MURAL DE DIEGO RIVERA

Los muros del Palacio Nacional le fueron ofrecidos a Diego Rivera, quien inicio su pintura en 1929; viendo este proyecto como el más ambicioso de su carrera: pintaría la historia de México.

En la pared del lado derecho, rescató la civilización indígena, las culturas de la época prehispánica, de la cual rescataría su cultura, música, mitos, templos, escritura, etc., dedicándole un espacio a Quetzalcóatl, a quien pinta en forma de serpiente emplumada, tal y como significa su nombre en náhuatl.

El muro central el más amplio, lo cubriría con la historia de México, desde la conquista hasta su presente; la conquista de los españoles, intervención francesa, la guerra de reforma, la independencia, la revolución mexicana, y en el centro del muro “un águila con el símbolo de la guerra y la vida en el pico” .

El muro izquierdo, lo emplearía para pintar el México del mañana, cubierto con los ideales socialistas de Rivera: obreros y campesinos contra la propiedad privada, educación obligatoria, lucha de clases, etc., imágenes de sus sueños.

Se encuentran toda clase de figuras dentro del mural, héroes, villanos, peones, esclavos, personajes muy conocidos de la historia: Cortés, Zapata, Calles, Madero, Carranza, Carlos Marx, entre otros.

Diego emplearía la mayor parte de su vida en este proyecto, que termino hasta 1955, durante este tiempo el boceto de Rivera fue cambiando varias veces, incluso habiendo ya pintado en los muro realizo cambios. La pared que tuvo más cambios fue la izquierda, debido a que durante el tiempo que pintaba el mural realizo viajes a Estados Unidos a pintar, y al regresar su concepción del México del futuro había cambiado al haber observado la gran industria que había en Estados Unidos a comparación de la que existía en su país, a Diego ya no le emocionaba ver los pocos avances en la industria de México.

Cabe destacar, que en el mural terminado podemos observar como Diego idealizo al México de ayer, la cultura prehispánica le parecía tan atractiva: “sus templos y sus códices, su escultura y restos de poesía y artefactos” , todo le parecía un sueño, a diferencia de su concepción de, el México de mañana que parece tan inatractivo, plasmado en los muros del Palacio Nacional, con Marx apuntando hacia un paisaje poco atractivo (una fábrica, un huerto) y sosteniendo un texto bastante de acuerdo con los ideales de Rivera.

Rivera pinto a su patria como la veía. Durante el periodo en que Diego pinto su mural, surgieron una serie de cambios en el país: la educación socialista, la reforma agraria, desarrollo de infraestructura

...