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VALORACIONES CRÍTICAS Primer romancero gitano (1924-1927), de Federico García Lorca (1898-1936)

dina12345678910Trabajo1 de Octubre de 2021

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VALORACIONES CRÍTICAS

Primer romancero gitano (1924-1927), de Federico García Lorca (1898-1936)

En julio de 1928 la Revista de Occidente publicó el Primer Romancero Gitano, escrito entre 1922 y 1926. El Romancero une lo culto y lo popular, lo lírico y lo narrativo. Los protagonistas son personajes que han fracasado y no encajan en el mundo en el que viven. La obra se inscribe en la tendencia neopopularista de la Generación del 27 y en el romancero nuevo o asiático de los siglos XVI y XVII.

El elemento mitológico y el sentido de la muerte que se plasma en el texto coincide con la angustia barroca de los poetas del Siglo de Oro.

Los temas del romancero son: el mundo gitano que aparece mitificado con elementos naturales y simboliza a Andalucía. La represión que tiene con fin la frustración y el destino trágico del individuo. El gitano se opone a la civilización dominada por el progreso, siendo la Guardia Civil el símbolo de esta opresión. La muerte violenta, provocada por los opresores (Guardia Civil) y debida a la frustración amorosa o al código de honor gitano. Y el amor y erotismo los cuales adquieren un papel relevante.

La estructura externa e interna de la obra se organiza de la siguiente manera: Lorca divide los 18 romances escritos entre 1924 y 1926, en dos grupos muy diferentes en cuanto a volumen (15 contra 3, los 3 son romanceros de arcángeles que simbolizan Granada, Córdoba y Sevilla)

Los componentes simbólicos y míticos del romancero son: la luna, que simboliza que la muerte acompaña al personaje o elemento maléfico que preludia. El viento, que es símbolo de erotismo masculino y puede ser concebido como castigo. Los pozos y las aguas estancadas, que simbolizan la pasión sin salida, lo fecundador y erótico o como lugares propicios para la muerte. El río, que simboliza la vida y es el lugar más común para los encuentros amorosos. El caballo, que representa la pasión que conduce al jinete gitano hacia la muerte. El toro, que tiene connotaciones trágicas relacionadas con la muerte. La zumaya, que anuncia sucesos trágicos. Los bueyes, que simbolizan la fuerza. Los espejos, que simbolizan el hogar y la vida sedentaria. Las puertas, que representan la represión, ansias de libertad si están cerradas y la libertad si se encuentran abiertas. La cal, que está relacionada con los enterramientos para evitar la propagación de enfermedades. Los colores: verde (deseo prohibido) y blanco y amarillo, portadores de malos augurios. Los metales, que están relacionados con el frio y la materia inerte que tiene connotaciones negativas. Por último, la rosa y el olivar se relacionan con el amor, las malvas con la muerte, las adelfas son símbolo de mal augurio y el árbol con la cuz y el sufrimiento.

El romancero lorquiano sigue muchas de las características del romancero tradicional: la presencia de las conjunciones “y” o “que” , el comienzo de un medias res y final abrupto, sin cierre, lo que dota de ambigüedad y la alternancia verbal (abunda el presente del indicativo con la intención de presentar). Pero Lorca también muestra ciertas peculiaridades: el total de todos los versos es impar (1103), la rima es asonante de versos pares, algunos de los romances cuentan con una asonancia diferente en cada parte. En el romancero encontramos diferentes niveles textuales. Narrativo en forma de diálogo o monólogo. Lorca toma de lo popular el tema mitológico-gitano, la forma de romance tradicional, las fuentes populares…, y de lo culto el neogongorismo, el uso de metáforas, las imágenes complicadas…

Nada (1945), de Carmen Laforet (1934-2004)

En 1945 se publicó Nada, una novela que ganó la primera convocatoria en 1944 del premio Nadal. La novela fue un éxito de crítica y del público que catapultó a la joven Laforet a la fama literaria. “Y nadie conocía a Laforet pero todos sabíamos  que tenía que ser una chica estupenda porque por primera vez el libro nos hablaba claro. Todos supimos que algo empezaba con ese libro”. Emilio Sanz de Soto.

La autora se caracteriza por novelar dentro de un ambiente vivido, pero con un argumento inventado. Narrativamente hablando, la novela está construida a base del enfoque narrativo de la primera persona, Andrea.

