Surgimientos De Monopolios
DiegoSoltero11 de Septiembre de 2013
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Surgimiento de los monopolios
Un monopolio es una situación de privilegio legal o fallo de mercado, en el cual existe un productor (monopolista) oferente que posee un gran poder de mercado y es el único en una industria dada que posee un producto, bien, recurso o servicio determinado y diferenciado. El monopolio surge cuando hay barreras de entrada muy sólidas que protegen al único participe y que impiden la entrada de nuevos competidores. Estas barreras de entrada pueden ser naturales o artificiales.
Por barreras naturales se entiende aquellas que surgen debido a las características tecnológicas de la industria. Una barrera natural la constituye por ejemplo; la existencia de rendimientos crecientes a escala en una industria, que permite que las grandes empresas desplacen a los pequeños competidores potenciales haciendo que la entrada no sea rentable. Por otra parte, las barreras artificiales son las que dependen de las instituciones sociales y políticas. Este tipo de barreras incluyen las patentes, las concesiones y licencias administrativas otorgadas por un organismo público y el control de una fuente de materias primas; por ejemplo, el Estado concede a una empresa la exclusividad de la distribución del gas en una determinada zona.
Aparición del capital financiero
El significado del capital, desde el punto de vista financiero anual y mensual, también denominado capital financiero es toda suma de dinero, que no ha sido consumido por su propietario, sino que ha sido ahorrada y trasladada a un mercado financiero con el fin de obtener una renta al capital.
En finanzas, es el capital invertido en entidades u organismos financieras, no tiene por qué referirse al capital invertido en actividades productivas que generen beneficios para más personas, es decir, no incrementan el capital productivo existente. En muchas ocasiones se ha centralizado internacionalmente bajo el mando de grupos relativamente reducidos, como resultado, tanto de la fusión y absorción de instituciones bancarias y de las empresas de diferentes ramas de la producción, así como por casos de monopolización artificial, formando una pierda.
Tuvo lugar desde 1870 hasta 1914. El crecimiento económico de esta época fue ligado a la aparición del capital financiero, fruto de la unión del capital industrial, el bancario y bursátil. El capital financiero surgido de la necesidad de encontrar nuevas fuentes de financiación, un ya que las empresas necesitaban un mayor volumen de capital para incorporar las innovaciones tecnológicas y para facilitar la concentración. La concentración empresarial tenía como objetivo controlar el mercado y, por lo tanto, limitar la libre competencia. Los cárteles, trust y monopolios son formas de concentración industrial que aparecieron en esta época. Los bancos y la Bolsa, financiaron las nuevas inversiones.
Exportación de capitales
Forma, típica del capitalismo monopolista, de invertir capitales en el extranjero con el fin de obtener ganancias máximas. El capital se exportaba ya durante el capitalismo pre monopolista, mas entonces desempeñaba un papel secundario respecto a la exportación de mercancías. La exportación de capitales constituye uno de los caracteres fundamentales del imperialismo. La necesidad de exportar capital surge en los países capitalistas más desarrollados debido a que la oligarquía financiera, después de concentrar en sus manos enormes recursos materiales y monetarios, encuentra limitadas las posibilidades de inversión en el interior del país de modo que las inversiones garanticen altas ganancias monopolistas; así se forma un relativo “sobrante” de capital que se desplaza hacia los lugares donde la cuota de ganancia es superior a la del país dado. Al mismo tiempo, la economía capitalista mundial del imperialismo hace posible invertir capitales de manera que produzcan altos beneficios, pues los países atrasados han sido ya incorporados a la circulación mundial de mercancías, cuentan con vías de comunicación hasta cierto punto accesibles y disponen de fuerza de trabajo libre para la explotación capitalista. La exportación de capitales se lleva a cabo ya sea bajo la forma de empresas (el capital exportado se coloca en alguna empresa) o en forma de préstamos (el capital exportado se presta a un determinado interés). En ambos casos, el exportador de capital explota a los trabajadores del país en que dicho capital se invierte, directamente en el primer caso, y en el segundo, a través de quienes obtienen los préstamos, es decir, a través de los explotadores locales. Actúan como exportadores de capital los propios monopolios o el aparato estatal —por ellos controlado— de los países imperialistas. En los últimos años, se registra una tendencia a aumentar sensiblemente el peso específico de la exportación