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Los Reinos Germanicos


Enviado por   •  23 de Marzo de 2013  •  2.533 Palabras (11 Páginas)  •  702 Visitas

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- LOS REINOS GERMÁNICOS

Los reinos germánicos, reinos romano-germánicos o monarquías germánicas fueron los estados que establecieron a partir del siglo V en el antiguo territorio del Imperio Romano de Occidente los pueblos germánicos procedentes de la Europa del Norte y del Este. Se encontraban en un estado en desarrollo económico, social y cultural obviamente inferior al del Imperio Romano, que percibían admirativamente

Los nuevos reinos germánicos conformaron la personalidad de Europa Occidental durante la Edad Media, evolucionaron en monarquías feudales y monarquías autoritarias, y con el tiempo, dieron origen a los estados-nación que se fueron construyendo en torno a ellas. Socialmente, en algunos de estos países (España o Francia), el origen germánico (godo o franco) pasó a ser un rasgo de honor u orgullo de casta ostentado por la nobleza como distinción sobre el conjunto de la población.

Tradicionalmente, el estudio de los reinos bárbaros se realiza conforme a criterios geográficos, pero nosotros los clasificamos conforme al orden de llegada al Occidente de Europa, con todo lo que ello implica respecto a sus relaciones con la cultura romana y el catolicismo. Así, podemos emplear el criterio "oleada" o "generación":

• Primera oleada o generación: Son los que protagonizan el período de las invasiones y toman contacto temprano con Roma. Entre otros, los suevos, vándalos, visigodos, ostrogodos y burgundios

• Segunda oleada o generación: francos, anglos y sajones

• Tercera oleada o generación: lombardos

- VISIGODOS

La Península Ibérica, al igual que los demás territorios del Imperio Romano, sufrió diversas invasiones de los pueblos del Norte de Europa, siendo conquistada finalmente por los visigodos, quienes crearon un poderoso reino que duraría más de 250 años, hasta el año 711, cuando la invasión musulmana lo hizo desaparecer.

Estos nuevos hispanos eran grande guerreros, pero muy primitivos. Fueron aprendiendo de los hispanorromanos y acabaron hablando el latín y practicando el cristianismo, que era la religión de los que vivían en la Península ante de que ellos llegaran.

Hacia el siglo V d.C. (después de Cristo) los visigodos eran ya un pueblo romanizado, que se consideraba a si mismo heredero de la antigua Roma. Toledo fue su capital.

A lo largo de los años debieron guerrear con diferentes enemigos, entre ellos los pastores cántabro-pirenaicos del Norte, los bizantinos, que habían llegado de un lejano imperio, por el Sur, y finalmente los árabes, quienes los invadieron en el año 711.

Los visigodos crearon el primer reino peninsular independiente y unido, desde los Pirineos hasta Gibraltar.

En el reino visigodo una minoría tenía el poder, y basaba su fuerza en el ejército y en los jefes militares. Los reyes eran elegidos, y la elección de cada nuevo rey traía luchas sangrientas entre clanes y familias que se peleaban por el poder.

Desarrollo de los reinos bárbaros

el Reino Suevo

Origen y primeros contactos con Roma

Provenientes del área sudoccidental de Escandinavia o de Dinamarca, encontraremos a los suevos, en los albores de nuestra Era, progresando hacia la Galia. A pesar de su victoria sobre los celtas en la batalla de Magetóbriga, los suevos encontrarán un serio obstáculo en su avance hacia Occidente: Julio César. Aunque él mismo nos dice que el Senado romano reconoció en Ariovisto al rey de los suevos - convirtiéndole así en único interlocutor válido de su pueblo - las aspiraciones de Roma sobre las Galias disuadirán a los suevos de lanzarse sobre las mismas, decidiendo retirarse entonces hacia el Este, a fin de evitar el enfrentamiento con la poderosa potencia itálica

los Ostrogodos

Tras la derrota de Atila en los Campos Catalaúnicos (451), diversos pueblos sometidos al huno habían recobrado su independencia, entre ellos, los ostrogodos, los cuales se establecerían en Panonia, en torno al lago Balatón, como federados de Bizancio, por lo cual, exigían subsidios - más bien tributos - en forma de víveres y oro. La resistencia de algunos emperadores a seguir entregando recursos a los bárbaros a cambio de seguridad, originaría graves tensiones y enfrentamientos entre ambas partes, tensiones que serían canalizadas en 488 por el emperador Zenón: Dado que Odoacro y sus huestes se habían hecho con el control de Italia tras deponer a Rómulo Augústulo, el bizantino resolvió enviar a los ostrogodos a la Península de los Apeninos, a fin de neutralizar la amenaza goda, limpiar Italia de los hérulos de Odoacro y, quizás, someterla al Imperio de nuevo.

El romanizado nuevo rey de los ostrogodos, Teodorico, hijo de Valamer, que había vivido en Constantinopla como rehén, mantuvo el característico dualismo germano-romano, manteniendo leyes e instituciones tradicionales romanas en manos de romanos, e incluso rodeándose de colaboradores italo-romanos como Boecio o Casiodoro.

Pueblo franco

Los francos fueron una comunidad de pueblos procedentes de Baja Renania y de los territorios situados inmediatamente al este (Westfalia) del Rin, que, al igual que muchas otras tribus germánicas occidentales, entró a formar parte del Imperio romano en su última etapa en calidad de foederati, asentándose en el Limes (Bélgica y norte de Francia actuales). Las poderosas y duraderas dinastías establecidas por los francos reinaron en una zona que abarca la mayor parte de los actuales países de Francia, Bélgica y Holanda, así como la región de Franconia en Alemania.

La palabra franco (Frank o Francus) significa «libre» en el lenguaje franco, ya que los francos no estaban dominados por el Imperio romano ni por ningún otro pueblo.1 Dado que la raíz frank no pertenece a la lengua germánica primitiva, se piensa también que podría derivar de frei-rancken (libere vacantes) que significa libres viajeros

Los nuevos reinos germánicos conformaron la personalidad de Europa Occidental durante la Edad Media, evolucionaron en monarquías feudales y monarquías autoritarias, y con el tiempo, dieron origen a los estados-nación que se fueron construyendo en torno a ellas. Socialmente, en algunos de estos países (España o Francia), el origen germánico (godo o franco) pasó a ser un rasgo de honor u orgullo de casta ostentado por la nobleza como distinción sobre el conjunto de la población.

Los

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