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Segunda Guerra Mundial


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2014  •  2.561 Palabras (11 Páginas)  •  154 Visitas

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Introducción

Este ensayo tiene como propósito describir y analizar las tendencias recientes de la economía mundial, así como los efectos de los profundos cambios que están registrando los países socialistas.

La situación actual de la economía mundial se caracteriza por un alto grado de inestabilidad y de incertidumbre en el futuro. En general, su dinámica está determinada por dos tipos de fenómenos. El primero es de carácter estructural y se refiere a la crisis que las economías industrializadas han registrado desde hace más de veinte años, cuando se inició la desaceleración de la productividad industrial, el choque petrolero y, en particular, la sensible reducción de la actividad económica Estos acontecimientos significaron el fin del largo período de auge de las economías industrializadas durante la segunda posguerra. El segundo fenómeno que ha incidido en la economía mundial, está asociado a las dramáticas consecuencias políticas y económicas que se han desprendido del derrumbe del socialismo en la Unión Soviética y Europa Oriental, así como a los primeros efectos de la presencia de China en los flujos comerciales internacionales. En su libro más reciente Lester Thurow ha señalado que aquellos acontecimientos (la desintegración del socialismo europeo), no se reducen al fin de la guerra fría, sino que implican también el fin del "siglo americano" y el inicio de una nueva época caracterizada por la rivalidad entre las tres regiones económicas más poderosas de la actualidad: Japón, Europa y Estados Unidos.

El ensayo está dividido en cuatro partes. En la primera se presentan algunas de las causas que originaron la crisis actual de los países industrializados y, en general, la economía mundial. En la segunda parte se describen las tendencias económicas recientes de las zonas económicas más importantes como son: Europa, Japón, Estados Unidos y los países en desarrollo. En la tercera parte se presentan algunos aspectos sobre el impacto del derrumbe del socialismo en la economía mundial. Y, finalmente, la última parte se dedica a presentar las reflexiones finales del ensayo.

Algunos antecedentes de la crisis de la economía mundial

Conviene recordar que el inicio de la crisis de las economías de mercado de los años setenta no fue generalizada. Ciertamente, las dificultades económicas de esos años encubría desempeños heterogéneos de las economías industrializadas que habían registrado un crecimiento sin precedentes durante la segunda guerra mundial (encabezados por los Estados Unidos) registraron desde principios de los años setenta una significativo descenso en sus indicadores macroeconómicos acompañados por una crónica elevación de los precios y de las tasas de desempleo. Sin embargo, paralelamente a los problemas de estas economías aparecieron los nuevos países industrializados (Corea, Singapur, etc.) y Japón cuyo desempeño económico internacional implicó la pérdida de mercados externos para las economías industrializadas de occidente cuyos aparatos productivos se caracterizaban por procesos productivos maduros. La situación de estas últimas economías se vio agravada por el abandono de los acuerdos de Bretton Woods y los efectos del brusco aumento de los precios del petróleo que afectó su planta industrial.

Durante la década de los ochenta los nuevos países industrializados consolidaron su posición en los mercados mundiales mientras que Japón y Alemania (los principales derrotados de la Segunda Guerra Mundial) destacaron como las economías industrializadas más exitosas frente a la paulatina pérdida de hegemonía económica de los Estados Unidos. [3] La paradoja de los años ochenta radica tal vez en el hecho de que se emprendieron grandes transformaciones estructurales (políticas de flexibilidad laboral e institucional), y se registró una intensa difusión de un nuevo paradigma tecnológico (basado en la informática, las telecomunicaciones, biotecnología, etc.) que sin embargo, no ha modificado sensiblemente el comportamiento de la productividad industrial y la reactivación económica ha sido fluctuante sin alcanzar una recuperación sostenida.

La dinámica actual de la economía mundial

La inestabilidad actual de la economía mundial se caracteriza por los recientes problemas registrados en las tres zonas económicas más significativas del mundo industrializado. Primero, Japón que a partir de 1990 ha registrado una desaceleración notable en su economía. En 1990 su tasa de crecimiento fue de 4.8 por ciento, mientras que en 1992 su crecimiento fue de sólo 1.3 por ciento (Cuadro 1). En Europa el Sistema Monetario Europeo y el Tratado de Maastricht, se han sumergido en un mar de dificultades. Además de los problemas derivados del derrumbe del socialismo europeo que se analizan más adelante. Tercero, el nuevo presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton enfrenta problemas de gobernabilidad, tanto en el flanco externo, como en el interno, donde intenta conciliar el relanzamiento de la economía (Cuadro 1) con la reducción del enorme déficit fiscal y la reducción del desempleo. En particular, las recientes vicisitudes del NAFTA, en el congreso estadounidense, reflejan la atmósfera política de la Casa Blanca.

Cuadro 1. Indicadores Económicos: Países Industrializados y Europa Oriental. (Porcentaje de Variación Anual)[H-]

A nivel mundial continúan las dificultades para llegar a un acuerdo, entre Estados Unidos y la Comunidad Europea, en el seno del GATT. Esto ha implicado represalias mutuas mientras que Japón se ve afectado por el nuevo proteccionismo estadounidense.

Pese a estos problemas la economía mundial registró en 1992 un aumento en la tasa de crecimiento al pasar de 0.1 por ciento en 1991 a 1.8 por ciento (Cuadro 2). Esta expansión se explica en parte por la recuperación de Estados Unidos que pasó de una tasa de crecimiento negativa (-1.2 por ciento) en 1991 a poco más de dos por ciento en 1992 (Cuadro 1). Japón, por su parte, registró una desaceleración notable al pasar, en 1991, de una tasa de 4.0 por ciento a sólo 1.3 por ciento en 1992 (Cuadro 1). El resto de los países industrializados no tuvieron cambios significativos. Excepto Canadá que se recuperó después de dos años de recesión, mientras que Italia continuaba su desaceleración pasando de 2.2 por ciento en 1990, a 1.0 por ciento en 1992. El Reino Unido continuaba con tasas negativas de crecimiento y Francia mantenía su expansión dentro de la franja 1-2 por ciento (Cuadro 1).

La contribución más importante a la recuperación de la economía mundial en 1992 se basó en la fuerte expansión del

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