Una Mirada Retroespectativa

“RAICES HISTORICAS DE LA ENSEÑANZA REFLEXIVA”

AUTOR: Kenneth M. Zeichner y Daniel P. Liston.

En esta lectura nos habla sobre las raíces históricas y sobre todo nos menciona como intervinieron dos grandes pensadores en el movimiento de la práctica reflexiva; el primero que es John Dewey, y el segundo Donald Schon.

John Dewey filósofo educativo de principios del siglo XX, nos menciona que el proceso de reflexión empieza por los maestros cuando se enfrentan con alguna dificultad, algún incidente problemático o una experiencia que no se puede resolver inmediato. Pero cabe mencionar que también los maestros se enfrentan a la acción rutinaria, es decir que esta se encuentra en el aula al momento de que el maestro este enseñando. Llamamos acción rutinaria a lo tradicional, inercia, autoridad, que muchas veces a los maestros son irreflexivos en su enseñanza porque aceptan la cotidianidad sin protestar en la escuela y se dedican a la enseñanza de manera delimitada a cada problema. En cambio cuando hablamos de acción reflexiva, hace referencia a ser activo, persistente y cuidadoso; toma en cuenta de ir más allá de los procesos racionales y lógicos, y buscan la resolución de problemas, también involucran la intuición, emoción y pasión.

Como maestros y futuros docentes no debemos limitar herramientas que nos ayuda como fuentes y recursos para una acción reflexiva.

Para Dewey hay tres actitudes para que haya una acción reflexiva: la mente abierta, que implica prestar atención a los diferentes puntos de vistas, las alternativas que hay, incluso si estamos equivocados reconocer que está mal y que está bien y no estar tan arraigados. El segundo que es la responsabilidad, nos dice que implica las consecuencias de cada acción, es decir, los maestros son responsables en cierta manera de cómo va a responder una pregunta, se preocupan de cómo va a funcionar el conocimiento, y para quien será transmitido. No solo es contestar “al ahí se va “sino ser objetivos, claros, precisos, están en continua reflexión, preguntándose si los resultados son buenos o si se han cumplidos los objetivos.

Por último la actitud que es necesaria para la reflexión es la honestidad, que es cuando nos examinamos como maestros nuestras creencias, buscan comprender su propia enseñanza, se evalúan periódicamente y si están equivocados, buscan algo nuevo. Estas tres características son componentes centrales de la vida profesional, nos ayuda a ser capaces de investigar, observar y analizar.

Los aportes de Donald Schon nos habla de la práctica reflexiva, con la finalidad de fortalecer la práctica docente. Schon identifica niveles y dimensiones del proceso reflexivo, nos manifiesta la existencia de una reflexión en la acción y una reflexión sobre la acción. La primera se da cuando está en

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