Renacimiento
ebary15923 de Septiembre de 2014
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INTRODUCCIÓN
Renacimiento (arte y arquitectura), estilo artístico que se manifiesta en pintura, escultura y arquitectura en toda Europa aproximadamente desde 1400 hasta 1600. Los dos rasgos esenciales de este movimiento son la imitación de las formas clásicas, originariamente desarrolladas en la antigüedad griega y romana, y la intensa preocupación por la vida profana que se expresa en un creciente interés por el humanismo y la afirmación de los valores del individuo. El renacimiento se corresponde en la historia del arte con la era de los grandes descubrimientos, impulsados principalmente por el deseo de examinar todos los aspectos de la naturaleza y del mundo.
La palabra renacimiento viene de “renascere” (volver a vivir) y aplicamos este término, junto al humanista, a todo un cambio ideológico, cultural y artístico que surge en Italia y que se extenderá por Europa.
Una serie de circunstancias van a motivar este cambio:
Organización política: En Italia, durante los siglos XIV y XV se han desarrollado con gran auge sistemas de gobiernos municipales en forma de repúblicas y en las que ocupan los principales cargos algunos nobles pero también burgueses enriquecidos y banqueros. Eso implicó un mayor sentido de libertad.
En el terreno social: La burguesía se convierte en la clase dominante. Hay, por tanto, un predominio de lo urbano y ello implica la aparición de palacios, la creación de plazas, en definitiva: el urbanismo.
En el terreno económico: Los talleres y los comercios serán la principal fuente de riqueza, con lo que el enriquecimiento permitirá expresar el orgullo de esa república a través de actividades culturales y artísticas.
En el terreno ideológico y cultural: La revolución siempre será el hombre y la naturaleza, se convierten en el centro de todo. Ello permite rescatar lo que había correspondido al mundo clásico. El pensamiento se basa en la lógica y en la razón frente a religión y tradiciones. Nos encontramos, entonces, en el arranque del empirismo. Todo apunta hacia una finalidad práctica. El uso de la imprenta permitirá divulgar estos avances.
En el terreno religioso: Se mantiene la estructura tradicional de la iglesia pero surgen nuevos elementos de renovación que con el tiempo provocarían la escisión protestante.
En el campo artístico: Se admira toda la obra clásica. Se produce la dependencia de escultura y pintura sobre la arquitectura y, por tanto, el reconocimiento de las dos primeras como artes mayores.
La consideración del artista que, en muchas ocasiones, no solo le permite enriquecerse, sino alcanzar una fama. Todo ello, fundamentado en los mecenas (señores que pagan) entre los cuales sigue siendo la Iglesia, pero también ricos banqueros, burgueses y ayuntamientos. Dos principios van a tener una gran preocupación en todas las obras artísticas: la preocupación por la perspectiva y por el movimiento.
Tradicionalmente, se divide en Italia el Renacimiento en dos grandes periodos: Quattrocento (s. XV) y el Cinquecento (s. XVI), afincados el primero en Florencia y el segundo en Roma.
QUATTROCENTO
Escultura del quattrocento
Las primeras manifestaciones artísticas del renacimiento, en los comienzos del siglo XV, se dan en el campo de la escultura. Tres orfebres florentinos realizaron algunas innovaciones que supusieron una ruptura con las convenciones del estilo gótico.
Dos principales arquitectos: Brunelleschi y Alberti. Brunelleschi desarrolla su actividad en Florencia la primera mitad del s. XV.
BRUNELLESCHI
En su formación se inicia como orfebre y empieza a destacar como escultor, pero será como arquitecto donde despliega su principal actividad. A esa condición de arquitecto le va a servir mucho cu viaje a Roma donde descubre las antigüedades clásicas. Uno de sus primeros trabajos consistió en ejecutar la cúpula de la catedral de Santa María de las Flores en Florencia.
Ésta, en estilo gótico, había sido realizada por Arnoldfo di Cambio pero se habían encontrado con el problema de cómo cubrir el crucero que tenía un diámetro de 42 metros, lo que imposibilitaba la utilización de cimbras.
Brunelleschi plantea un sistema original: la construcción de una cúpula. Para ello estructura un tambor poligonal (8 lados), en cada cara un amplio óculo, renimiscencias de la antigüedad, y forra sus caras con mármoles policromos (blanco de Carrara, el verde prato y el rojo de Siena).
Sobre el tambor se eleva una doble cúpula, la exterior apuntada y la interior semiesférica, con lo que al cincharlas se contrarrestan sus fuerzas y también le permite ir elevando la cúpula sin necesidad de andamios.
