UN POCO DE PORFIRIO DIAZ

UN POCO DE PORFIRIO DIAZ

Porfirio Diaz cursó el bachillerato en el seminario Tridentino de su natal Oaxaca, ciudad donde siguió la carrera de leyes. A lo largo de su vida, siempre encontró momentos para la lectura y el estudio.

Entre los libros de sus biblioteca se encontraban obras históricas y de jurisprudencia, tanto como libros en los que se exaltaban la paz y progreso alcanzados durante su gobierno.

Durante la estancia de Porfirio Díaz en la presidencia, las relaciones internacionales del país conocieron un periodo de fortalecimiento que atrajo inversiones extranjeras, consideradas necesarias para modernizar la nación.

Porfirio Diaz Mori, viudo, de cincuenta y un años de edad, entonces ministro de Fomento, y Carmen Romero y Castelló, de diecisiete, celebraron su matrimonio civil y religioso en noviembre de 1881, y se mantuvieron unidos hasta la muerte del general, ya en el exilio en Paris, en 1915.

EL PORFIRIATO

En esta etapa del porfiriato  fue una de las mas pacificas y con un gobierno duradero. En los primeros años del porfiriato, la opinión publica en la prensa pedia sobre todo una cosa: La paz.
El general Porfirio Díaz consiguió la paz, sofocando con violencia cualquier movimiento rebelde. Otra meta fundamental de su gobierno fue incorporar a México a la modernidad; desarrollar la industria y el transporte.

La economía tuvo un fuerte impulso visible en la construcción de ferrocarriles y en el tendido de líneas telegráficas, en el crecimiento de las haciendas, la extracción de petróleo, la actividad minera y el desarrollo de la industria, aunque las diferencias sociales fueron muy marcadas. El progreso económico trajo consigo la proliferación de obreros y el surgimiento de conflictos de orden laboral, como la huelga de Cananea, que era una compañía minera del estado de Sonora, o la de la fabrica textil de Rio Blanco, en el estado de Veracruz.

Gracias a la “paz porfiriana “se mantuvo la independencia y se desarrollo la economía, pero también se sacrifico la democracia y la libertad. No fue época de héroes sino de hombres de negocios.

Durante la dictadura porfiriana, fue común que los rebeldes y opositores fueran deportados. Los yaquis de Sonora fueron vendidos como esclavos para trabajar en las plantaciones henequeneras de Yucatán, después de la llamada “Guerra del Yaqui.” Políticos y periodistas opositores también eran reclutados para engrosar las filas de los trabajadores que cultivaban las tierras del valle Nacional, en Oaxaca. Los abogados que representaban a los pueblos contra las haciendas o periodistas que atacaban a los políticos eran escarmentados en la cárcel de Belén, que fue conocida por Filomeno Mata, Ricardo y Enrique Flores Magon entre otros.

En casos extremos existían “las trinajas” de la vieja fortaleza de San Juan de Ulúa.

LA HUELGA DE CANANEA

A mediados de  1906, los trabajadores de la mina de cobre en Cananea, Sonora, se declaro en huelga.

Protestaban por los bajos salarios, pedían que la jornada de trabajo se redujera a ocho horas y que hubiera un dia de descanso a la semana. Además, reclamaban que no se dieran trato preferencial a los trabajadores norteamericanos.

No tardo en desatarse violencia  y un cuerpo de policías rurales, organizada por la administración de Porfirio Díaz para reprimir a los bandoleros.

Mas tarde los rurales recibieron apoyo de los policías que dieron libre paso por la frontera.

Muchos trabajadores resultaron muertos, y los lideres que sobrevivieron, todos los lideres del partido liberal mexicano, se les envió a “las trinajas.”

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