No Nacemos Humanos Nos Hacemos Humanos
johameli22 de Abril de 2013
800 Palabras (4 Páginas)928 Visitas
NO NACEMOS HUMANOS, NOS HACEMOS HUMANOS
AGUSTIN ANGARITA LEZAMA *
Cuando hablamos de derechos humanos, con mucha frecuencia pensamos en la parte de los derechos y olvidamos lo humano, bajo la presunción, que todo el mundo entiende qué es lo humano. Sin embargo, son largas las discusiones que sobre el asunto se dan y que reflejan que se está lejos de un consenso sobre el tema. Inicio una serie de comentarios alrededor de lo humano para aportar elementos que permitan tener posiciones sustentadas al respecto.
Humberto Maturana, profesor de la Universidad de Chile y doctor en Biología, narra una historia ocurrida en 1922 en una aldea de la provincia de Bengala, en el norte de la India. Un misionero anglicano fue alertado por los habitantes del lugar sobre una familia de lobos que había criado en su seno a dos niñas en completo aislamiento de contacto humano. Investigando comprobó que las niñas, de aproximadamente 5 y 8 años, hacían parte de la manada. Nunca se supo cómo llegaron a ella. Su comportamiento era animal. No hablaban, aullaban y gruñían como lobos. No caminaban en posición bípeda sino en “cuatro patas”, pero con una velocidad y agilidad, que ninguno de los humanos igualaba. Su biotipo no mostraba evidencias de carencias nutricionales ni mentales. Su dentadura estaba sana, sin rastros de caries. Su cuerpo desnudo, que sin ser peludo, estaba cubierto de una vellosidad más gruesa que la esperada. Sus facies eran fijas, inexpresivas; eran de hábitos nocturnos, rechazando el contacto humano y prefiriendo la compañía de perros o lobos. No oponían el pulgar; ingerían comida cruda prensándola con sus manos y desgarrándola. Se les bautizó Amala y Kamala. Poco tiempo después de “rescatadas” murió Amala, la menor. La mayor sobrevivió, unos 10 años, junto a otros huérfanos con quienes fue criada. Nunca aprendió a hablar; se expresaba con monosílabos. Si bien aprendió a caminar y a usar cubiertos, sólo lo hacía en público. En la soledad de su cuarto volvía a comer en el suelo, “sorbiendo” los alimentos y caminando en “cuatro patas”. Rápidamente adelgazó. Era triste, depresiva y solitaria. Una infección la mató. Las dos niñas aunque en su constitución genética, en su anatomía y en su fisiología eran humanas, nunca llegaron a comportarse como humanas.
Esta larga historia hace evidente algo que sabemos pero que olvidamos. Pertenecemos al reino animal. Nuestro genotipo y nuestro fenotipo nos dan una apariencia humana, pero sólo la apariencia, porque la característica humana, no es innata sino esencialmente adquirida y, fundamentalmente social. Es decir, no nacemos humanos, sino nos hacemos humanos. Este permanente proceso dura toda la vida.
Según Maturana los seres humanos somos seres fundamentalmente culturales, no biológicos, aunque seamos biológicamente Homo sapiens sapiens. Lo humano surgiría con el lenguaje en la historia evolutiva de los primates bípedos a los que pertenecemos. Para él lo humano surge en la culturalización del Homo sapiens sapiens, no antes. En otras palabras, somos concebidos Homo sapiens sapiens no humanos, y nos hacemos humanos en el vivir humano aunque nuestra biología de Homo sapiens sapiens sea el resultado de nuestra deriva filogénica cultural humana.
Maturana piensa que la humanización del embrión o feto, no es un fenómeno que tenga lugar como parte de su desarrollo, sino que surge como parte de la vida de relación cultural de éste. La culturización y, por lo tanto, la humanización del Homo sapiens sapiens en desarrollo, empieza cuando el embarazo comienza a ser un estado deseado por la madre, y ésta se desdobla en su sentir y reflexión, dando origen en su vientre a un ser que tiene un nombre y un futuro. Esto no es un fenómeno fisiológico, es un fenómeno psíquico, de la vida de relación.
De tal manera que si hay un aborto antes de este momento de culturización
...