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Relaciones Internacionales


Enviado por   •  3 de Octubre de 2012  •  6.367 Palabras (26 Páginas)  •  447 Visitas

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HISTORIA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES

UNIDAD I: LA DIPLOMACIA

Diplomacia es una antigua profesión cuyo objetivo es representar y velar por los intereses de un Estado y de su nación en relación a otro Estado u organismo internacional” DIPLOMACIA Definición

El concepto de diplomacia reviste distintas acepciones de acuerdo con el mayor o menor grado de inclusión de objetivos y prácticas que a través de ella se desarrollan. De este modo, y de acuerdo con autores referentes en la materia, podemos definirla como:

 “El manejo profesional de las relaciones entre soberanos” (Cohen)

 “Sentido común y comprensión aplicados a las relaciones internacionales. La aplicación de la inteligencia y el tacto a la dirección de las relaciones oficiales entre Gobiernos de Estados independientes” (Nicolson)

 “La conducción de las relaciones internacionales por negociación, más que por la fuerza, la propaganda, o el recurso del derecho, y por otros medios pacíficos – como recabar información o generar buena voluntad- que están directa o indirectamente diseñados para promover la negociación. Una actividad esencialmente política y una institución del sistema internacional” (Berridge)

 “El conjunto de reglas y métodos que permiten a un Estado instrumentar sus relaciones con otros sujetos del derecho internacional, con el doble objeto de promover la paz y cultivar una mentalidad universal fomentando la cooperación con dichos sujetos en los más diversos campos” (Cantilo)

diplomacia es la ciencia que estudia las relaciones y los intereses de unas naciones con otras. El concepto se usa además para nombrar al servicio de losEstados en sus relaciones internacionales.

Naturaleza de la acción diplomática.

La diplomacia, que como factor de Poder e instrumento de la Política, actúa en la línea avanzada de la acción exterior del Estado, asume, en los momentos de crisis, un rol decisivo. Cuando se desencadena es el primer factor visible que entra en actividad.

Persuadir y disuadir, constituye, según clásica definición, la esencia de la diplomacia. Arte de dirigir el comercio con otros Estados; ciencia de las relaciones exteriores, comprende, de acuerdo a Martens, la ciencia y el arte de la negociación. En un sentido lato, incluye la técnica y los procedimientos con que se conducen las relaciones interestatales .

La diplomacia no es la política, pero su material constitutivo es substancialmente político.

Entre los factores del Poder que maneja la Estrategia, es el más próximo a la Política, por su naturaleza específica y su condición de partícipe capital en las etapas de asesoramiento y formulación de la política exterior. Todas las fases en que interviene para definirla conducen a la acción. Es acción, acción política, pues las relaciones entre Estados son siempre relaciones con unidades políticas.

La acción diplomática se expresa en movimientos dialécticos. Actúa por inducción. Vinculada como está con las actividades que el Estado consagra para la defensa de sus intereses, sus procedimientos pueden llegar al ejercicio de modalidades acentuadamente enérgicas.

Es inmanante a la naturaleza de la diplomacia el orientar su impulso hacia la armonización de los intereses y lograr la resolución pacífica de las diferencias o conflictos. Puede apelar, bajo determinadas circunstancias, a medios de presión que configuran la denominada diplomacia coercitiva .

La diplomacia obra en forma restrictiva, propende a evitar que su dominio sea rebasado por la fuerza de la coacción física. La violencia le es ajena. No obstante se complementa con ella.

El nexo resulta impuesto por la realidad que traduce el comportamiento de los Estados. Los gobiernos no reaccionan siempre por el influjo aislado de las argumentaciones. La presión diplomática - señaló Demóstenes - es mayor cuando se refuerza con la actividad en el teatro de la guerra.

La acción diplomacia en los estados de crisis

En el curso de las crisis la diplomacia y la fuerza no actúan en fases distintas y sucesivas.

De acuerdo a la apreciación de Morgenthau, de todos los factores que componen el poder de una nación, el más importante, por inestable que sea, es la calidad de la diplomacia.

Su rol, en efecto, es decisivo en el esfuerzo de la Estrategia superior. En los momentos de crisis asume su mayor dimensión. Prevalece en esas circunstancias sobre todos los otros medios y recursos del Estado.

La diplomacia, no obstante, no tiene por sí sola efecto definitorio en el proceso crítico. Su capacidad depende de la posición ostensiva de los demás elementos que constituyen el poderío del Estado.

Para su eficacia en las crisis le es imprescindible contar con una estrategia sectorial consistente, que abarque toda la superficie del conflicto y tenga un claro conocimiento del punto donde está situado el centro de decisión del adversario, que no siempre coincide con la conformación jurídico-administrativa del Estado.

La diplomacia, afirmaba Wladimir D’Ormesson, es un proceso de creación continuo; l’art infini, la calificó el conde de Chambrun, en una justa apreciación. La actividad diplomática es incesante. Ni en el curso mismo de la guerra se detiene el trabajo diplomático.

Pero es en los momentos críticos cuando la diplomacia muestra su presencia con mayor relieve, bajo el estímulo excitativo que le infunde la crisis.

En ella debe, más que nunca, actuar con un criterio asentado en el mundo de los hechos reales, que es el suyo.

Características de la diplomacia

La diplomacia se mueve con la fría conciencia de la caducidad de sus esfuerzos. Nada es eterno. No lo son los tratados, que consolidan siempre una ecuación de Poder, ni perduran indefinidamente las alianzas.

Las acciones diplomáticas están impregnadas, como todo cuantoacontece en la Historia, por la substancia de la transitoriedad. Lo temporal y perecedero constituye el ingrediente efímero de sus construcciones. Surge de esa inestabilidad una marcada disimilitud entre la diplomacia y el espíritu jurídico, cuyas normas descansan, en su aplicación y principios hemenéuticos, en un rigor que no se aviene al flujo que modela los cambios políticos. La diplomacia es elástica, flexible, apta para adecuar, con celeridad, su acción a las realidades. Por ello continúa siendo el mecanismo central de la política externa de los Estados. Se acrecienta

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