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Migracion

JaqueliiiiN13 de Diciembre de 2012

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PONENCIA:

“LA MGRACION Y EL PODER DE LAS REMESAS EN MÉXICO”

NAYELY SAPIENS VALENZUELA

I. JUSTIFICACIÓN DEL TEMA

La migración internacional es uno de los grandes fenómenos globales de nuestros días. La mayoría de los movimientos poblacionales en todas las regiones geográficas del mundo obedece a la búsqueda de mejores condiciones de vida, en lo cual subyace la operación de diversos y complejos factores estructurales, como son las asimetrías económicas y sociales entre las naciones, la creciente interdependencia económica y las intensas relaciones e intercambios entre los países.

También se puede ver que influyen factores de difícil predicción que dan lugar a movimientos de población en condiciones forzosas o involuntarias. Prácticamente ningún país, como tampoco ninguna región del mundo, escapa a la dinámica de las migraciones o puede mantenerse ajeno a sus consecuencias. La migración internacional es y seguirá siendo durante los años por venir un asunto de primer orden en las agendas bilateral y multilateral de los países.

Por ello, además de ser territorio de destino y tránsito de la migración internacional, México es país de origen de cuantiosos flujos migratorios hacia Estados Unidos. Con nuestro vecino del norte compartimos una frontera de casi cuatro mil kilómetros, la cual es de las más dinámicas del mundo. En ella se registran alrededor de 310 millones de cruces por año, lo que revela el intenso y complejo entramado de contactos en esa zona.

La migración mexicana hacia el vecino país constituye un asunto ciertamente estratégico de la agenda bilateral. Se trata de un fenómeno complejo, con una prolongada tradición histórica y con raíces estructurales en ambos lados de la frontera. Aunque con cambios en su intensidad y modalidades, este fenómeno ha sido una constante en la relación entre ambos países desde el siglo pasado. En las últimas décadas, la migración, en particular la de carácter no documentado, ha sobresalido como uno de los asuntos más difíciles, preocupantes y conflictivos de la agenda bilateral.

Uno de los aspectos más importantes de la migración hacia el norte se expresa mediante las remesas de dinero traídas por los migrantes o enviadas por ellos a sus parientes o familiares en sus comunidades de origen.

Las remesas de dinero son esenciales para cientos de miles de núcleo familiares en México. Se sabe que estos recursos se utilizan principalmente para satisfacer las necesidades de consumo inmediato de las familias, incluida la vivienda. Aunque en mucho menor proporción, una parte de las remesas de dinero también es ahorrada para más tarde emplearla en la compra de insumos productivos, tierras de cultivo o algún otro tipo de inversión, incluidos pequeños negocios familiares. Además de beneficiar de manera directa a las familias de los migrantes, las remesas pueden ser un valioso instrumento de desarrollo.

Al respecto, no debe olvidarse que una proporción significativa de los ingresos de un gran número de comunidades localizadas en Estados como Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Zacatecas viene de esta fuente. La migración México-Estados Unidos es un proceso complejo, que se sustenta en la conformación de redes sociales, familiares y culturales, con base en las cuales se configura un sistema de intercambio y circulación de gente, dinero, bienes e información entre los asentamientos de migrantes a ambos lados de la frontera. De esta forma, el proceso migratorio no implica la desarticulación de las comunidades de origen, sino más bien, su configuración como comunidades transnacionales.

Las remesas de dinero del extranjero a nuestro país, son enviadas por todos los tipos de emigrantes: legales o ilegales; permanentes y temporales; de clase baja y alta; adultos y jóvenes; solteros y casados; mujeres y hombres. Ciertas categorías de emigrantes tienden a remitir más fondos que otros, pero por lo general envían de 6 a 16 por ciento de su ingreso a su país de origen. Sin embargo, las remesas tienden a disminuir después de la primera o segunda generación y el flujo continuo de recursos depende de los nuevos emigrantes.

En este contexto, las remesas conforman un elemento sustancial para reproducir y sostener económicamente esta desterritorialización de las comunidades de migrantes. Esta situación abarca también a las familias, las cuales, establecen formas de reproducción social y económica que involucra de manera preponderante los ingresos salariales de los migrantes en Estados Unidos.

Tras esto, tenemos que la importancia que tiene para los países y regiones exportadoras de mano de obra la magnitud del flujo de divisas que ingresa a la economía por concepto de remesas del exterior ha despertado interés y preocupación crecientes por convertir esos recursos en fuente de financiamiento del desarrollo económico y social en los ámbitos nacional, regional y local.

