ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL COMERCIO DE PLANTAS MEDICINALES ALGUNOS RASGOS SIGNIFICATIVOS EN EL CENTRO DE MÉXICO


Enviado por   •  8 de Febrero de 2015  •  Ensayos  •  957 Palabras (4 Páginas)  •  225 Visitas

Página 1 de 4

EL COMERCIO DE PLANTAS MEDICINALES ALGUNOS RASGOS SIGNIFICATIVOS EN EL CENTRO DE MÉXICO

Paul Hersch Martínez Proyecto Actores Sociales de la Flora Medicinal en México, Instituto Nacional de Antropología e Historia. Leon@dunsun.cti.uaem.mx Andrés Fierro Alvarez Departamento de Producción Agrícola y Animal, Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco

Resumen Se abordan algunos rasgos significativos del comercio de plantas medicinales, en particular desde una zona de recolecta y acopio, ubicada en la colindancia occidental de Puebla y Guerrero. Los recolectores y acopiadores de la zona operan articulados a una red de acopiadores regionales externos que se abastecen entre sí y abastecen a grandes mayoristas en el país. Dicha red se basa en la oferta diferencial de especies, posibilitada por la diversidad fisiográfica del país, y se recurre principalmente a especies silvestres. Ello tiene implicaciones ambientales ante una creciente demanda, como se ejemplifica con algunos casos locales de especies sobresolicitadas. La situación requiere una política definida de protección ambiental y desarrollo fitotécnico, así como alternativas que tomen en cuenta la multiplicidad de factores sociales y naturales involucrados.

5 5 El tema del comercio de las plantas medicinales en nuestro país es amplio e involucra a diversas disciplinas y procesos, pues justamente confluyen en él naturaleza y sociedad. Exponemos a continuación algunos de sus rasgos e implicaciones esenciales, relativos en particular a una zona de abasto relevante en el centro de la República Mexicana. La planta medicinal lo es en el seno de la sociedad y la cultura. Es en ese contexto que se le atribuyen propiedades curativas, y, al adquirir además una connotación comercial, aparece como un importante marcador de procesos tanto ambientales como económicos. La planta se integra a un circuito comercial no como cualquier cosa. Ella presenta una estructura y una funcionalidad susceptibles de ser descritas en estudios anatómicos y fisiológicos, pero también es portadora refleja de cultura. Así, la flora medicinal se integra a las redes mercantiles en un proceso complejo, donde se enlazan realidades biológicas y sociales diversas. Las plantas medicinales se extraen de diferentes ámbitos fisiográficos y económicos contrastantes, propios de la diversidad biológica y cultural que enriquece a nuestro país, pero propios también de la desigualdad social que hoy lo lacera. Ilustraremos algunos aspectos relacionados con esta realidad social y biológica del comercio de las plantas medicinales en México. Con las limitaciones inherentes a una visión general, expondremos algunos de esos aspectos, partiendo de ciertos antecedentes históricos, para luego focalizar una zona de abasto que consideramos representativa en el país. Desde ahí trazaremos la ruta comercial de algunas especies silvestres, a través de los5 6 procesos de trabajo local requeridos desde la recolección, hasta su integración a la red de comercializadores regionales. Referiremos también en este sentido, la oferta diferencial de especies por regiones fisiográficas, entendida aquí como la capacidad de ofrecer especies procedentes de un ámbito fisiográfico determinado, y también las implicaciones ambientales de la sobrerecolecta, con algunos ejemplos de cuantificación realizados, para finalmente ilustrar, con algunos estudios de caso, el paso de ciertas especies al mercado exterior. ALGUNOS ANTECEDENTES El comercio de la flora medicinal constituye una actividad muy antigua en nuestro país. A pesar de la escasa disponibilidad de testimonios referentes al México precortesiano, sabemos del conspicuo lugar de las plantas medicinales en los mercados, y de la importancia misma otorgada, a través de los jardines botánicos de entonces, a las diversas especies que eran aportadas desde regiones remotas y apreciadas por sus diversas aplicaciones (Díaz del Castillo 1968; del Paso y Troncoso 1988; Sahagún 1989; Cortés 1992). La medicina practicada entonces en Mesoamérica tenía en la vegetación su fuente básica de recursos terapéuticos. No es de extrañar entonces que a la llegada de los europeos, surgiera en ellos un profundo interés en la flora local, dado el extraordinario acervo de especies autóctonas de diverso uso, desconocidas hasta entonces en el «viejo continente» (Martínez-Alfaro 1990). Si bien este fenómeno de la diversidad florística y del intercambio subsecuente en el Siglo XVI ha sido abordado por diversos autores (Crosby 1991), lo que deseamos subrayar aquí es justamente la dimensión comercial de este proceso. La búsqueda misma de especies condimenticias había jugado un papel fundamental como motivación en el descubrimiento europeo de las denominadas Indias Occidentales, y la flora hallada en América habría pronto de constituirse en objeto notorio de interés mercantil para los recién llegados, como un rubro relevante en el horizonte económico colonial.5 7 Entre los primeros comercializadores de las plantas medicinales hacia el exterior de la Nueva España se encontraba Francisco de Mendoza, hijo del primer virrey. El comercio de plantas medicinales que ocupara a la familia abarcó también al Perú, donde Don Antonio fungió también como autoridad colonial; el mismo y célebre Códice de la Cruz Badiano refiere a esta realidad comercial, pues su confección fue motivada justamente por ese móvil mercantil, ya que además de ser un valioso testimonio de la flora medicinal en uso en el Siglo XVI, constituye de hecho el primer catálogo comercial de nuestra flora medicinal (Viesca, com. Pers.). La magnitud del flujo de especies medicinales y condimenticias a nivel continental, para su exportación a Europa, aún se manifiesta en rasgos como el hecho de que la resina del árbol Myroxylon pereirae es denominada bálsamo del Perú, justamente porque era enviado a Europa como proveniente del Perú, cuando en realidad procede, aún hoy como entonces, de El Salvador y de otras zonas de América Central. La relevancia del comercio de la flora medicinal proveniente de América se refleja también en otra obra significativa, la del sevillano Nicolás Monardes, quien además de ejercer la medicina, difundió y comercializó desde Sevilla hacia Europa las diversas especies curativas provenientes de nuestro continente (Monardes 1990; Esteva de Sagrera 1992). El proceso a través del cual se transformó progresivamente la materia

...

Descargar como  txt (6.4 Kb)  
Leer 3 páginas más »
txt