En su cara externa, la cúpula está organizada en ocho plementos recubiertos de ladrillo rojo entre los que se insertan las salidas de los sucesivos elevamientos de la cúpula. Esos plementos van separados por nervios en mármol blanco con lo que produce un fuerte efecto de policromía. Rematan en una linterna proyectada por Brunelleschi aunque realizada tras su muerte. Esa linterna significaría un punto de luz que, de modo uniforme, ilumina el crucero. Esta preocupación por la luz será otro de los caracteres de Brunelleschi.
PÓRTICO DEL HOSPITAL DE LOS INOCENTES
Entre sus primeras actuaciones en las que está clara la influencia clásica aunque en un nuevo concepto, destacamos el Pórtico del Hospital de los Inocentes.
Lo concibe con un claro predominio horizontal en un doble cuerpo separados por un entablamento. En ambos cuerpos hay un ritmo uniforme.
En el inferior destacamos su arcada con arcos de medio punto soportados por columnas toscanas con capitel corintio. En los dos extremos de la arquería, enmarcando las entradas, hay pilastras que le sirven junto a las columnas para abarcar la alternancia adintelado - arco.
El cuerpo superior, más sencillo, formado por ventanas adinteladas rematadas en un frontón triangular. Utiliza el fondo blanco con la idea de amplitud y resalta los elementos arquitectónicos en pietra serena (piedra gris).
Prácticamente, el único elemento ornamental lo constituyen los medallones de Terracota de las enjutas, todos ellos, de fondo azul y con figuras de niños en blanco del Taller Della Robbia.
Preocupación fundamental en Brunelleschi es la perspectiva, la situación de un punto de fuga en el que módulos semejantes provocan el efecto óptico de conjunción de líneas de perspectiva.
LA IGLESIA DE SAN LORENZO
Por encargo de los Médicis, construye Brunelleschi la Iglesia de San Lorenzo que es un claro ejemplo de la influencia clásica.
En planta, toma el modelo de planta basilical: tres naves longitudinales, en cuyas naves laterales se abren capillas. La nave central remata en un arco de triunfo, tras el cual se desarrolla un crucero coronado con una cúpula, y en la cabecera, un ábside principal y otro secundario de planta cuadrada.
En alzado, la nave central se separa de las laterales por columnas con plinto, basa, fuste toscano y capitel compuesto jónico - corintio sobre el que sitúa un fragmento de entablamento. Entre sus columnas se abren amplios arcos de medio punto. A continuación, tras un entablamento, los muros se abren con unas amplias ventanas y remata, enla nave central, en una techumbre adintelada casetonada.
Las dos naves laterales están coronadas por bóvedas. Tienen ventanas circulares (óculos), y en ellas se abren capillas bajo arcos de medio punto enmarcados por pilastras que rematan en entablamento.
El juego es de una perfecta simetría, tanto longitudinal como trasversal. A esta plasticidad se le une el juego lumínico: muy clara la nave central, media las laterales y en penumbra las capillas. Magnificando la importancia hacia el ábside, el punto de mayor luminosidad está en el crucero, ya que en él se sitúa la cúpula sobre pechinas. A todo ello le suma una simplicidad ornamental, los muros blancos y los remarques arquitectónicos en pietra serena.
CAPILLA PAZZI
Fue un encargo de una familia de banqueros realizada en el claustro de la Iglesia de la Santa Cruz y supone el compendio, la utilización de elementos clásicos y la “obsesión” por el cuadrado y el círculo.
En su parte externa, “juega” con la alternancia de modelos clásicos. En su fachada exterior lo organiza en un pórtico coronado por una galería. En el pórtico, columnas idénticas a las de San Lorenzo. Las laterales con un entablamento adintelado, la central más amplia con arco de medio punto. Éste, al ser más elevado se iguala en los paños laterales con una estructura casetonada. La fachada refleja en alternancia este pórtico: a columna, pilastra; a adintelado, ventana con arco de medio punto y al gran arco central, portal adintelado. En el interior de pórtico, la parte central remata en una cúpula, mientras las laterales son de bóveda casetonada.
En el interior, la planta de la capilla es prácticamente cuadrada y el ábside también cuadrado pero de escala menor. En sus paredes, identifica composición entre el fondo blanco y los remarques arquitectónicos en pietra serena, combinando arcos de medio punto y adintelados. Destacan, demás, medallones de Terracota de Brunelleschi. La planta central está coronada por una cúpula semiesférica sobre pechinas decoradas por terracotas policromas de los cuatro evangelistas.
La
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