Memorándum Del Führer.

¿Fue un agresor, un criminal con déficit de cordura? Mucho se dice y mucho se dirá acerca de este personaje que marcó una época en la cual predominaba el terror.

Hitler inculcó sus creencias a todas las personas que lo rodeaba, ex professo que su reinado tuvo como consecuencia matanzas periódicas de judíos y miles de personas fueron ejecutadas por primera vez en la historia por métodos sistemáticos y masivos. ¿Qué hacía tan peligroso al nazismo? Simplemente se puede notar en el hecho de que rompía las reglas del juego y las estrategias de futuro de los grupos de poder en lugares clave para los mismos. Adolfo es un ser que tomó beneficios de lo que en su país sucedía, las situaciones poco satisfactorias que todos vivían fueron conditio sine qua non para el triunfo del Führer. El movimiento nazi, motu proprio, intentó crear una nueva religión, en realidad lo era en sí mismo. Los que llamamos ocultistas y esotéricos concluyeron entre sus dirigentes que en conjunto quizá no buscaban más que lo que el ser humano lleva tratando de encontrar desde hace miles de años; un sentido a la vida.

Grosso modo llegamos al convencimiento de que a Hitler y a los suyos de les ha demonizado más de facto por lo que hicieron, por haberse opuesto como competidores al capitalismo salvaje que perseguía diferente fines. Es decir, por haber sacado los pies del tiesto y oponerse al sagrado capital bendecido por todas las iglesias cristianas tradicionales.

La figura de Hitler se nos presenta con una personalidad francamente esquizofrénica que incluía un completo mare magnum de ideales y objetivos, como una mezcla de bien y mal que seguramente formaba parte de su atractivo. Él difundió su doctrina de odio racial y desprecio por la democracia en los numerosos mítines que organizó, los cuales fueron descubiertos in fraganti y, mientras tanto, las organizaciones paramilitares del partido aterrorizaban a sus enemigos políticos.

Tempues fugit y no queda más que decir que no deja de asombrarnos la magnitud de atrocidades causadas por los nazis en contra, no sólo de los judíos, sino de la humanidad. Vértitas ódium párit, por consecuencia, enumerar todos los acontecimientos que Hitler causó sólo generarían aún más odio contra él.

Por un momento, en la historia del hombre, la intolerancia hacia la libertad de culto, ideología política, raza, etc., fue más poderosa que la razón misma. Inter nos, la libertad debe prevalecer en todas sus formas y en todos, siempre y cuando no afecte a las demás personas que nos rodean.

Sic, dudo mucho que un hecho como el “holocausto” se repita, pero aún seguimos viendo secuelas. Debemos repudiar cualquier tipo de dictadura y vejaciones al hombre libre; de lo contrario, estaremos contribuyendo para que esta historia atroz se repita.

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