Madres De Plaza De Mayo

Movimiento de madres y abuelas de plaza de mayo

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Permanencia: El comienzo del reclamo nació como una iniciativa de las madres y abuelas de detenidos y desaparecidos el 30 de abril de 1977 en Buenos Aires durante la dictadura de Videla . Actualmente ambos movimientos continúan de manera activa.

Fin común: Inicialmente el fin común era recuperar con vida a los detenidos desaparecidos pero hoy en día buscan a los responsables de los crímenes para promover su enjuiciamiento. La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo tiene como finalidad localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños secuestrados-desaparecidos por la última dictadura militar (1976-1983) y obtener el castigo correspondiente para todos los responsables.

Visibilización del descontento social: Manifestación pública de manera pacífica para exigir el paradero de sus hijos y nietos desaparecidos, en la Plaza de Mayo, situada frente a la Casa Rosada, sede de la Presidencia argentina

Forma de protesta: Pacífica

Símbolos: Pañuelo blanco, símbolo de las Madres y abuelas de Plaza de Mayo. Para reconocerse, comenzaron a usar un pañuelo blanco en la cabeza, hecho en un principio con tela de pañales caseros que se usaban para bebés, representando así a los hijos. Ese pañuelo se convirtió en su símbolo. Las Madres intentaron dar a conocer sus dramas y así participaron de marchas religiosas numerosas y populares en las cuales era conveniente que pudieran reconocerse.

Preexistencia de un conflicto: Desaparición de los hijos y nietos de miles de mujeres durante el Proceso de Reorganización Nacional argentina que se llevó a cabo entre 1976 y 1983. La cifra de personas detenidas-desaparecidas se estima en unas 30.000.

Organización/Acción colectiva: El 30 de abril de 1977 comenzaron a marchar cada jueves alrededor de la Plaza de Mayo, situada frente a la casa de gobierno. Inicialmente se reconocían entre sí llevando un pequeño clavo; luego las mujeres decidieron cubrirse el cabello con un pañal de tela blanco. El grupo recibió rápidamente el nombre de Madres de Plaza de Mayo y por su sola presencia comenzó a ejercer presión nacional e internacional sobre el destino de las personas que desaparecían en la Argentina.1

Casi al mismo tiempo, el 15 de mayo, María Eugenia Casinelli y otras once abuelas firmaban un hábeas corpus colectivo en forma de carta, dirigida a la justicia de Morón, en el que hacían saber la existencia de bebés desaparecidos y solicitaban que se suspendiesen todas las adopciones formando el movimiento de Abuelas de Plaza de Mayo.

Durante los años del último gobierno militar, las Madres y abuelas de Plaza de Mayo que hoy se consideran “Línea Fundadora” compartieron con todos los organismos de derechos humanos el reclamo común: la aparición

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