II. PLANTEAMIENTO Y DEFINICIÓN DEL PROBLEMA

La migración de trabajadores mexicanos a Estados Unidos tiene profundas consecuencias en la vida económica y social de ambas naciones. Para nuestro país, las transferencias en dinero y especie, que desde allá realizan los migrantes a sus familiares en México, constituye sin duda uno de los beneficios más evidentes de la migración.

El flujo de divisas que originan las remesas, ha crecido en los últimos años. Su cuantía es de tal magnitud que, según el Fondo Monetario Internacional, en 1995 México fue el tercer país receptor neto de divisas en el ámbito mundial, superado solo por la India y Filipinas.

Para formarse una idea de la importancia económica actual que tiene este fenómeno, baste señalar que en lo que va de la década de los 90´s han ingresado a México alrededor de 33 mil millones de dólares por concepto de remesas. Tan solo en 1998 la cifra se estima en 5.6 millones de dólares. Debido a que la migración en E.U es un fenómeno que en su mayor parte se origina en un poco más de un centenar de municipios, el mayor impacto de las remesas se aprecia en las economías locales y regionales con tradición migratoria, aún cuando esta adquiriendo importancia en las zonas emergentes.

Así mismo, no debe perderse de vista que la migración a E.U y el subsecuente flujo de remesas es ante todo una estrategia de los hogares para allegarse recursos; de esta forma, para 1996 se estima en poco más de 1 millón el número de hogares que reciben remesas; para una proporción significativa esa percepción constituye su ingreso único.

En las últimas décadas, las remesas de divisas se han convertido en un flujo de suma importancia para la mayoría de las naciones no desarrolladas expulsoras de mano de obra, al punto que, en muchos casos, las remesas son uno de los principales rubros en el renglón de transferencias corrientes de sus balanzas de pagos. Sin embargo, el impacto más significativo de las remesas se registra en las economías regional y local, donde impulsan la industria de bienes de consumo y estimulan la expansión de los servicios; además, dado que estos recursos son recibidos directamente por los familiares de los migrantes, a menudo las remesas pueden tener un impacto semejante a los beneficios derivados de las políticas sociales focalizadas en la atención a grupos vulnerables.

Su efecto en las comunidades y hogares receptores a menudo se pone de manifiesto con la información relativa al monto y las modalidades de uso de estos recursos. La mayoría de los trabajos disponibles da cuenta de un patrón general del uso de las remesas en México, congruente con numerosas experiencias internacionales, que indica que la gran mayoría de los recursos recibidos se gasta en la satisfacción de necesidades básicas, la adquisición de bienes de consumo duradero y la compra y mejora de viviendas, mientras que sólo una pequeña proporción se destina al ahorro y a la inversión productiva.

Las remesas de dinero que envían los trabajadores en Estados Unidos hacia Latinoamérica y el Caribe están jugando un papel cada vez más importante en muchas economías; y por primera vez, el año pasado superaron los $20,000 millones, de acuerdo con nuevos estimados.

A partir de los ochentas la migración mexicana a Estados Unidos asume magnitudes y modalidades que indican importantes cambios en su dinámica y composición. Estos cambios en la magnitud de la migración inciden directamente en el flujo de remesas que los emigrantes envían periódicamente a sus comunidades de origen en México.

La problemática que lleva a migrar es multidimensional. El mayor motivo, fuera de la violencia política, es el problema del desempleo. La migración afecta no sólo a los migrantes, sino que tiene importantes consecuencias en las relaciones económicas y sociales de los países involucrados. Por ello deben pactarse reglas internacionales para enfrentar el problema tanto en la defensa de los derechos humanos y laborales de los migrantes, como para regular la circulación de mano de obra.

Por otra parte, las remesas de divisas enviadas por estos trabajadores a sus familias son un factor importante en la disminución de los problemas de la balanza de la cuenta corriente en las economías subdesarrolladas a la vez que amortiguan los problemas sociales y de pobreza extrema.

II.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

Hasta 1988 el concepto de remesas familiares tan sólo incluía lo captado vía giros postales y telegráficos, según reportes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. A partir de 1989, dicha captación se amplio, para considerar también las “remesas” canalizadas mediante “money orders” y cheques

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