Perito En Administracion De Empresas
jenyvanegas13 de Junio de 2012
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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
CENTRO UNIVERSITARIO DE ORIENTE
PROFESORADO DE ENSEÑANZA MEDIA EN PEDAGOGIA
Y TECNICO EN ADMINISTRACION EDUCATIVA
SEGUNDO SEMESTRE.
LA EDUCACION GUATEMALTECA EN LA EPOCA COLONIAL
11/09/2010
NOMBRE CARNE
Carla Nataly Méndez Aroche (coordinadora) 200750573
José Humberto Sagastume morales 201046287
María Teresa Damián y Damián 201044113
Liliam Leticia Martínez Guerra 201044062
Francisco Gamaliel García Esquivel 201044057
Alvaro Arnoldo Moráles 200843534
Rosby Isaura Utrilla Marín 201043511
Astrid Geraldine Hernández Palma 201046289
Ervin Norberto Marroquín Espino 200943671
INDICE
Introducción 03
La Educación Guatemalteca en la Colonia 04
La Iglesia en la Educación 04
Educación Elemental 05
Los Colegios Mayores 07
Universidad de San Carlos 09
Otras ramas de la Educación 10
Conclusión 12
Bibliografía 13
INTRODUCCION
El período colonial abarca casi trescientos años, incluso la conquista española, desde 1524 hasta la independencia de 1821. La educación en la época de la colonia la realizaron las misiones evangelizadoras con los aborígenes, a quienes llamaban indios o indígenas y es así como la actividad educativa de los españoles fue la capacitación de bienes que les genera riquezas, la evangelización y la castellanización. Surgieron las escuelas de primeras letras, las casas de recogimiento para doncellas, los hospicios y los hospitales. Nacieron para beneficio de los españoles y en segundo para los hijos e hijas de españoles, resultado de la unión irregular entre mujeres indígenas y hombres españoles que con frecuencia se convertían en vagabundos y vagabundas y sin hogar porque los padres no les atendieron ninguna de sus necesidades humanas. La educación era del tipo confesional, por haber quedado este servicio en poder de la iglesia cristiana católica, que era la única que existía en ese tiempo y así la escuela se mantenía alejada de la realidad y del espíritu científico que se desarrolló en Europa. Durante el período colonial no hubo escuelas para los niños y las niñas, indios e indias en general, sino que solamente para los hijos de los caciques y principales. Al Obispo Marroquín se le considera como el más grande pionero de la cultura y el primer maestro de Guatemala, al fundar un colegio en donde se pudiera instruir a la juventud española y mestiza, donando parte de sus bienes materiales para cubrir parte de los gastos de su sostenimiento. Otro de los grandes personajes de la educación guatemalteca de la época colonial fue el Arzobispo Cayetano Francos y Monroy, quien llegó a Guatemala en el año 1779 y también es otro de los precursores de la escuela primaria guatemalteca. Durante la época colonial fue creada la Universidad de San Carlos de Guatemala el 31 de enero del año 1676; nació como consecuencia de la necesidad de dotar a la juventud de centros educativos adecuados para la continuación de su formación.
LA EDUCACIÓN GUATEMALTECA EN LA COLONIA
La educación informal, es decir, la transmisión de la cultura en general, entre los miembros de una sociedad o de un grupo particular, es tan antigua como el mismo hombre. Si el origen de éste se identifica con la utilización del lenguaje, de herramientas diversas, y con la capacidad de simbolización, la transferencia generacional de estos atributos están relacionados con la educación informal.
Solo un cierto nivel de organización, de especialismo y de sistematización en la transferencia de los conocimientos, de las destrezas, de los sentimientos, las tradiciones, las aptitudes o logros, marca el surgimiento de la educación formal. Este segundo tipo de educación, aunque se carece de suficientes evidencias, existió, con sus propias modalidades y procedimientos, en la época prehispánica. Especialmente, en el caso de los hijos de los Señores y Principales, de los señoríos que existían en la época en la que llegaron los europeos.
En cuanto a la sociedad colonial, la información sobre los sistemas y avances educativos es más abundante y fidedigna, aunque esta apreciación no sea del todo aplicable al lapso que comprende los primeros 10 años de la presencia de los españoles en lo que después fuel el reino de Guatemala.
