Anthony Leeuwenhoek (El primero cazador de microbios)

CAPITULO I – Anthony Leeuwenhoek (El primero cazador de microbios)

Aunque su vida es un poco desconocida, se sabe que Nació en el año de 1632 en Delft, Holanda, y falleció en 1723 teniendo 91 años de edad.

En la época en la que él nació, apenas se ensayaban los primeros pasos de la ciencia. A la edad de 16 años deja la escuela y se va a Ámsterdam donde entra de aprendiz a una tienda de telas misma que dejó a los 21 años de edad, que es la edad en la que se casó por segunda vez y abrió su propia tienda de telas. En ese periodo lo contrataron como conserje del ayuntamiento de Delft Don de nació su afición por tallar lentes ya que escuchó que fabricando trozos de cristal se podían ver cosas de mucho mayor tamaño. A raíz de esto, comenzó a visitar ópticas para aprender las técnicas necesarias para tallar lentes.

Comenzó a fabricar sus lentes y se dedicó a examinar todo lo caía en sus manos, y con el tiempo y con sus observaciones fue fabricando más lentes que le permitían ver cosas mas pequeñas. Era muy meticuloso con sus observaciones, podía pasar meses observando lo mismo porque cada que miraba a través del lente notaba algo más o algo diferente. Así trabajo durante 20 años, aislado.

La gente lo tachaba de loco o de raro, pero había una persona que respetaba lo que hacía, éste era Regnier de Graaf, era miembro de la Real sociedad por su informe sobre sus estudios de ovario humano, y a pesar de que Leeuwenhoek era huraño y desconfiado, dejó que Regnier mirara a través de sus lentes; que por cierto, eran únicos en Europa, después de probar los lentes se contactó con sus colegas de la Real sociedad para ponerlos al tanto de la situación, y este fue el comienzo de la historia.

Un día lluvioso Leeuwenhoek le dio curiosidad ver una gota de agua a través de sus microscopias, y quedó asombra por lo que estaba viendo, bichos pequeños, pequeñísimos, mil veces más pequeños que los bichos que vemos a simple vista, al volverlos a mirara distinguió entre varias especies; unos más grandes que otros, Leeuwenhoek tenía una gran fe en Dios y le parecía absurdo que estos bichos cayeran de la lluvia cuando realizo la primera observación. Éste no entendía estos asuntos, y como parte de su investigación tomó pimienta seca y la manipuló, no lograría descubrir nada, por esto decidió mojar la pimienta por varias semanas, al pasar las semanas observó microorganismos de varias clases, indirectamente se había descubierto el primer medio de cultivo.

El beber café caliente le condujo observar otro hecho en relación con los bichos; al examinar la sustancia que cubrió sus dientes no encontró ningún animalillo; no obstante, volvería a examinar la sustancia, la diferencia es que esta vez examinaría la sustancia que provenía de sus muelas, una parte que el café no tocó, esta vez encontró pocos animalillos sin querer había establecido las bases de la esterilización.

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