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Renacimiento Temprano

greta24267 de Mayo de 2014

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TEMA 11- EL QUATTROCENTO ITALIANO. ARQUITECTURA (BRUNELLESCHI Y ALBERTI), ESCULTURA (DONATELLO). PINTURA (MASACCIO, FRA ANGELICO, PIERO DELLA FRANCESCA Y BOTICELLI).

INTRODUCCIÓN

El Renacimiento es un estilo artístico que nace en Italia en el siglo XV y se extiende por buena parte de Europa en el siglo XVI. Mientras toda Europa estaba dominada por el Estilo Gótico Tardío, Italia desarrolló el Estilo Renacentista durante el siglo XV. Los italianos denominaron a esta etapa el Quattrocento.

Uno de los centros más importante del Quattrocento era Florencia, la rica República que dominaba buena parte de la Toscana. Florencia estaba gobernada por los Médicis, una familia de banqueros cuyos principales representantes (Cosme el Viejo y Lorenzo el Magnífico) eran personajes cultos y refinados que protegieron y fomentaron las artes y a algunos de los principales artistas del momento (Botticelli, Miguel Ángel, etc.).

El Renacimiento se vincula a un nuevo movimiento cultural que surge en Italia en el siglo XV: el Humanismo.

Las características del Humanismo son:

Admiración por la Antigüedad Clásica: el Renacimiento se inspira en la Antigüedad griega y romana, pero no la imita servilmente. Los artistas, como Brunelleschi, investigan las ruinas romanas y se inspiran en ellas para realizar sus propias obras, aunque éstas tienen una personalidad propia..

Síntesis entre el Paganismo y el Cristianismo. El Humanismo es Cristiano pero acepta los símbolos y la mitología pagana reinterpretados en un sentido cristiano. Así le ocurre, por ejemplo, a Botticelli

Antropocentrismo por oposición a teocentrismo medieval: el ser humano es el centro del universo, “la medida de todas las cosas”. De esta concepción deriva la antropometría, es decir, la aplicación de las medidas humanas perfectas a todo lo que crea el ser humano (la arquitectura, sobre todo):.

Recuperación del sentido de belleza clásico: armonía, proporción y equilibrio; naturalismo e idealismo. La diferencia frente a este ideal Clásico es que en el Renacimiento es inseparable la belleza física de la belleza y virtud moral y cívica. El David de Donatello está inspirado en las antiguas esculturas griegas, pero además encarna un héroe pleno de virtud moral.

Representación científica de la realidad: el arte no es una mera especulación estética sino que aspira a representar la realidad de una manera “científica”. Así ocurre, por ejemplo, con la perspectiva lineal. Representar la realidad mediante el dibujo es una manera de comprenderla fielmente de forma científica.

Características Generales de la Arquitectura del Quattrocento

La arquitectura del Quattrocento imita muchos elementos del Arte Clásico, tanto de una manera aislada (columnas con proporciones clásicas, oculi) como contextualizada (así ocurre con la reproducción de interiores similares a las basílicas paleocristianas como ocurre en San Lorenzo de Brunelleschi). A veces se reinterpretan los elementos clásicos y se crean elementos arquitectónicos nuevos (por ejemplo, los grutescos).

La belleza en la arquitectura se vincula a los conceptos de proporción, armonía y equilibrio como ocurría entre los antiguos griegos. Una de las proporciones más utilizada es la antropometría, es decir, la utilización de las proporciones humanas en los elementos arquitectónicos (planta, columna, etc.). Asimismo, como hacían los griegos es muy habitual utilizar el módulo como unidad de medida. Las proporciones del edificio se basan en fórmulas matemáticas y geométricas basadas en dicho módulo.

Junto la arquitectura religiosa se desarrolla la urbanística y la arquitectura civil. Los príncipes renacentistas diseñan planos urbanos ideales y utópicos basados en formas geométricas que pretenden representar la perfección. Estos diseños se quedan en el papel (Sforzinda de Filarete) y rara vez se llevan a la práctica (por ejemplo Palmanuova, Pienza, etc.).

La principal manifestación de la arquitectura civil es el palacio en las ciudades y la villa en el campo. La villa renacentista se inspira en la villa romana, pero es mucho más, pues se convierte en un lugar ideal creado por el ser humano y ubicado en medio de la naturaleza (lugar ideal creado por Dios).

Materiales: la arquitectura renacentista utiliza gran variedad de materiales (piedra, ladrillo, mármol) pero éstos se utilizan a la manera romana, es decir que los materiales pobres como el ladrillo se recubren de materiales ricos como las placas de mármol de colores. Uno de los materiales novedosos utilizados en los palacios es el de los sillares almohadillados, es decir, sillares con las esquinas redondeadas y suavizadas para crear un efecto decorativo determinado.

