Nuevo Orden Mundial

de intereses e insatisfacciones políticas que se habían generado, sumado a ello, las alianzas internacionales del momento o también conocidas como las potencias asociadas, entre las cuales estaban: Gran Bretaña, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, las cuales lucharon contra la Alianza de los llamados Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, Imperio Otomano y Bulgaria, en el desarrollo de la misma participaron alrededor de treinta y dos naciones. Según Rodríguez, (1995) se estima que esta guerra generó un aproximado de 40 millones de bajas incluyendo cerca de veinte millones de muertes civiles y militares. Más de sesenta millones de soldados europeos fueron movilizados desde 1914 hasta 1918. Fussel, (1992, p, 312), hace referencia a las palabras pronunciadas por el ministro británico de asuntos exteriores Edward Grey, "En toda Europa se apagan ahora las luces: puede suceder que jamás volvamos a verlas encendidas". Su predicción se cumplió, la guerra que entonces empezaba significó la muerte de la vieja Europa, el final de los viejos tiempos el desmoronamiento definitivo de una concepción del mundo. Esta guerra, que tendría que haber puesto fin a las guerras, dio origen a nuevos enfrentamientos, a nuevas guerras. El conflicto fue provocado en Sarajevo, capital de Bosnia, el 28 de junio de 1914 cuando el heredero del trono austro-húngaro, el archiduque Francisco Fernando fue asesinado junto a su esposa víctimas de un estudiante serbio, de nombre Gabrilo Princip, quien cometió el atentado.

Pero las causas de la guerra eran más profundas, consistían fundamentalmente en 3 antagonismos: el primero de ellos entre Alemania y Francia, en forma de una enemistad reactivada por la derrota francesa de 1871, y la pérdida de Alsacia-Lorena, el segundo entre Alemania e Inglaterra, competencia en el terreno de la industria de la política colonial y del rearme, y el tercero entre Austria-Hungría y Rusia, por el dominio de l

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