Dictadura en Argentina y Madres de la Plaza de Mayo.
Diana EsbriEnsayo10 de Abril de 2016
3.079 Palabras (13 Páginas)628 Visitas
Sigamos siendo locos, madres y abuelitas de la Plaza de Mayo, gentes de pluma y de palabra, exiliados de dentro y de fuera. Sigamos siendo locos, argentinos: no hay otra manera de acabar con esa razón que vocifera sus slogans de orden, disciplina y patriotismo. Sigamos lanzando las palomas de la verdadera patria a los cielos de nuestra tierra y de todo el mundo.
Julio Cortázar
En la historia de nuestra América han surgido resistencias en los puntos más altos de violencia y opresión hacia los pueblos. Marcada con sangre, nuestra historia se cuenta desde la lucha contra el despojo, desde las y los desaparecidxs y desde la memoria de nuestrxs muertxs. América Latina se ha forjado desde la respuesta a la represión en el contexto específico de cada pueblo. El presente trabajo narra la respuesta de las madres de la Plaza de Mayo en Argentina a la dictadura militar instaurada desde la segunda mitad de los años setentas y quienes, hasta ahora, después de 40 años siguen exigiendo la aparición de lxs más de 30mil desaparecidxs de manera forzada y castigo a lxs culpables.
A partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, la reorganización del mundo entre los bloques de las superpotencias capitalista y comunista llevó a un sinfín de conflictos que se expresaron en distintos territorios. A lo largo de múltiples décadas de conflictos satelitales a las superpotencias, Latinoamérica se vio afectada por diversos planes de Estados Unidos para controlar los brotes de comunismo que comenzaban a gestarse después del triunfo de la Revolución Cubana en 1959. El financiamiento de golpes militares y el entrenamiento paramilitar son ejemplos de tácticas de apropiación territorial, cultural e ideológica cuyo medio era la represión.
En un contexto de creciente violencia, el surgimiento de grupos guerrilleros y el aumento en el descontento social fungió como excusa para un golpe de Estado orquestado por la milicia argentina. El crecimiento en número y fuerza del grupo guerrillero Montoneros y la búsqueda de enfrentamiento con las fuerzas armadas argentinas sirvieron de justificación para el golpe de Estado militar antiperonista y anticomunista.
La Argentina de las Juntas Militares
Jorge Rafael Videla llega al poder mediante un golpe de Estado de carácter militar el 24 de marzo de 1976 derrocando a la presidenta desde 1974, María Estela Martínez de Perón y comenzando así una dictadura que se autodenominaría Proceso de Reorganización Nacional y que estaría caracterizada por el terrorismo de Estado, los múltiples atropellos hacia la población argentina y la utilización de métodos de castigo y control como la desaparición forzada y la sustracción y apropiación de menores (en su mayoría recién nacidos).
La dictadura militar se llamó Proceso de Reorganización Social debido a que la estructura del poder se basaría en las tres fuerzas armadas (ejército, marina y fuerza aérea) y a partir de esto, organizada en Juntas Militares que se llevarían a cabo desde el golpe de Estado en 1976 hasta 1983 que se reinstauró el proceso electoral con la elección de Raúl Alfonsín como presidente. El Proceso de Reorganización Social tenía como objetivo una transformación en materia económica, laboral y social, bajo los preceptos militares y de exterminio de la subversión. Se instauró la pena de muerte en Argentina al día siguiente del golpe, se disolvió a la Corte Suprema de Justicia estableciendo así abogados de origen militar y se llevó a cabo una censura a libros, canciones, autores junto con una persecución a quienes mostraran afán a éstos.
Imagen 1 Primer Junta Militar, discurso de Videla. Autor desconocido. Fuente: http://www.emol.com/noticias/nacional/2013/08/09/613706/los-casos-mas-dramaticos-de-los-nietos-raptados-por-la-dictadura-argentina-al-que-se-sumo-un-chileno.html
Las políticas de adoctrinamiento por parte de las diferentes Juntas Militares (pero más durante la que comandó Jorge Rafael Videla, debido a que fue la primera y la que entró con más fuerza debido al golpe de Estado) criminalizaban la protesta, el periodismo, a cualquier persona sin importar su empleo o profesión al primer símbolo de subversión. Las y los profesores junto con el cuerpo de estudiantes del país fueron también altamente reprimidos por pensar de una forma diferente al régimen.
