Resumen de los 6 años de Baez

Resumen de los 6 años de Báez

El 2 de mayo del año 1868 se inaugura el Gobierno de los Seis Años de Báez, el cual se extiende hasta 1874.

Báez dictó un decreto que concedió a las autoridades la facultad de fusilar a todos cuantos fuesen apresados con armas tratando de derrocar su gobierno. Ese decreto hizo que Luperón y Cabral hayan iniciado cada uno por su lado una lucha para destituirlo.

El general Cabral  y sus tropas combatirían en el sur, y Luperón pasaría a dirigir la revolución en el Cibao central y sus poblaciones costeras.

Las revueltas se mantuvieron durante algún tiempo, pero como Báez tenía a su favor más recursos pudo controlarla con la ayuda del presidente haitiano Sylvain Salnave, quien acordó con el gobierno dominicano la entrega de los revolucionarios que traspasaran la frontera. Salnave también se enfrentaba a la rebelión por el general haitiano Nissat Saget, que para protegerse de esa alianza oficial de Báez y Salnave, se alió con Luperón y con Cabral.

El factor externo que más contribuyó  a estabilizar el gobierno de los seis años fue su relación con el gobierno  de los estados de América. Báez quiso vender la bahía y la península de Samaná, la zona más codiciada de la Antillas por parte de las potencias extranjeras a lo largo el siglo XIX.

Báez entro en relación con dos  agentes del gobierno norteamericano, eran William Cazneau y Joseph Fabens, socio de cazneau. El propósito de Báez coincidía plenamente con la política exterior de los estados unidos de ‘’no colonización u no extensión del sistema político europeo en América’’, contenida en la llamada doctrina Monroe,

Tanto el presidente norteamericano Johnson como su secretario de estado Seward consideraban muy importante para los intereses norteamericanos el establecimiento de una base militar en el caribe, preferiblemente en la isla de santo domingo.

A través de los representantes gringos en santo domingo, Báez le propuso al gobierno de Johnson, la venta de la bahía de Samaná, fijándole un precio de un millón de dólares, más 100 mil en armas y municiones. También le pidió tres buques de guerra para que lo ayudaran a seguir gobernando.

Empréstito Hartmont

Báez tenía prisa en conseguir fondos para continuar su lucha contra Luperón y Cabral y como no era posible que el senado gringo aprobase de una vez la operación de Samaná, envió a estados unidos un representante para negociar un préstamo que le proporcionara dinero.

Como el representante no pudo conseguirlo, se traslado a Europa donde el aventurero financiero Edward Hartmont le propuso prestarle 420,000 libras esterlinas, que equivalen a unos 2 millones de dólares, a un interés anual del 6% durante 25 años y pagando de inmediato, por comisión, la cantidad de 100 mil libras esterlinas al propio Hartmont.

Para Báez lo más importante era utilizar los recursos del préstamo en la compra de armas y mantener fieles y contentos a su numerosa clientela política que combatía a los líderes nacionalistas que desarrollaban una tercera guerra de independencia nacional, llamada la guerra de los seis años.

La noticia de la operación Harmont que llevaba a cabo Báez, causó mucha preocupación al nuevo presidentes estadounidense, el general Ulysses S. Grant, ascendido al poder en enero de 1869. Su preocupación estaba en que el artículo 9 del contrato establecía que si el estado dominicano no cumplía con sus compromiso de pago, el territorio nacional seria ocupado por una nación europea, aspecto que sería preocupante porque entraba en conflicto con el contenido de la doctrina Monroe de ‘’América para los americanos’’.

Proyecto de anexión

Báez había conseguido el dinero que tanto necesitaba y tenía a su favor otro factor externo y era que el gobierno norteamericano estaba muy interesado en las ofertas del gobierno dominicano. Báez cambio poco después de idea acerca de vender la península de Samaná y se inclinó por la anexión. Decididos a boicotearla, los azules prestaron a Luperón una suma para que adquiera un barco de guerra que transportara tropas, el navío fue bautizado con el nombre de El Telégrafo y con el Luperón ataco a varios puertos y ciudades costeras, pero no pudo proseguir porque fue declarado pirata por los estados unidos y sufrió la persecución de barcos gringos. Finalmente, se vio obligado a vender El Telégrafo a finales de 1869.

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