MESTIZAJE

Mestizo es un término que proviene del latín miscere (mezclar), utilizado para referirse a la cruza de razas entre animales, que constituye una antigua práctica humana para mejorar la calidad de los ganados y otros animales útiles para los seres humanos, o atribuirles determinadas características.

El término ha sido aplicado polémicamente a seres humanos, para significar la hipotética existencia de personas descendientes de razas humanas distintas, algo que la mayor parte de los científicos actuales niega.

El término fue aplicado entre los siglo XVI y XIX por el Imperio Español para denominar a la cruza entre indígena y español, circunstancia que implicaba para ese individuo un estatus social relegado. La clasificación hispana de los seres humanos, se produjo en el marco de la ideología o doctrina de la "limpieza de sangre".1 Con la independencia de los pueblos bajo dominio colonial, a partir del primer cuarto del siglo XIX, los nuevos países independientes abolieron las "prerrogativas de sangre y nacimiento",2 estableciendo la igualdad de los seres humanos ante la ley. De ese modo quedó sin efecto la legislación española que establecía la categoría de "mestizo".

Con posterioridad el mote de "mestizo" ha persistido con connotaciones peyorativas e intencionalidad racista,3 y los estados se abstienen de utilizarlo oficialmente. Pese a ello, en muchos países, persiste la costumbre de utilizar la palabra "mestizo", con el sentido en que era utilizado en el Imperio Español durante la era colonial.

En un sentido más amplio, el término mestizaje también se utiliza para identificar a seres humanos que tienen antecesores pertenecientes a distintas etnias o culturas, dando origen a una nueva cultura.4 En este último sentido, todos los seres humanos son mestizos

América Las mujeres españolas que emigraron a América fueron entre el 10 y el 20% de los hombres, a lo que hay que añadir que éstos eran por lo regular muy jóvenes. El emigrante español tenía entre 18 y 25 años e iba solo, con muchos prejuicios religiosos acerca del matrimonio y más aún con mujeres de otras razas, pero carecía de prejuicios para unirse sexualmente con ellas y engendrar hijos a los cuales con mucha frecuencia abandonaba. El mestizaje en este continente surgió, por ello, coetáneo a la llegada de los europeos a América. Algunas veces, ciertos grupos de soldados entraban en los poblados de los naturales y violaban o robaban las mujeres. A esto se unieron luego las numerosas dádivas de mujeres que los indios hacían para garantizar las paces.

La Corona Española estableció un sistema castas para desalentar el mestizaje, basado en la doctrina de la pureza de sangre, por el cual un individuo cuyos antepasados pertenecían a "razas" diferentes, tenía su sangre manchada, hecho que a su vez repercutía en una disminución de sus derechos.

Sin embargo, en los hechos, el mestizaje se difundió entre todas las etnias, aunque con diferencias. Mientras que los varones españoles peninsulares, mantenían relaciones sexuales con indígenas, mestizas y esclavas, muchas veces con varias mujeres simultánamente, las mujeres españolas, tendían a evitar el mestizaje, manteniendo relaciones sexuales sólo con otros españoles.

Empezaron a jugar los prejuicios raciales y se prohibió a los mestizos portar armas, ser caciques o protectores de indios, escribanos, corregidores y alcaldes mayores, sentar plaza de soldado, obtener grados universitarios y acceder a las órdenes religiosas, salvo en el caso de que demostraran ser hijos legítimos. El problema habría resultado insignificante si su número hubiera sido escaso, pero resultó que pronto sobrepasaron a los blancos, representando un detonante social, ya que estaban condenados a vivir sin una función social específica y en una tierra que había sido repartida entre españoles e indios antes de su aparición.

A los "mestizos" se unieron los "mulatos", fruto de la unión de blancos con negras, aunque en bastante menor proporción (a diferencia de los colonos portugueses), ya que aquí operó aún más la selectividad de la mujer española para buscar pareja. Fueron igualmente fruto de uniones libres, por lo que tuvieron el mismo estigma de su ilegitimidad, sumado al de su ancestro de esclavitud. También representaron un serio problema a causa de su aumento y las ideas libertarias que propugnaban. Los mulatos sufrían las mismas prohibiciones que los mestizos, y algunas más. Así, por ejemplo, no podían andar por las calles de las ciudades durante la noche, montar a caballo o tener indios de servicio. Las mulatas y negras libres tenían prohibido usar joyas y vestirse con telas de seda, lo que satisfacía mucho a las criollas. En cuanto a las castas, fueron el resultado de múltiples

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