La aniquilación subversiva que en Argentina se planeaba utilizaría como herramienta de control la desaparición forzada. Por desaparición forzada nos referimos a casos de persecución a personas determinadas y que por una ideología específica o alguna otra situación (de carácter de género, clase, edad, raza, etcétera) son privadas de su libertad por parte del Estado o por grupos afiliados a éste (que pueden ser grupos criminales también), el hecho de la desaparición es fuertemente negado por parte del gobierno o régimen y en muchos casos se tiene conocimiento de tortura, violación sexual y la muerte de quien es desaparecidx.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó a tratar temas de desaparición forzada después de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo no fue sino hasta 1980 que se conformó el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias cuyo objetivo es la vigilancia como dependencia del organismo internacional en materia de derechos humanos conforme a los diferentes gobiernos, así como las recomendaciones a éstos y la defensa de las víctimas, sin embargo hasta la actualidad, el tema de las desapariciones forzadas por parte del Estado o de grupos criminales aliados a éste sigue vigente en América Latina.
Si bien las dictaduras que se gestaron en América Latina se destacaron tanto por el gran apoyo estadounidense, se tiene certeza de que lo que más las caracteriza es la política del terror y el miedo. Los múltiples escenarios de violación de derechos humanos son una constante en la historia de América Latina y la política de sembrar miedo mediante la contante represión y violencia hacia las personas es una parte de la imposición de un régimen. La creación de centros clandestinos de detención y campos de concentración en Argentina son ejemplo de la ideología militar que en ese entonces buscaba el disciplinar a la población mediante el aniquilamiento comunista.
“Y a las cinco de la mañana, algo que nunca voy a poder olvidar, llama al teléfono y me dice Carlos, el segundo de mis hijos: mamá se llevaron a María Marta y a César…
No sabía qué quería decir…”
Marta Ocampo de Vásquez, Madres de la Plaza de Mayo, línea fundadora.
Las desapariciones forzadas comenzaron en Argentina desde 1974, sin embargo, el número de personas detenidas que luego serían desaparecidas aumentó de manera exponencial conforme cobraba fuerza la Junta Militar de Videla desde 1976. Cuando se daban las detenciones, un grupo de personas armadas entraba a una casa y secuestraban a las personas, diciéndole a sus familiares, en muchos casos, que al día siguiente podrían recogerles, pero la realidad sería otra: no aparecerían jamás y en muchos casos, la gente de Argentina se quedaría solamente con el rostro de alguien en el recuerdo.
Asimismo, había quienes eran secuestrados mientras transitaban por la vía pública o mientras conducían sus vehículos. Después de la sustracción de personas, el régimen negaba rotundamente las detenciones y la desaparición, la policía no daba respuestas a quienes buscaban a sus hijas y a sus hijos en las diversas comisarías y ahí mismo surgió, poco a poco, la resistencia. Una búsqueda incansable de la verdad sobre el destino de sus hijxs en un contexto de terror llevaría a la conformación de un colectivo de madres y familiares vigente hasta la actualidad.
Las Madres de la Plaza de Mayo
“No teníamos la sensación de peligro, era jugarse todos los minutos de la vida porque teníamos dentro del cuerpo algo que nos empujaba a que no podemos parar.”
Juana de Pargament, Asociación Madres de la Plaza de Mayo
“No puedo pensarlos con los años que tendrían hoy en día. Los pienso como eran cuando se los llevaron. María Marta, César están siempre en la memoria. Ella con 23 años y él con 26. No puedo cambiar eso”
Marta Ocampo de Vásquez, Madres de la Plaza de Mayo, línea fundadora
14 mujeres, madres de desaparecidxs protestaron en silencio el sábado 30 de abril del año 1977, en la Plaza de Mayo. Los comercios alrededor estaban vacíos, no era un día laboral y las calles estaban desiertas. Querían que la gente las viera, que se preguntaran quiénes eran. El siguiente jueves, día laboral, las 14 mujeres volvieron a juntarse en la Plaza de Mayo, casi todas amas de casa, en silencio.
Cada jueves se reunían en la plaza para caminar. Cuentan las fundadoras que, debido al Estado de sitio, la policía constantemente les pedía que no se quedaran paradas, que circularan y fue así como las caminatas semanales comenzaron. Narran que cada vez conocían más mujeres cuyxs hijxs estaban desaparecidxs, llegaban a la plaza y caminaban hombro con hombro. Con miedo al rechazo del pueblo argentino, la organización al interior del colectivo de madres se daba día con día y se aprendía con cada experiencia y en cada momento.
Imagen 2 Madres de la Plaza de Mayo Autor desconocido. Fuente: http://www.elortiba.org/myapm.html
Una de las acciones era ir recolectando los nombres de las personas desaparecidas cada vez que una nueva persona de integraba y así pedir una audiencia con Videla y encontrar respuestas. Éste se negó rotundamente a encontrarse con las madres, sin embargo, fue Albano Harguindeguy, ministro del interior, quien accedió a reunirse con ellas. Durante
...