estatal de capitales, cosa que se explica por los esfuerzos colosales del movimiento de liberación nacional, que amenaza no sólo con reducir las ganancias del capital privado que se exporta sino, frecuentemente, con su pérdida absoluta. La forma estatal de la exportación de capitales resulta beneficiosa para los monopolios porque garantiza la indemnización de los beneficios “no obtenidos” mediante el saqueo impositivo de los trabajadores pertenecientes al propio país. Después de la segunda guerra mundial, la exportación de capitales de los Estados Unidos superó a la de todos los demás estados capitalistas tomados en conjunto. En los últimos años, se ha elevado considerablemente la exportación de capitales de la República Federal Alemana. La obtención de ganancias máximas sobre el capital exportado a países atrasados en su desarrollo económico, está indisolublemente vinculada al dominio económico y político de la oligarquía financiera en los países coloniales y dependientes, a la detención del incremento de la industria nacional en los países poco desarrollados, al mantenimiento de bajos precios monopolistas (ver precio de monopolio) para las mercancías que dichos países venden y a la explotación, en ellos, de mano de obra barata. Por cada dólar invertido en países poco desarrollados, desde 1946 hasta 1959, los Estados Unidos —exportador fundamental de capitales— obtuvieron 2,5 dólares de ganancia. La exportación de capitales acentúa la contradicción del imperialismo, dado que al intensificar la explotación de los países poco desarrollados, provoca inevitablemente en ellos, al mismo tiempo; un crecimiento de la producción industrial, la formación del proletariado industrial y de la burguesía nacional, fortalece el movimiento de liberación nacional. Los éxitos de este movimiento socavan cada día más las posiciones del imperialismo en los países poco desarrollados, hecho que también influye en gran manera sobre las direcciones que toma la exportación de capitales. Así, en los últimos años, los Estados Unidos han aumentado en alto grado la exportación de capitales a los países de Europa Occidental, donde el trabajo de los obreros se paga más que en los países poco desarrollados pero bastante menos que en los Estados Unidos, lo cual hace lucrativa dicha explotación. El aumento de la exportación de capitales de los Estados Unidos a Europa Occidental acentúa en gran manera la lucha competitiva en el campo imperialista, agudiza más aun las contradicciones interimperialistas. No pocas veces los países que conquistan su independencia estatal nacionalizan el capital monopolista extranjero.
El reparto del mundo entre las asociaciones de capitalistas
Las asociaciones monopolistas de capitalistas --cartels, sindicatos, trusts-- se reparten entre sí, en primer lugar, el mercado interior, apoderándose de un modo más o menos completo de la producción del país. Pero bajo el capitalismo el mercado interior está inevitablemente enlazado con el exterior. Hace ya mucho que el capitalismo ha creado un mercado mundial. Y a medida que ha ido aumentando la exportación de capitales y se han ido ensanchando en todas las formas las relaciones con el extranjero y con las colonias y las "esferas de influencia" de las más grandes asociaciones monopolistas, la marcha "natural" de las cosas ha llevado al acuerdo universal entre las mismas, a la constitución de cartels internacionales.
Es un nuevo grado de la concentración mundial del capital y de la producción, un grado incomparablemente más alto que los anteriores. Veamos cómo surge este supermonopolio.
La industria eléctrica es la más típica, desde el punto de vista de los últimos progresos de la técnica, para el capitalismo de fines del siglo XIX y principios del XX. Y donde ha adquirido un mayor impulso ha sido en los dos países capitalistas nuevos más avanzados, los Estados Unidos y Alemania. En Alemania contribuyó particularmente a la concentración de esta rama de la industria la crisis de 1900. Los bancos, que en aquella época se hallaban ya bastante ligados a la industria, aceleraron y ahondaron en el más alto grado durante dicha crisis la ruina de las empresas relativamente pequeñas, su absorción por las grandes. "Los bancos --dice Jeidels-- negaron el apoyo precisamente a las empresas que más necesidad tenían de él, provocando con ello en un principio el ascenso vertiginoso y después el crac irreparable de las sociedades que no estaban suficientemente ligadas con ellos" [82].
Como resultado de ello, la concentración avanzó después de 1900 a pasos agigantados. Hasta 1900 hubo siete u ocho "grupos" en la industria eléctrica; cada uno de ellos estaba compuesto de varias sociedades (en total había 28) y detrás de cada uno había de 2 a 11 bancos. Hacia 1908-1912, todos esos grupos se fundieron en uno o dos. He aquí cómo se produjo dicho proceso:
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