Ubierna Antigüedad Tardia

Ubierna

Por parte de los investigadores y estudiosos de la mal concebida Edad Media, se ha hecho un esfuerzo constante por revelar la complejidad de mil años de historia que han quedado cubiertos por un manto de prejuicios y simplismo, en lo que se ha denominado la época Oscura. Es bajo este intento de reconsiderar la historia medieval en todas sus complejidades y procesos, en el que se enmarca la obra de Pablo Ubierna. Su título es ya alusivo al referirnos a un período de 500 años, no ya con el clásico concepto de “Medioevo”, sino estableciendo una categoría que, ya hace algún tiempo, viene ganando espacio dentro de las periodificaciones de la historiografía. Esta Antigüedad Tardía se nos revela diferenciada de los procesos que tendrán lugar en los siglos posteriores y, por ende, acusa un simplismo exagerado al abarcar estos mil años de historia en un concepto escaso, si es que no nulo de capacidad explicativa, como lo es la idea de una Edad Media o “en medio de”. Es así como, en este pequeño manual, se nos adentra en un mundo Mediterráneo lleno de matices, complejidades y relaciones que intenta explicar como en estos 500 años se dan dinámicas que abarcando una enorme zona geográfica, logran desenvolver una historia que merece ser tratada con minuciosidad y especial atención, dado que, en palabras del propio autor, este período es importantísimo para comprender la historia de los siglos posteriores.

De acuerdo a lo anterior, una importante reflexión gira en torno a la noción del espacio geográfico: el Mediterráneo será un espacio que se torna puente entre las culturas de África, Asia y Europa, en una intercomunicación que permite la convergencia tanto de aspectos cotidianos de la vida, así como en la forma de organizar la vida material, la economía y la sociedad. De este modo, notamos como a través del contacto en el mundo mediterráneo, las culturas se construyen como tal, generando una diversidad de culturas locales en un universo que se halla en constante movilidad y relación con el otro.

Pablo Ubierna destacará principalmente la crisis del siglo III en Roma, señalando que el imperio no estaba totalmente unificado ni organizado, haciendo notar una diferencia lingüística importante entre una y otra zona del imperio. Asimismo, el problema del limes paulatinamente generaría un desgaste dado que los bárbaros presionaban las fronteras del Rin y el Danubio. Para el autor, los pueblos bárbaros no invadieron ni tampoco migraron al territorio romano, sino que tuvieron un proceso gradual de instalación que no significó despojar a los romanos de sus provincias. Incluso, manifiesta que en el siglo V, la lógica que gobernaba a los pueblos germanos era la romana. En este sentido, notamos cierto sincretismo en las culturas, las cuales no se hallaban aisladas, sino que se relacionaban, y en algunos casos, fusionaban aspectos de ambas culturas, como por ejemplo, el caso de la traducción de la Biblia al gótico.

Otro de los puntos interesantes que considera

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