Los Incas

INDIGENAS YUKPA

Venezuela cuenta con 28 etnias indígenas diferentes, las cuales se pueden dividir en los Arawacos, los Caribe y los Timotocuicas. Todas estas comunidades habían sido prácticamente obviadas durante la historia constitucional venezolana, hasta que en el año 1999, con la creación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, los pueblos indígenas pasaron a ser reconocidos como sociedad civil, a la cual se les debían respetar sus derechos, cultura y costumbres ancestrales; “Capítulo VII De Los Derechos De Los Pueblos Indígenas”.

Gracias a esta nueva constitución los indígenas tuvieron la oportunidad de reclamar, por primera vez, lo que durante tanto tiempo les había sido arrebatado; sin embargo este proceso de recuperación no ha sido del todo fácil, puesto que muchas personas ignoran la existencia de derechos indígenas y las que gozan de su conocimiento interponen su interés personal, en esta ocasión haremos referencia a la comunidad indígena Yukpa, uno de los casos de derechos indígenas mas ignorados por el estado. Los Yukpa, también conocidos como “motilones mansos”, habitan las vertientes venezolanas de la Sierra de Perija, donde por más de treinta años han tenido que defender sus tierras de ganaderos y trasnacionales de la minería quienes han tomado el terreno para la producción agrícola y otras actividades, provocando un desplazamiento indígena de sus tierras ancestrales.

Tomando en cuenta el artículo 119 de la constitución, que dice “E

l Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos ordinarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida. Corresponderá al Ejecutivo Nacional, con la participación de los pueblos indígenas, demarcar y garantizar el derecho a la propiedad colectiva de sus tierras, las cuales serán inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles de acuerdo con lo establecido en esta Constitución y la ley”, el cacique yukpa Olegario Romero decide reclamar las tierras que ancestralmente les pertenecen, con la finalidad de rescatar la cultura, la tradición y la dignidad que les había sido robado.

A causa de los intentos indígenas por recuperar sus tierras, se desataron diferentes enfrentamientos entre los hacendados y los mismos, provocando grandes consecuencias para los indígenas, entre las cuales podemos mencionar la quema de más 56 casas, el secuestro de algunos infantes y la quema del único centro educacional de la zona.

Dichos acontecimientos indujeron reacciones por parte de algunos estudiantes de la Escuela Bolivariana de Audiovisuales, medios de comunicación y organizaciones humanitarias quienes, por voluntad propia, deciden dirigirse a la zona para prestar ayuda a los indígenas afectados, cabe destacar que miembros del Regimiento nº

12 del Ejercito crearon un “anillo de protección” en el perímetro de la comunidad Yukpa violando la libertad de tránsito garantizada en la Constitución que se establece en el artículo 50 e ignorando el propio deseo del cacique Olegario Romero de recibir la ayuda humanitaria. Así mismo la Guardia Nacional de la mano con los ganaderos actuó en contra de la comunidad Yukpa dejando una buena suma de heridos y la presunción de dos fallecidos.

Este caso llego a las manos del Ejecutivo Nacional quien desde su programa “Aló Presidente” declara que “entre los hacendados y los indios, este gobierno está con los indios”; de igual forma delegó al ex Ministro de Interior y Justicia Ramón Rodríguez Chacín a investigar lo ocurrido y prestar su total servicio a favor de los indígenas. Así mismo encargo a la Asamblea Nacional la creación de una comisión

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