Panteon inca

1. Los incas desarrollaron una ideología que inspiraba sus acciones y daba sentido a sus vidas. Las creencias que profesaban se hallaban repletas de paradojas que surgían a la luz muy a menudo cuando dogma y política entraban en colisión. La realeza incaica disfrutaba de una sorprendente vida llena de energía después de la muerte. Con la ayuda de un grupo de servidores, reyes y reinas actuaban como si el espíritu no les hubiera abandonado nunca. En la religión oficial, el culto al Sol era dominante, pero también se rendía culto a otras numerosas deidades y sus devotos. Las prácticas incas exigían una gran cantidad de bienes y de llamas como objetos de sacrificio.

1. El panteón Inca

WIRACOCHA, “EL CREADOR”: significa Antiguo fundador, señor, instructor del mundo. Tenía aspecto masculino y femenino; estatua de oro, puma. Creador del cielo, tierra y seres vivos.

INTI, “EL SOL”: era un varón de quien se decía que estaba representado por una estatua o un disco de oro. De la cabeza o de los hombros se proyectaban rayos solares; se hallaba adornado con rodetes en las orejas, un pectoral y una banda real para la cabeza; del cuerpo se proyectaban serpientes y leones, en gran medida como había sucedido en la visión de Pachakuti. Padre del linaje real inca; patrón del imperio. Inti Raymi: celebrado en Junio, se celebraba en todo el imperio, principalmente en Cuzco, donde hacían sacrificios dirigidos al dios Sol y ofrendas de oro y plata

MAMA-QUILLA, LA “MADRE LUNA”: la segunda deidad importante del patrón incaico era la Luna, la esposa del Sol. Mama-Quilla era importante para calcular el tiempo y regular el calendario ceremonia, desde el momento en que numerosos rituales se basaban en ciclos lunares ajustados al año solar. Esposa del Sol. Coya Raymi: celebrado en Setiembre, dedicado a la Luna y especialmente a las mujeres.

INTI-ILLAPA, “EL DIOS DEL TRUENO”: Dios del trueno, del rayo, del arco iris y, prácticamente, de todos los fenómenos meteorológicos. Se le representaba como un hombre en el cielo que llevaba un garrote en una mano y una honda en la otra. El trueno era el golpe de la honda y el relámpago el brillo que producían sus ornamentos luminosos al moverse. Los rayos eran las piedras que lanzaba con la honda y la Vía Láctea el rio celeste del que él hacía caer la lluvia.

1. Se dice  que los sacrificios humanos en los incas no eran muy comunes por lo que solamente se ofrecían en ceremonias solemnísimas, dedicadas al sol, por la ascendencia  y el bienestar de un emperador y en la celebración de las victorias militares.

Por lo general, las víctimas eran niños/as elegidos por su belleza  y eran reclutados por todo  el país. En algunos casos los prisioneros de guerra  también  eran ofrecidos  en sacrificio  para homenajear al sol  para simbolizar el poder del inca.

Dos de los sacrificios que van a resaltar son:

 El Qhapaq Ucha  y el Uta. Según algunos autores el Itu se realizaba en épocas de gran necesidad, contra desastres  naturales, como as sequias, epidemias. Podía también darse de una relación positiva, por ejemplo podía conceder el derecho a celebrar una fiesta a un señor local cuya hija fuese acepada  como esposa del soberano. Por otra parte  el Qhapaq Ucha resumía la ideología imperial, con ese sacrificio se rendía homenaje  el creador  al sol, reforzando también el linaje del inca. Las ceremonias del Qhapaq Ucha se  centraban en Cuzco y  sus alrededores, pero en los mayores acontecimientos abarcaban todo  el reino. La ceremonia daba comienzo ofreciendo sacrificios dedicados al dios creador Wiracocha.

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