Rasgos del pensamiento débil

Rasgo 1: Pensamientos condicionados e impuestos por hábitos y costumbres de la vida

Ejemplo:

En algunos templos de “nuevas” religiones, se les exige a los creyentes donar cierta cantidad al templo cada tres días (aunque estén desempleados). Y es necesario que cumplan porque es a “beneficio” del templo.

Explicación de porqué este ejemplo corresponde al rasgo 1:

A pesar de no ser correcto, ya que las personas prácticamente pagan por creer en esa religión, es común hoy en día pues los dirigentes de estos templos manipulan la fe las personas. Corresponde al rasgo 1 ya que por ser tan común en el presente, las personas se han acostumbrado a hacerlo, ya es un hábito donar lo poco o mucho que tengan.

Rasgo 2: rechazo a compromisos y metas que se plantean a medio o largo plazo

Ejemplo:

Alguien que siempre quiso pertenecer a Vértice, obtiene una oportunidad de ser aceptado en el programa pero la rechaza porque eso implicaría invertir gran parte de su tiempo en el cumplimiento de las actividades, así como un fuerte compromiso y  esfuerzo de su parte.

Explicación de porqué este ejemplo corresponde al rasgo 2:

Muchas metas son aplazadas por la falta de compromiso en ellas. En nuestros días es preferible disfrutar el presente eludiendo las tensiones que puedan provocar el establecernos metas. Hay una gran ausencia de convicción en este ejemplo, pues resultó más sencillo decir no y evadir la responsabilidad y el compromiso que aceptar el reto de formar parte de un grupo de liderazgo.

Rasgo 3:  incapacidad de elegir entre lo que quiero y lo que me apetece

Ejemplo:

Un novio enamorado de su pareja, que disfruta de su compañía y está feliz con la relación pero que se deja llevar por la simple atracción que siente hacia otra chica.

Explicación de porqué este ejemplo corresponde al rasgo 3:

Muchas relaciones no prosperan porque la pareja no sabe lo que quiere. Este ejemplo se relaciona al rasgo 3 por el hecho de que esta persona sigue un instinto, el satisfacer una atracción, sin detenerse a analizar la situación y ponerse a pensar si eso es lo que realmente quiere o es solo un deseo.

Rasgo 4:  enajenación ideológica

Ejemplo:

Todos los amigos de una chica fuman, y también la incitan a hacerlo y ella para evitar sentirse rechazada e integrarse con el resto comienza a fumar aunque eso le desagrade.

Explicación de porqué este ejemplo corresponde al rasgo 4:

Frecuentemente oímos o usamos estas frases “yo no quería, pero me obligaron” y también “es que no pude decirle que no” para justificar la falta de asertividad que tenemos. En el ejemplo la chica cede y se deja llevar por el grupo, por el pensamiento comunitario, no defiende sus ideales ni se mantiene firme en su postura. No defiende lo que cree ni lo que quiere, y por lo tanto termina haciendo algo que la incomoda.