Monte Albán es uno de los centros ceremoniales más conocidos de México

Monte Albán

Monte Albán es uno de los centros ceremoniales más conocidos de México, ya que ha formado gran parte de la cultura actual. Monte Albán es un centro ceremonial zapoteco-mixteco encontrado en el actual estado de Oaxaca. La estructura, agricultura y religión de Monte Albán son trascendentales, ya que incluso ahora son estudiados y proveen la mayor información acerca de la vida durante esta época. Esta ciudad mesoamericana, surgida en el año 500 a.c., es representativa no solo de la cultura zapoteca-mixteca sino también de mesoamérica como un todo. En los siguientes párrafos se encuentra la información más relevante de Monte Albán, la historia y la relación del centro ceremonial con el medio ambiente a su alrededor. Por ejemplo, desde el comienzo de Monte Albán los pobladores se adaptaron al difícil ambiente del cerro al manipularlo y construir plataformas como base.

El Valle de Oaxaca es donde se encuentra Monte Albán, y en el valle es donde comienza la habitación del actual estado de Oaxaca. La población del Valle de Oaxaca estaba distribuida en aldeas, de las cuales variaba su tamaño e importancia. La más poderosa, la jefatura de San José Mogote decidió mudarse a un lugar más estratégico para expandirse, protegerse y alejarse de los conflictos entre las 87 aldeas del Valle. Por lo tanto, los gobernantes de San José Mogote escogieron un cerro en la sección del valle de Etla, en el cuál comenzaron a construir el conocido centro ceremonial.

La estructura de Monte Albán es muy complicada, al igual que es complicado construir enormes pirámides en un cerro desnivelado. Tras varios años, los fundadores de Monte Albán lograron crear un sistema en el cual construyeron enormes plataformas, colocaron cisternas debajo de ellas, y construyeron edificaciones, que ahora forman el conocido centro ceremonial, sobre las plataformas. De este modo se fundó la ciudad, y las ventajas que le brindaba su ubicación eran varias, lo que llevó a Monte Albán a convertirse en una importante ciudad mesoamericana.

Monte Albán se prestó como el centro político y religioso de la cultura zapoteca, una cultura que llegó a ser una de las más avanzadas del periodo clásico. Los zapotecos tenían un gran desarrollo como civilización, y una parte fundamental de su cultura era la religión. Como varios de los grupos mesoamericanos, los zapotecas eran politeístas, es decir, tenían creencias en diferentes dioses. Su dios principal era Xipe Totec, el cual creían que era su regidor y el creador de todo su alrededor (Historia Cultural). Era tal la importancia de la religión, que, según la Enciclopedia Hispánica, se reflejaba en todo el arte y la arquitectura de los zapotecas. En la arquitectura podemos ver como en las ciudades, incluída Monte Albán, las calles principales llevaban directamente a los templos religiosos, y en los centros ceremoniales sólo se encontraban las plazas, juegos de pelota y los observatorios. La gran mayoría de la población vivía en pequeñas casas alrededor de la ciudad (381). Monte Albán no era más que un centro ceremonial, y tenía una población limitada a los sacerdotes y nobles que habitaban en la ciudad. Por el otro lado, el arte capturaba la creencia de una vida después de la muerte, expresada en murales y en las tumbas de sus difuntos.

La economía zapoteca era basada principalmente en la agricultura. Como el resto de mesoamérica, se cultivaba el maíz, la calabaza, el chile, los frijoles, etc. El clima no era favorable, ya que había lluvias constantes e impredecibles, lo que hacía encontrar una temporada específica de siembra un trabajo difícil. Pero, el subvalle de Etla, donde se encuentra Monte Albán, tiene ventajas en cuestiones agrícolas. El clima es un tanto más accesible, lo que mantuvo a la población del Valle de Oaxaca centrada ahí mismo (Marcus 18-20). Al igual, como nuestro centro ceremonial estaba situado en la cima del cerro, era muy complicado encontrar una sección de tierra apropiada para sembrar. Para resolver este problema, los zapotecas construyeron una serie de “escalones” alrededor de la ciudad, en los cuales plantaban por secciones. Para regar, transportaban el agua de las cisternas por medio de canales, y también aprovechaban la gran cantidad de lluvias. Este sistema de agricultura se denomina de terrazas, y consiste exactamente de esto. A pesar de las poco favorables condiciones climáticas y el escaso terreno plano, los zapotecos lograron construir una agricultura firme, y basar su economía en ella. Monte Albán logró salir adelante en parte a la agricultura, asimismo que condució a la ciudad a expandir sus horizontes económicos.

Después de varios años de perdurar como centro urbano, Monte Albán llegó a su fin a finales del periodo clásico. Hay diversas razones por la caída de Monte Albán, desde políticas hasta económicas. Sin embargo, no hay una razón precisa. Monte Albán es actualmente uno de los centros ceremoniales más influenciales en la historia mesoamericana, y la cantidad de información que ha sido interpretada del eterno centro urbano es incontable. Varios arqueólogos han presentado interés en la ciudad, de los cuales resalta bastante Alfonso Caso. La mayoría de la información de Monte Albán fue descubierta y publicada por él, lo que igual demuestra la gran oportunidad de aprendizaje que Monte Albán brinda. Nadie sabría que esta majestuosa ciudad seguiría siendo estudiada más de 2000 años después.

La colocación de Monte Albán tuvo un propósito benéfico para varios aspectos de la ciudad, y no fue solamente construido ahí por azar. Cómo menciona Joyce Marcus, “el medio ambiente de Oaxaca fue propicio para la vida humana mucho antes de la fundación de Monte Albán” (17). Al igual, varios componentes naturales contribuyeron en este aspecto. La ciudad está rodeada de bosque fluvial, del cuál es posible obtener diferentes tipos de árboles útiles para la construcción dentro de la ciudad (Marcus 21). La fauna también era extensa, y la dieta era basada en parte en la caza de venados, conejos, y otros animales salvajes (22). Sin embargo, no había una fuente de agua, lo cuál fue resuelto por medio de un sistema de cisternas subterráneas. El relieve también era un componente importante, ya que Monte Albán se encuentra en una región montañosa. Los componentes naturales nos

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