Planta: el ideal del templo renacentista propugnado por los teóricos es el edificio de planta centrada, pero los arquitectos no siempre lo pueden llevar a cabo y por eso se ven obligados a combinarlo con la planta longitudinal (así ocurre en Santa María de las Flores de Florencia). De hecho, en los edificios renacentistas se produce una gran variedad de plantas: plantas centradas (cruz griega, circular, octogonal, etc.), planta longitudinal de tipo basilical, planta “albertiana”, longitudinal con nave única ancha y flanqueada por capillas no comunicadas entre sí. Los edificios recuperan la idea paleocristiana y bizantina de construir el edificio en función de una gran cúpula. Por su parte, el palacio renacentista tiene una estructura sencilla: planta cuadrada en función de un patio cuadrado porticado.

Alzado: las iglesias tienden a renunciar a tribunas, triforios, etc. Sobre todo lo demás destaca el perfil de la cúpula que consta de tambor, bóveda y linterna. Las torres y fachadas pierden importancia frente al período Gótico. En cuanto a los palacios, éstos constan de tres pisos: planta baja para necesidades de servicio, planta noble, y habitaciones privadas.

Elementos formales:

Elementos sustentantes: el Renacimiento recupera las columnas con proporciones y órdenes clásicos tan típicas del Mundo Clásico Griego y Romano. Sin embargo, en el Quattrocento estas columnas adquieren la forma de logia, es decir, un pórtico formado por columnas exentas que sostienen airosos arcos de medio punto; también se utilizan pilares y pilastras que recrean formas de la Antigüedad Clásica como grutescos, acanaladuras, capiteles, etc.

Elementos sustentados: La arquitectura renacentista es adintelada y abovedada, y recupera los sistemas de cubrición propios de la arquitectura romana. De este modo, la arquitectura adintelada recupera los entablamentos clásicos. Los arcos de medio punto muy airosos sustituyen a los arcos ojivales. Las bóvedas más utilizadas son las de cañón con lunetos, la bóveda de arista, la cúpula con tambor y linterna, etc.

Decoración: en general se produce una gran simplificación decorativa con respecto al Gótico Flamígero que domina en el resto de Europa. A menudo se recurre a elementos decorativos tomados de la Antigüedad Clásica, pero éstos se manipulan con una gran libertad ornamental. Así se utiliza el almohadillado, el esgrafiado, las placas de mármol, el aparejo de imitación romana (opus reticulatum), la superposición de órdenes, los oculi, grutescos, guirnaldas, puti, medallones, casetones. Interiormente se utiliza la pintura al fresco, tradición italiana que viene del Trecento.

Valoración estética:

Interior: los ideales del templo renacentista son: la unidad espacial (o en su defecto la diafanidad), el espacio perspectivo, la proporcionalidad (antropometría en base al módulo), el equilibrio estético, la iluminación proporcionada y difusa. Dominan las líneas horizontales pero sin romper el equilibrio.

Exterior: como ocurría con los edificios romanos, se da un dominio de la masa sobre el vano pero sin romper el equilibrio. También se produce un escalonamiento de volúmenes en función de la cúpula como ocurría con los martiria paleocristianos o los edificios bizantinos.

Funcionalidad y simbolismo:

El templo renacentista tiene una evidente funcionalidad religiosa, sin embargo, es sobre todo un símbolo de la nueva idea del universo y de la posición que el hombre tiene en éste. El ser humano siente en el interior de un espacio único y diáfano la posibilidad de comprender el universo gracias a la ciencia. El ser humano es el centro de ese universo que está construido a su imagen y proporción (antropometría). No se niega la existencia de Dios, pues éste ha creado el mundo, pero se afirma que el hombre reina en él.

El Palacio Renacentista ya no es una fortaleza medieval sino que es una residencia urbana en la que la oligarquía burguesa muestra a través de unos grandes ventanales su riqueza, su cultura y gusto refinado al pueblo gobernado por ellos.

La villa representa la aspiración del hombre de vivir en comunión con la naturaleza. La villa rural pretende imitar las antiguas villas romanas, pero, en realidad cambia su significado pues representa el universo perfecto y racional creado por el ser humano inmerso en un universo perfecto y racional creado por Dios y en el que el hombre reina y es feliz.

Principales arquitectos:

Filippo Brunnelleschi (1377-1446): se inicia como escultor pero al perder el concurso de 1401, para realizar las puertas

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