Mitologia Guaraníes
Nyankota6 de Junio de 2013
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Mitologia.
Tupã o Tupavé o Tenondeté es el dios supremo de los Guaraníes, es la deidad que creo la luz, el universo. Su morada es Kuarahy, foco de luz, origen del mundo.
Celebra nupcias con Arasy, la consagra madre del cielo y le fija por morada Jasy.
En una remota mañana Tupa y Arasy bajaron a la tierra. Instalados sobre una colina de Aregua, crearon los mares y ríos, los bosques, las estrellas y todos los seres del universo.
Allí Tupa creo la primera pareja humana. Tomo un poco de arcilla, la mezcla con zumo de Ka’a-ruvicha, sangre de yvyja'ú, hojas de plantas sensitivas y un ambu’a. Hizo una pasta remojando con agua de un manantial cercano, Tupakuá y con ella dos estatuas, las expuso al sol para secarse y quedaron dotadas de vida.
Tupa y Arasy pusieron a los recién creados frente a ellos, y dijo:
Arasy: mujer, que de mí naciste a mi semejanza, te doy por nombre Sypavé; y al otro, que era varón dijo Tupa: te doy por nombre Rupavé.
Tupa les dio muchos consejos para vivir en amor, pacíficamente, procrear y puso a disposición de ambos todos los seres y productos de la tierra para usar sin desperdicios.
A Rupavé dejo especialmente el Mbokaja y Arasy dejo a Sypavé la fruta del Arasa. Y les anuncio que algún día llegarían a estas tierras los Karaieté desde otros continentes, para marcar el destino de este.
Tupa creo y dejo con ellos a Angatupyry, espíritu del bien y a Taú espíritu del mal, que les indicarían el camino a seguir en la vida.
Rupavé y Sypavé tuvieron tres hijos varones y muchas hijas mujeres, algunos de ellos fueron: Tume Arandu, Marangatu, Japeusa y entre las hijas mujeres se distinguieron: Porãsy, Guarasyava, Tupinamba, Yrasema.
Pasaron los años hasta que un día en la tribu, de Kerana una mujer extraordinariamente bella que pasaba los días durmiendo se enamoro Taú, quien transformándose en apuesto joven rapto a Kerana, Angutupyry trata de ayudarla luchando siete días con sus noches, pero venció Taú ayudado Pytajovái.
Arasy maldice a Taú, procreando siete hijos sietemesinos monstruosos. Ellos fueron: Teju-jagua, Mboi-tu’i, Moñai, Jasy-Jatere, Kurupi, Ao-Ao, Luison.
Pasaba el tiempo y las cosas no iban bien en la tierra por la influencia de los siete hermanos monstruosos, cuyos hechos hicieron cundir el odio, la discordia, las luchas entre todos, hasta que aparece el profeta y sabio Tume, quien decidió poner fin a estos hechos y pacificar la tierra.
Reúne en una gran asamblea en Atiha a los caciques y avarés para discutir y encontrar solución a los problemas. Tume presento a un enviado de Tupa, Jahari-gua’a por cuyo intermedio le enviaba sus deseos de poner orden en la tierra, castigando severamente a los siete hermanos monstruosos y destinando a una de las hermanas de Tume al sacrificio con ellos.
Porãsy, hermana menor de Tume se ofreció a sacrificarse y fue instruida para llevar a cabo el plan.
Se presento en la cueva de Moñai, y desplegando sus artes, consiguió que este Reuniese allí a todos sus hermanos para celebrar sus bodas con el.
Como Teju-jagua no podía ir debido a su deformidad todos fueron a su cueva. Allí realizaron la fiesta. Porãsy vistió su atuendo nupcial. Corría abundante la chicha. Cuando todos estaban embriagados Porãsy debía escapar para que Tume y los demás cerraran la entrada de la gruta, pero Moñai tomo a Arasy cuando ella intentaba escapar y la obligo a quedarse dentro de la cueva, fue cuando ella grito a Tume que cerrasen la cueva y continuasen con el plan sacrificándose.
Tume con los demás acumularon piedras y leñas cerrando la entrada de la cueva. Tume prendió fuego que fue alimentado toda la noche, muriendo todos los que estaban adentro.
El alma de Porãsy salio y se elevo a los cielos transformándose en Mbyjá-ko’e, la estrella matutina, Venus,
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