La Iglesia en la educación
No sería justo dejar de reconoces, que en la enorme tarea por sustituir unos sistemas culturales por otros, la iglesia asumió la tarea particular de la educación. Todo sistema educativo fue organizado por religiosos de las diversas Ordenes. En relación con la Guatemala colonial bastaría con citar el ejemplo de la Universidad de San Carlos, fundad en 1676, así como el papel que, en el mismo campo de la educación, desempeñaron personalidades como el Obispo Francisco Marroquín.
Es trabajo académico de la Iglesia, en el cual tampoco puede ignorarse sus propios contenidos políticos estrechamente vinculados a la faina de la evangelización, permitió también el estudio y, hasta cierto punto, es rescate, de los idiomas vernáculos y, en general, de gran parte de las culturas indígenas. En efecto, casi todos los cronistas que registraron muchos de los grandes contenidos de esas culturas, fueron precisamente religiosos, que escribieron extensos relatos de carácter etnográfico o propiamente histórico, gramáticas, vocabularios, catecismos, e informes de muy diversa naturaleza.
Algunos de dichos cronistas, como en el caso específico de diego de Landa, en Yucatán, fueron especialmente destructores de códices y otros productos culturales, pero, al mismo tiempo y en forma contradictora, sentaron las bases de un posterior conocimiento más depurado de aquellas mismas culturas. En este sentido, la contribución de muchos de ellos ha tenido proyecciones en todo cuanto concierne a la historia del continente americano y, más aún, enlo que respecta al conocimiento de las diversas expresiones de la naturaleza humana en sus procesos evolutivos.
La referida aportación de la Iglesia, significó, también de manera paradójica, una valoración, directa e indirecta, explícita o tácita, de las culturas indígenas, como bien se puede ilustrar en el caso del rescate del Popol Vuh, por el dominico Fray Francisco Ximénez. Tal valoración, por su parte, contiene implicaciones igualmente políticas, o de cierta cuota de prestigio social, que favorecen a los propios indígenas de la época, y que se extienden a sus descendientes contemporáneos.
Todas las consideraciones anteriores referidas a la educación formal y a la cultura en términos generales, se extienden, por supuesto, a todas las manifestaciones del arte y las artesanías: las monumentales, como la arquitectura religiosa; las altamente significativas, como la literatura; así como la escultura, la imaginería, la platería, etcétera.
En todos los ámbitos de la actividad religiosa o eclesial, como los aludidos anteriormente, se producían particulares formas o esquemas de organización, que incluían desde el Cabildo Eclesiástico, que era un importante órgano catedralicio de asesoría y aun de presión frente a las autoridades monásticas y laicas, hasta las Diócesis, Arquidiócesis, sínodos o “capítulos” (justas de eclesiásticos), provincias y tribunales eclesiásticos, parroquias, “doctrinas” (núcleos de unas 15 familias indígenas a cargo de un misionero), cofradías, etcétera. Todas estas forma de organización social, pero especialmente la Ordenes monásticas, fueron parte del orden colonial.
Educación Elemental
Se sabe que casi desde el principio mismo del régimen colonial, algunos clérigos e hijosdalgos se dedicaron a una enseñanza, más o menos sistemática, dedicada a los hijos de los conquistadores y primeros colonos. Desde este vago comienzo hasta la última etapa de la era colonial, la educación formal, en términos generales, no tuvo una amplia cobertura, es decir, no estuvo dedicada a las grandes masas de la población; y exhibió un evidente carácter clerical. Este último rasgo se explica por los compromisos y relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado español, en relación con la empresa de la conquista y de la colonización.
Al Obispo Francisco Marroquín corresponde el mérito de haber iniciado, en 1533, las primeras gestiones formales para atender la educación de hijos de españoles, de indios y de jóvenes mestizos de la ciudad de Santiago de Guatemala. Marroquín “Solicitó y puso por obra el que hubiese escuela para enseñar a leer y escribir a los niños españoles que iban naciendo”. Aunque se carece de mayor información, se supone que en aquel centro primigenio se enseñaba lectura, escritura, aritmética y doctrina cristiana. Como primer maestro de dicha escuela se ha mencionado a un tal bachiller García Díaz, y ello hace suponer que el establecimiento estaba dedicado sólo a niños criollos.
En documentos referidos a 1567 se alude, como “maestro de educar niños”, alguien llamado Martín de Salazar. También existen referencias, aquí y allá en la documentación histórica, a la enseñanza elemental que
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