamiento de Maquiavelo, completado por una psicología sistemática que lo explica y justifica, se convierte en la filosofía política de Hobbes.
En su obra “El Príncipe” se puede observar el pensamiento que Maquiavelo tenía sobre la naturaleza humana “se puede decir de los hombres lo siguiente: son ingratos, volubles, simulan lo que no son y disimulan lo que son, huyen del peligro, están ávidos de ganancia; y mientras les haces favores son todos tuyos, te ofrecen la sangre, los bienes, la vida y los hijos cuando la necesidad está lejos; pero cuando ésta se te viene encima vuelven la cara”. Maquiavelo muestra el lado malvado del hombre, muestra que cuando tiene poder de mando deja de un lado la ética y la molaridad.
Sin embargo, Maquiavelo cree que, aunque los dirigentes deben tratar, en lo posible, de practicar las virtudes convencionales de honestidad, tolerancia y justicia, deben estar preparados para ignorar estas virtudes y actuar por medio del fraude y la violencia si consideran que eso les permitirá mantener el poder. Por otro lado, de acuerdo a algunos autores como Sabin, para Hobbes la conducta humana busca su propia ventaja, es decir, su conducta está influenciada según sean sus propios intereses.
Maquiavelo sostenía que un gobernante que quisiera triunfar tenía que crear un poder militar suficientemente fuerte para superar a las desordenadas ciudades y producir un nuevo espíritu público, Hobbes por su parte seguía esa idea y mencionaba que el gobernante como creador del Estado no sólo está fuera de la ley, sino que si la ley impone una moral, está también fuera de la moralidad.
Continuando con Maquiavelo, hacía mención que el éxito de un soberano radica en tomarle el pulso a las situaciones, valorarlas y armonizar su conducta con la dinámica inherente a ellas. Son las necesidades las que impondrán una respuesta. Y con ello muestra que los hombres se miden con el mundo y actúan sobre él. En este marco, lo importante es que tenga las condiciones naturales como para asegurar la conquista y posesión del poder. Para Hobbes “la misión del soberano consiste en el fin para el cual fue investido con el soberano poder, que no es otro que el de procurar la seguridad del pueblo, pero por seguridad no se entiende sólo la conservación de la vida, sino también de todas las excelencias que el hombre puede adquirir para sí mismo por medio de una actividad legal.
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