La novela es una interiorización y el enfoque apunta hacia los individuos. La presentación intimista y la atención prestada a cuestiones personales tienden al estudio lento y detallado de la personalidad. La memoria da pie a otra afirmación: la importancia del pasado. Las asociaciones personales en la mente de Andrea afectan a toda la obra, construida fragmentariamente.

La estructura externa se compone de  tres partes, formadas por diversos capítulos (las dos primeras con nueve capítulos cada una y la tercera parte con siete).

La estructura interna y la organización del relato. La novela evoca , dos años después, la estancia de una joven en casa de sus parientes paternos durante un año. El relato se organiza en torno a un proceso de desencanto. Dado que la ilusión es la expectación con las que llega la protagonista a Barcelona se van desvaneciendo hasta dejar un amargo sabor a derrota y a nada. A lo largo de este año, realizará un proceso de aprendizaje, pero en este caso, de las miserias humanas y la dureza de la vida. Andrea va conociendo el desencanto de gran parte de sus ilusiones.

Cabe destacar el final abierto de la novela, toda una rareza en la narrativa de los años posteriores a la Guerra Civil.

El espacio no es un sencillo decorado, es un entorno existencial que condiciona a todos los personajes, podemos dividirlos en dos bloques:

Espacios interiores : la casa de la calle Aribau , cuarto de Andrea (compartido sin privacidad ), cuarto de baño (agua: símbolo de limpieza física y moral ), buhardilla de Román (entorno de artista solitario y de charlas ), además de la cocina, cuarto de Gloria, etc.

Espacios exteriores: la ciudad de Barcelona y alrededores. La estación de Francia (simboliza la puerta de entrada a Barcelona), Universidad (espacio de Cultura, estudios de Filosofía y Letras ), la casa de Ana (familia feliz con la que se siente integrada ), además de muchos otros espacios.

En cuanto al estilo, la crítica elogió en Nada por su estilo sobrio y sencillo asociado a la juventud de la autora, sin embargo, se conviene matizar que hay numerosas imágenes que muestran la voluntad de conseguir un efecto estético.

La novela destaca por su estilo bifocal, por un lado recurre a la técnica impresionista en la presentación del paisaje, y , por otro lado, la técnica expresionista en la presentación de los personajes y en la deformación de sus rasgos.

Además de contraponer imágenes oscuras claustrofóbicas, pesimistas, violentas, junto con otras llenas de agua (símbolo de limpieza ) y luz (optimismo, amistad).

En conclusión, los rasgos estilísticos más relevantes son: la inclusión de descripciones duras de la realidad, percepción de los hechos desde un punto de vista sensible íntimo, presencia de diálogo intercalado en la narración, uso de recursos literarios (metáforas, comparaciones…), inserción de palabras catalanas, etc.

El escritor Ramón J. Sender habla de un realismo de esencias, pero está más extendida la adscripción de Nada a la corriente del tremendismo.

LITERATURA

Modernismo y generación del 98

El modernismo es una técnica que busca la belleza literaria, por ello su característica principal es el retoricismo (el lenguaje es el primer objetivo de la obra literaria).

Europeísmo: Tienen una visión cosmopolita, sueñan con países lejanos y exóticos. Por eso los temas empleados siguen dos líneas temáticas:

Escapista: Evasión de la realidad. Con la imaginación, el poeta vuela a mundos raros, lugares exóticos, épocas antiguas.

Intimista: Deja traslucir el malestar del poeta ante el mundo que le rodea.

Sensualismo. El Modernismo es una literatura de los sentidos, deslumbradora de sonidos, colores y ritmos. Para poder expresarlo, los poetas tienen gran interés en renovar la métrica: prefieren el alejandrino y el dodecasílabo y eneasílabo (poco utilizados hasta entonces). Los esquemas acentuales de los versos, son medidos cuidadosamente y proporcionan musicalidad al poema. Emplean muchas figuras literarias.

La generación del 98 es una actitud que busca verdades, aunque también cuidan la belleza de la expresión. España es el vértice de su preocupación y Castilla simboliza lo mejor del país: su austeridad e  integridad, pero también lo peor: su atraso y su aferrarse al pasado. Por eso los temas que se abordan son los siguientes:

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