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Venustiano Carranza


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2013  •  Ensayos  •  1.608 Palabras (7 Páginas)  •  382 Visitas

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Por Pablo Serrano Álvarez

INEHRM-Bicentenario

La mañana del 26 de marzo de 1913 Venustiano Carranza y su secretario particular, el capitán Alfredo Breceda, permanecieron largo rato en la oficina de “raya” de la hacienda de Guadalupe en Ramos Arizpe, Coahuila. Una tenue luz penetraba a la diminuta pieza a través de la pequeña ventana abierta en el centro de uno de los muros; en el otro extremo, una puerta angosta daba acceso a un corredor que comunicaba con los cobertizos donde estaban los talleres de herrería y carpintería y otras dependencias. En el centro de la habitación, como único mobiliario, había dos mesas mugrientas y apolilladas y dos sillas en las que Carranza dictó el documento que los mantenía ocupados en ese momento: el Plan de Guadalupe. Afuera, un grupo de funcionarios y oficiales, vestidos con chamarras de campaña, paliacates al cuello, botas rancheras y armados, esperaban; más lejos aún, una columna de poco menos de setecientos hombres aguardaban también. Poco más tarde, los jefes de aquel pequeño ejército ingresaron al improvisado centro de mando para hacer algunas observaciones y finalmente firmar el plan. Comenzaba en ese momento el segundo ciclo de la revolución mexicana.

Unas semanas antes, una parte del ejército federal se había rebelado contra el gobierno del presidente Francisco I. Madero. El cuartelazo terminó con la renuncia del mandatario y del vicepresidente José María Pino Suárez y el asesinato de ambos. El general Victoriano Huerta, encargado inicialmente de sofocar la rebelión, terminó por encabezarla y hacerse de la presidencia. Ante el rompimiento del orden constitucional, algunas autoridades decidieron no reconocer al gobierno usurpador. Venustiano Carranza, a la sazón gobernador del estado de Coahuila, fue uno de los funcionarios que actuaron en ese sentido.

Carranza, nacido el 29 de diciembre de 1859 en Cuatro Ciénegas, Coahuila, había formado parte de la clase política local durante el Porfiriato: en diferentes momentos se desempeñó como presidente municipal, diputado y senador; en 1908 fungió como gobernador interino y en las elecciones para gobernador de 1909 aceptó ser postulado como candidato independiente, apoyado por Francisco I. Madero; por supuesto fue derrotado por el candidato oficial.

Vinculado desde ese momento con el movimiento antirreeleccionista, se adhirió a la rebelión que terminó por derrocar a Porfirio Díaz. En el gabinete revolucionario formado en Ciudad Juárez, fue designado ministro de Guerra y en las negociaciones para conformar el gobierno interino de Francisco León de la Barra, Madero consiguió que fuera designado gobernador de Coahuila, cargo en que fue ratificado por la voluntad popular, tras celebrarse las elecciones correspondientes.

Ocupado en desarrollar su programa de gobierno, desde su territorio presenció cómo se desenvolvía el golpe militar en la ciudad de México en febrero de 1913. Tras consumarse éste y recibir el telegrama en el que se le informaba la renuncia del presidente Madero y el arribo de Victoriano Huerta a la presidencia, el 19 de febrero decidió desconocer a las nuevas autoridades y recibió del congreso local facultades extraordinarias para armar fuerzas que coadyuvaran al sostenimiento del orden legal de la República. Consciente de la necesidad de dar un programa a esa lucha, semanas después redactó y emitió el Plan de Guadalupe. El plan era sencillo y pragmático: en él sólo se hacía el compromiso de luchar por el restablecimiento del orden constitucional y no se hacían promesas de índole social o político, ni se entraba en diatribas ideológicas; en el plan también se designaba a Carranza Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, quien se encargaría del poder Ejecutivo a la derrota del gobierno huertista.

A partir de ese momento, Carranza se asumió como garante de la legalidad y como líder natural de la revolución que entonces iniciaba. Pronto estableció contactos con los estados vecinos y procuró extender el movimiento, logrando un éxito relativo en el noreste y en Sonora, donde decidió refugiarse tras la ocupación del ejército federal sobre Coahuila.

Durante la mayor parte de 1913 el avance constitucionalista fue lento e incierto, pero al iniciar 1914 el movimiento se hizo fuerte en el noreste bajo el mando de Pablo González, en el norte con la dirección de Francisco Villa y en el noroeste bajo el liderazgo militar de Álvaro Obregón. En el sur, los campesinos morelenses, comandados por Emiliano Zapata, luchaban bajo su propio plan (Plan de Ayala) contribuyendo también al debilitamiento del gobierno de Huerta. El régimen usurpador fue derrotado a mediados de ese año; el triunfo de los revolucionarios fue reconocido en los Tratados de Teoloyucan, firmados el 13 de agosto.

Las diferencias entre los distintos grupos que participaron en la lucha pronto dividieron el movimiento, si bien se mantuvieron unidos hasta la derrota de Huerta. Tras la entrada de los rebeldes en la ciudad de México, Carranza se vio obligado a

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