Resumen De La Evolucion De La Retorica

La palabra rhetorica aparece en griego tardíamente, y significa “saber hacer”, en cambio el vocablo rethor aparece un siglo antes. En su origen, la retórica no es hermosa, sino eficaz. Su objeto es la resolución de problemas, buscar soluciones, siempre mediante la palabra adecuada, precisa, convincente, y persuasiva, su finalidad es lograr una comunicación adecuada, persuasiva. Y siempre con la palabra como único argumento.

En sus transacciones, intercambios, disputas, disertaciones, anuncios, acuerdos, juicios, reuniones, mítines, está presente la retórica. Unas veces, de manera espontánea y otras, de forma deliberada. Y es que la retórica forma parte de las estrategias comunicativas de la vida, por eso sabemos que todos acuden a la retórica para organizar su discurso y lograr su objetivo.

En cuanto a su origen, fueron los griegos de Siracusa, en el siglo V a. C. fue donde Galón y Gorón I, expropiaron de sus tierras a muchas gentes de dicha ciudad, pero con la llegada de la democracia y el derrocamiento de los tiranos, los ciudadanos perjudicados pretendían recuperar sus propiedades y hubieron grandes pleitos en los cuales se manifestó la importancia de hablar bien y persuadir para conseguir lo que buscaban.

Es más sensato pensar que el nacimiento de la retórica como actividad no es el fruto de una o varias personas, sino el resultado de un amplio proceso que James Murphy llama la “conciencia retórica” y que equivale a lo que, en otros ámbitos, se denomina el “espíritu de la época”.

Según Murphy, en su estudio “conciencia Retorica”, en el teatro y en la poesía griegos, existen numerosas pruebas, aunque indirectas, de que en Grecia se desarrolló una conciencia retórica mucho antes de que se escribieran los textos que iban a ocuparse de la materia y por ello determina que no es el fruto de una o varias personas. Pero en el siglo V a.C. se había desarrollado esto mas sofisticado, solamente quedaba hacer codificaciones y algunas pruebas textuales.

Tomemos en cuenta que en esta epóca aun no existían los abogados y los contrincantes se veian obligados a defender su estado ante el jurado, debían ser elocuentes, y por eso recuren al Logrógrafo, que en este tiempo, eran escribanos públicos especializado en redactar informes, defensas y alegatos que el interesado debía leer ante un tribunal. Y en ese contexto surge el Retor, que se encargaba de realizar discursos persiasivos, capaces de convencer a cualquier persona.

Córax, a partir de experiencias propias y ajenas, crea “un método perfectamente organizado de debate” Su gran aportación es un Arte retórico, publicado junto con Tisias, que es un compendio de pautas prácticas y ejemplos para uso de litigantes.

La novedad de los rétores es doble, ya que afecta tanto a la elaboración del discurso como a su estructuración.

En cuanto a la composición, elaboran un sistema que se desarrolla a lo largo de cinco operaciones. Cada una de estas operaciones no son “elementos de una estructura sino actos de una articulación progresiva”

Estas operaciones, en un principio, son cuatro:

1) héuresis o recogida de información sobre el tema a tratar;

2) taxis o selección y jerarquización de dicha información;

3) lexis o redacción del discurso; y

4) hypokrisis o pronunciación del discurso.

En cuanto a la organización, establecen que el discurso, para ser eficaz, debe

constar de cuatro partes :

1) exordio, en el que, al comienzo, se intenta seducir a los oyentes.

2) Narratio, en la que se exponen sucinta y funcionalmente los hechos relacionados con la causas

3) Confirmatio, que se inicia con una definición de la causa (propositio) y se cierra con la exposición de las pruebas y argumentos (argumentatio); y

4) Conclusio (o peroratio), en la que se recapitula todo lo anterior y se establece la idea a defender.

Se trata de “un método perfectamente organizado de debate”, no solamente reside en la manera de planificar y estructurar, que esto resulta a veces un tanto simple y mecanicista.

La conciencia Retorica

Volviendo al estudio de Murphy, la retorica es “fruto del espíritu de la época”, como lo mencionábamos apartados atrás, “es hija de una sociedad determinada” y en su nacimiento y desarrollo intervienen factores económicos, judiciales, políticos, pedagógicos, filológicos y filosóficos, por eso su origen no esta vinculado solamente a lo literario.

Barthes dice irónicamente que “Resulta curioso comprobar que el arte de la palabra esta ligada originariamente a una recuperacion de la propiedad” cuando en la sociedad actual las reflexiones sobre la lengua se desarrollan en ámbitos filológicos, linguisticos y filosóficos, pero Solon dice que todo acusado debe defender su propia causa ante los tribunales, lo que nos da un notable antecedente del litigante ante un jurado reclamando, no su inocencia, sino su propiedad, por eso, “una sociedad en la que la conducta individual y colectiva se regulaba en gran medida por unos mecanismos en los que los discursos jugaban un papel muy importante”

La retorica protagoniza un papel fundamental en la educacion de una sociedad, ya que esta totalmente vinculada a la formación academica de los individuos, en el que se convierte en el nucleo esencial de lo que hoy llamamos enseñanza superior, asi pues, la retorica se convierte en una ciencia, en la cual su objeto a estudiar es la palabra, para convertirla en palabra eficaz.

Este enfoque antropocéntrico da a luz, a una nueva concepción organizativa: la democracia, en la que el discurso desempeña un papel fundamental, para llegar al acuerdo o persuadir al adversario.

La retorica y los sofistas

Los sofistas son los primeros en alcanzar el poder del discurso, piensan que el hombre vive hundido en un mundo de cosas, hechos y opiniones que solo cobran la realidad mediante la palabra convenida y relativa. Y son los sofistas también los autores de la retórica como técnica para componer discursos persuasivos. Para ellos Según Garavelli es más importante “lo que se cree que es verdad” o “lo que parece que es verdad” son los hombres quienes instituyen sus acuerdos.

Los sofistas son “maestros de la palabra”. Para los sofistas, la retórica

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